Escritos

Buscar
Búsqueda avanzada – clique aquí para afinar la búsqueda
Nº Escrito
Destinatario
Señal (*)
Remitente
Fecha
351
P. Luis Artini
0
Roma
25. 3.1870
N. 351 (329) - AL PADRE LUIS ARTINI

APCV, 1458/247



Roma, 25 de marzo de 1870



Muy Revdo. y Respetabilísimo Padre:



[2197]
Le pido una gracia muy especial, y es preciso que me la haga. Le ruego que me envíe a Roma, a vuelta de correo, la Relación que el P. Estanislao le mandó por medio de Bajit, que trata sobre el Apostolado de los Negros en Egipto y sobre el desarrollo del segundo año de nuestra Obra.

Como dentro de una semana debo presentar un Informe a Propaganda sobre la economía y la marcha de la Obra, esa Relación me puede ayudar. La dejé en Egipto porque el P. Estanislao, basándose en ella y en la impresa en Turín, debe redactar una para la Propagación de la Fe de Lyón y de París. Cuando ésta esté impresa, entonces se imprimirá la que me manda a Turín: los franceses son muy susceptibles. En cuanto me haya servido de la de usted, se la devolveré por correo, o se la llevaré yo mismo, incluso si durante mi estancia en Roma usted o yo la hacemos imprimir en el Museo. Así pues, cada día iré a la oficina de correos hasta que la haya recibido, porque me es de mucha necesidad y ayuda.


[2198]
Esta mañana he visto a Tezza; desea ardientemente ir a El Cairo. El hermano José me comentó que, en el coche, el Cardenal le había hablado favorablemente al respecto.

Hoy he recibido una larguísima carta del P. Estanislao, con fecha 18 del corriente. De este incomparable hijo suyo se habla muy elogiosamente en Roma. Y el Jefe de la Obra, Mons. Canossa, que es un verdadero padre, está loco con él. Ya verá cómo este año se hacen cosas y San Camilo nos concede abundantes gracias.


[2199]
Confianza en Dios, y no en los hombres y en los santos que comen. La Iglesia, el Papa, Roma, el ansia de gloria de Dios y una buena conciencia: eso es lo importante. Lo demás, todo y todos, bajo los pies.

Le beso respetuoso las manos, y con todo respeto y filial afecto me digo



Su hummo. y dev. serv.

Daniel Comboni






352
Card. Alejandro Barnabò
0
Roma
3.1870
N. 352 (330) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SC Afr. C., v. 7, f. 1360



W.J.M.J.

Roma, marzo de 1870



Emmo. Príncipe:



[2200]
Ignorando en qué lugar de la Ciudad Eterna reside actualmente nuestro muy venerado Vicario Apostólico de Africa Central, me permito remitir a V. Em.a Rma. el adjunto trabajo sobre el Vicariato Aplico. de Africa Central, que tanto me ha recomendado dicho Prelado, mi Superior. V. Em.a Rma. está tan lleno de caridad que sabrá perdonarme si me atrevo a rogarle que se lo haga llegar cuando buenamente pueda.

Presentándole mis más profundos respetos, le beso la sagrada púrpura y me declaro



De V. Em.a Rma. hum. y dev. hijo

Daniel Comboni






353
P. Luis Artini
0
Roma
10. 4.1870

N. 353 (331) - AL PADRE LUIS ARTINI

APCV, 1458/254

J.M.J.

Roma, 10 de abril de 1870

Muy Revdo. y querídimo Padre:

[2201]
Le doy gracias infinitas por las relaciones que me ha enviado, y que he recibido en perfectas condiciones. Las han leído aquí en Roma muy distinguidos personajes, los cuales han sentido admiración por un hijo tan distinguido de San Camilo como es el P. Estanislao. En el Informe que he hecho a la S. Congr. de Propaganda Fide, me he sentido en el deber de poner de manifiesto los grandes servicios que el P. Estanislao rinde a la Misión, dedicando una página a elogiarlo como se merece, que servirá para que el Cardenal lo tenga muy en cuenta. Su Eminencia parece muy distinto de como se mostraba antes. El tenía mil razones para estar descontento (no ya para hacer comentarios), porque inimico homine, y otros por medio de éste, le habían desacreditado hasta tal punto la Misión que por fuerza tenía que temer. Pero cuando cuatro Obispos fueron a decirle las cosas como son; cuando muchos otros que son testigos oculares le contaron la verdad, el Cardenal me manifestó que estaba contento de que las cosas fueran bien y que, según lo que pudiera ver por mi Informe, me prestaría su ayuda.