In Pace Christi

Ziegler Alfred

Ziegler Alfred
Fecha de nacimiento : 20/10/1931
Lugar de nacimiento : Kerkingen/D
Votos temporales : 01/11/1953
Votos perpetuos : 08/12/1956
Fecha de ordenación : 28/07/1957
Fecha de fallecimiento : 03/03/2018
Lugar de fallecimiento : Ellwangen/D

El P. Alfred murió el 3 de marzo de 2018 después de una breve enfermedad en el hospital de Ellwangen. Desde 2014 vivió en la residencia de ancianos de Ellwangen, con la asistencia amorosa de los enfermeros. Muchos participaron en el Rosario por el difunto hermano en Josefstal y en el funeral en la iglesia parroquial de St. Wolfgang. Su presencia y su trabajo pastoral en las parroquias de la zona de Ellwangen desde hace muchos años han sido siempre apreciados por el pueblo y por los muchos bienhechores y amigos de los combonianos y de la misión que, con su participación, han querido expresar amistad y gratitud.

Alfred nació en Kerkingen el 20 de octubre de 1931. Fue parte del primer grupo de estudiantes que, hacia el final de la segunda guerra mundial, fue acogido en la casa de Josefstal para la escuela secundaria. El seminario Josefinum de Ellwangen había sido destruido por soldados alemanes justo antes de que las tropas americanas llegaran y los estudiantes tenían que caminar hasta la escuela de la ciudad y, después de clase, volver a pie otra vez. Sólo en 1951 el seminario fue reconstruido y abrió las puertas a los primeros estudiantes.

Después de terminar con éxito la escuela secundaria, Alfred se trasladó a Bamberg para comenzar el Noviciado el 28 de octubre de 1951. El 1 de noviembre de 1953 emitió los votos temporales y poco después emprendió estudios de teología en la facultad teológica de la ciudad. El 8 de diciembre de 1956 se consagró a Dios y a la misión con votos perpetuos y fue ordenado sacerdote el 28 de julio de 1957 en Bamberg.

El P. Alfred comenzó su ministerio sacerdotal y misionero en la Provincia. Su primer lugar de trabajo fue el seminario São Paulo de Neumarkt en Baviera, que fue inaugurado en 1953. Permaneció allí como educador hasta 1964. Como misionero, tuvo el deseo, como todos los hermanos, de ir a una misión y de hecho fue asignado a Sudáfrica. Desafortunadamente el gobierno racista negó a los misioneros católicos el permiso de trabajo rechazando el visado, como un medio de represalia. Fue así también para el P. Alfred que tuvo que resignarse y que, a partir de ese momento, se dedicó cuerpo y alma a su Provincia.

En ese mismo año (1964) fue transferido a Josefstal y nombrado procurador de la misión. En 1967 asumió el trabajo de animador misionero, comunicación con los numerosos bienhechores y la difusión de la Obra del Redentor. En 1972 también fue nombrado Ecónomo General y, después de la reunión, en 1979, ecónomo provincial. En 1990 se trasladó a Josefstal, donde continuó su dedicación a la misma actividad. Después de la supresión de la comunidad de Josefstal, se trasladó a Ellwangen llevando a cabo la misma tarea. En 2014 tuvo que dejar todas las actividades y compromisos por razones de salud y retirarse al centro de los hermanos enfermos y ancianos que ocupan parte de la casa de Ellwangen. Allí pasó sus últimos años viviendo en paz y serenidad. Hasta su última hospitalización, siempre ha sido capaz de participar en la vida de la comunidad.

El P. Alfred no hizo nada extraordinario o sensacional durante su trabajo en la DSP, pero siempre se distinguió por su trabajo generoso, diligente y asiduo en la Viña del Señor y en la Provincia. Su principal campo de trabajo ha sido siempre la animación misionera en las parroquias y el contacto con los bienhechores y simpatizantes de la misión, realizado con excelentes resultados y sin cansarse nunca. Casi todos los domingos, durante décadas, celebraba la Eucaristía en las parroquias, anunciando el Evangelio, promoviendo la Obra del Redentor y animando a los amigos de la misión y a los bienhechores. Para ilustrar sus conferencias, había preparado una rica colección de diapositivas con motivos misioneros. Visitó muchas parroquias, si no todas, de las diócesis de Eichstätt, Rottenburg/Stuttgart, Bamberg, Würzburg y Augsburg, convirtiéndose en un amigo de muchos sacerdotes. Otra actividad particularmente importante fue la reunión anual zonal con los colaboradores y los bienhechores, para mantener vivo su interés por la misión, para agradecerles y darles el calendario, "la obra del Redentor" que distribuía en sus parroquias para recoger las ofertas.

Su humanidad, su apertura, su carácter cautivador, simpático y amable han facilitado sus contactos con la gente en general y con los bienhechores en particular. Incluso su estatura, su voz potente y sonora, su cara siempre sonriente y su habilidad para comunicarse han fomentado su actividad pastoral y el encuentro con la gente. Vivió con autenticidad y convicción su sacerdocio, su consagración religiosa y vocación misionera. Su vida espiritual personal y su fe han sido sólidas y equilibradas, así como su actitud hacia la Iglesia. De esta manera fue un guía fiable y seguro para la gente, especialmente durante los cambios turbulentos y las incertidumbres en el tiempo del post-Concilio.
(P. Alois Eder).