de Jorge García Castillo, Secretario General de AM

El número 74 de la RV dice que para que nuestra AM sea eficaz debemos esforzarnos por profundizar y renovar nuestra consagración. Esto quiere decir que sólo en la medida en que demos espacio al Espíritu y fundemos nuestra AM en una sólida espiritualidad podremos volver a ser significativos en el seno de pueblo de Dios y de la sociedad y atraer nuevas vocaciones combonianas al servicio de la misión y del Reino.

Roma, 31.12.2008


SECRETARIADO GENERAL DE ANIMACION MISIONERA
Via Luigi Lilio, 80 – 00142 Roma EUR

Muy estimados hermanos,

El último día del año se aprovecha muchas veces para hacer un recuento de hechos que van del triunfalismo al catastrofismo. El mío es un simple saludo de Feliz Año 2009 que va acompañado por algunas consideraciones en el contexto de la preparación al próximo Capítulo General.

La cercanía de la celebración del Capítulo es ya desde ahora un kairòs: tiempo de gracia que el Señor de la historia nos concede para encarar el presente y el futuro con el espíritu de Jesús y de nuestro Fundador; como posibilidad de renovación para mejor servir a la misión y a los pobres por quienes hacemos una opción evangélica y preferencial.

A pocas semanas de haber llegado a la sede del Secretariado General de AM, participé en la reunión de provinciales que tuvo lugar en Roma en marzo de este año. Fue una ocasión providencial para intercambiar con la Asamblea, hacer algunas propuestas y escuchar expectativas.

Luego, en el mes de abril, estuve en la Asamblea continental de medios en Kracowia. Fue mi primer contacto con el vasto e interesante mundo de los media combonianos en Europa.

Meses más tarde (en agosto) participé en el Tercer Congreso Americano Misionero de Quito.

Luego de éste nos reunimos los combonianos, combonianas y seculares en las instalaciones del centro de animación misionera de Carcelén para hacer una lectura del Congreso a la luz de Aparecida y de nuestro carisma. También reflexionamos e intercambiamos sobre nuestro compromiso de AM en el continente.

A lo largo del año, he leído con atención las actas de las reuniones de consejo de todas las provincias y delegaciones. Con alegría he visto que ha habido numerosas iniciativas en el campo de la AM: surgimiento de páginas Web, boletines, incursiones en Internet, producción editorial y de radio y televisión. Todas éstas con la finalidad de sensibilizar a la Iglesia y a las personas de buena voluntad para que se abran a las necesidades de los más pobres.

Casi apenas iniciado mi servicio al Instituto, leí un documento sobre animación misionera emitido por los Carmelitas Descalzos en su asamblea de AM. En él se decía que el animador misionero no es un simple “recolector de fondos”. Concuerdo con esta afirmación porque a los animadores misioneros nos toca sobre todo poner “ánima” dentro y fuera del instituto, de la Iglesia y de la sociedad para despertar la pasión por la misión y la colaboración con ésta; para “globalizar la solidaridad”

Nuestra Regla de Vida, en su número 74, dice: “Para que la animación misionera sea eficaz, el comboniano se esfuerza por profundizar y renovar su consagración”.

Esto quiere decir que sólo en la medida en que demos espacio al Espíritu y fundemos nuestra AM en una sólida espiritualidad podremos volver a ser significativos en el seno de pueblo de Dios y de la sociedad y atraer nuevas vocaciones combonianas al servicio de la misión y del Reino.

Con un abrazo fraterno.

Jorge García Castillo, SG Animación Misionera

Saludos de Año Nuevo