Sínodo de la Amazonía para una Iglesia comprometida con los más vulnerables

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Martes, 4 de diciembre de 2018
Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral, abogando por un mayor empoderamiento femenino, una mayor presencia de las mujeres en las pastorales y ministerios, una Iglesia más horizontal, que se hace presente en los diferentes segmentos sociales, que está al lado de quienes son víctimas de la falta de respeto a los Derechos Humanos. Aportes al Sínodo para la Amazonía de la Conferencia Brasileña de Religiosos (CRB).

Presidenta de la Vida Religiosa en Brasil:
"Esperamos un Sínodo para una Iglesia comprometida con los más vulnerables"

La Vida Religiosa de la Amazonía brasileña se ha reunido en Manaos, de 16 a 18 de noviembre, para participar del proceso de escucha sinodal. Han sido unas 30 religiosas y algunos religiosos, representantes de aquellos que se hacen presentes en las fronteras amazónicas, en las periferias, en tantos lugares donde son muchas veces la única presencia que acompaña la vida de los que más sufren, de los que son perseguidos por un sistema que mata, indígenas, ribereños, quilombolas, inmigrantes, gente de las periferias de las grandes ciudades, que ven en la Vida Religiosa la mano del Dios de la misericordia.

Junto con ellos se encuentra la hermana María Irene Lopes dos Santos, Secretaria Ejecutiva de la REPAM-Brasil, y María Inés Vieira Ribeiro, Presidenta da Confederación Brasileña de Religiosos – CRB, quien ha señalado que la Vida Religiosa “espera un Sínodo que mire para la situación de vulnerabilidad de los pueblos de la Amazonía, que apoye una Iglesia todavía más comprometida con las causas de los más vulnerables entre los vulnerables”.

Haciéndose eco de lo discutido por el grupo, ha destacado que “el lugar de la Vida Consagrada está allí donde la vida es más amenazada, pues no tiene sentido como religiosos y religiosas instalarnos en nuestra zona de confort”. Por último, la Presidenta de la CRB, no duda en afirmar que en la Vida Religiosa todo debe estar “enfocado a las carencias, a las necesidades, a las urgencias pastorales con los más vulnerables” y que el Sínodo debe “incentivar a la Iglesia a una salida a los más pobres entre los pobres, estando más atenta a las situaciones de miseria y de sufrimiento de nuestro pueblo”.

El encuentro ha servido para poner en común el trabajo realizado a lo largo de los últimos meses en todos los rincones de la Amazonía, que se organiza en seis regionales y que, en el caso de los religiosos, cuenta con un buen número de núcleos. En las conclusiones se recoge que la Vida Religiosa Consagrada es presencia próxima, que es testimonio, que camina al lado de la gente, que dialoga. Los mismos religiosos reconocen que la misión amazónica enseña a resinificar los carismas, a descubrir la necesidad de un trabajo inter congregacional.

De cara al Sínodo son apuntadas algunas perspectivas que pueden ayudar a descubrir nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral, abogando por un mayor empoderamiento femenino, una mayor presencia de las mujeres en las pastorales y ministerios, una Iglesia más horizontal, que se hace presente en los diferentes segmentos sociales, que está al lado de quienes son víctimas de la falta de respeto a los Derechos Humanos.

Al mismo tiempo, la Vida Religiosa en la Amazonía brasileña, siente la obligación de volver a una presencia en las bases, de llegar a las comunidades más distantes, muchas veces olvidadas y desatendidas, de escuchar y promover el diálogo. Una Iglesia menos administradora y más misionera, que es voz de los pueblos a los que acompaña, que respeta la religiosidad popular y los saberes y espiritualidades de los pueblos tradicionales. Finalmente, desde el encuentro, se pide que la Iglesia preste mayor atención a la formación, tanto en los seminarios como en otros espacios donde se llevan a cabo estos procesos formativos.

Como resultado de la reunión han sido emitidas dos cartas, una al Papa Francisco y otra en la que se quiere resumir lo discutido en el encuentro. En su misiva al Obispo de Roma, los participantes del encuentro se ponen a su disposición, “con nuestra oración y nuestro trabajo, vivido en la simplicidad y la pobreza”. Sintiendo la importancia de la Laudato Si, desean que el Sínodo para la Amazonía “sea oportunidad para que el mundo conozca los valores y clamores presentes en la Iglesia de la Amazonia, entienda su dinamicidad y reciba las contribuciones que ella puede ofrecer”.

Es una Vida Religiosa dispuesta a soñar, a ponerse en marcha, a juntarse dentro de la dinámica del proceso sinodal, para ser “signo de esperanza y profecía donde la Vida clama, en aquellos lugares donde nadie quiere ir”, siendo “presencia de Iglesia Samaritana y Solidaria”. A pesar de las muchas congregaciones presentes en la Amazonía, la carta de la Vida Religiosa insiste en que “en la suma de las diferencias somos diversidad y comunión, somos vida consagrada al servicio de Cristo, de la Iglesia y de la humanidad”. No podemos olvidar que sinodalidad es suma de los diferentes en un objetivo común, hacer realidad el Reino, un mundo mejor para todos y todas.

Manaus-AM, 17 de noviembre de 2018.
Santo Padre, Papa Francisco

"Es tiempo de ver que la esperanza no es sólo una danza de humo por el aire"

La Vida Religiosa Consagrada de la Amazonia brasileña se reúne en Manaus / AM para la escucha de nuestra vida y misión en este camino, hacia el Sínodo para la Amazonia.

En la diversidad de carismas y dones colocados al servicio de comunidades ribereñas, quilombolas, indígenas, migrantes, de pequeños agricultores, gente del bosque y gente de la ciudad, somos una Iglesia viva y solidaria.

Con desafíos y esperanzas, seguimos el camino sinodal de los caminos y los ríos, siendo presencia de una Iglesia que se reúne en pequeñas y grandes comunidades, en las casas de las familias, bajo un árbol y en muchas realidades donde están las personas a las que somos enviados y enviadas. Somos invitados e invitadas a romper con la auto preservación y a comprometernos con la Amazonia, defendiendo la vida en primer lugar, y "vida en abundancia" (Jn 10,10).

Ante el contexto eclesial y social que requieren de vuestra santidad actitudes proféticas, extendemos nuestras manos, colocándonos íntegramente a vuestra disposición, con nuestra oración y nuestro trabajo, vivido en la simplicidad y la pobreza. Con la belleza de la consagración de la vida, respondemos al llamado de Laudato Si para vivir una conversión ecológica, oyendo el clamor que viene de la tierra y de la humanidad, en un solo grito.

Deseamos que el camino sinodal sea oportunidad para que el mundo conozca los valores y clamores presentes en la Iglesia de la Amazonia, entienda su dinamicidad y reciba las contribuciones que ella puede ofrecer.
Reiteramos nuestra profunda comunión y fraternidad con vuestro ministerio pastoral, mientras invocamos las bendiciones de Nuestra Señora de la Amazonia en vuestra misión de proclamar al Dios de la Vida.
En nombre de la Vida Religiosa Consagrada presente en la Amazonia.

Carta de la Vida Religiosa Consagrada de Brasil

"Usted tiene una gran historia a construir poniendo los ojos en el futuro" (VC 110).

Somos mujeres y hombres consagrados al servicio de la VIDA en la Pan-Amazonia, reunidos en el período de 16 a 18 de noviembre en la ciudad de Manaos, para la Asamblea de ESCUCHA DE LA VRC en preparación al Sínodo especial para Amazonia que tendrá lugar en octubre de 2019.

Enviadas y enviados por los 6 regionales de la Conferencia de los Religiosos del Brasil – CRB, que componen la Amazonia Brasileña, trajimos para compartir el clamor, los sueños y esperanzas de los Pueblos más vulnerados, indígenas, ribereños, caucheros, comunidades tradicionales, pequeños agricultores, pueblos del bosque y de la ciudad y con ellos, el "grito" de la Madre tierra herida y amenazada por los megaproyectos del agro negocio, minería, hidroeléctricas, hidrovías, etc.

Envueltas y envueltos por la mística del cuidado del otro y de la Casa Común, bebimos de la fuente de la Ecología Integral expresada en la carta encíclica Laudato Si y nos comprometemos a plasmar con nuestro “ser”, una nueva forma de ser Iglesia -una Iglesia con rostro Amazónico.

Al responder a la pregunta provocativa "¿Qué sínodo queremos?" tratamos de contribuir con reflexiones y propuestas que den alas a nuestros sueños y pongan nuestros pies en marcha, ¡SÍ! Estamos juntos en ese camino sinodal, pues creemos que la Vida Religiosa Consagrada es signo de esperanza y profecía donde la VIDA clama, en aquellos lugares donde nadie quiere ir, somos cuerpo, afecto, cariño de una Iglesia Madre.

Creemos que el soplo de la Divina Ruah suscitará en el corazón de nuestra Iglesia nuevos caminos y el ardor misionero de María moverá nuestros pies a salir con prisa al encuentro de la vida que clama una presencia de Iglesia Samaritana y Solidaria.

Es con ese Espíritu que llamamos a VRC a ponerse en el camino del Sínodo, pues en la suma de las diferencias somos diversidad y comunión, somos vida consagrada al servicio de Cristo, de la Iglesia y de la humanidad.
[Luis Miguel ModinoRed Eclesial PanAmazónica]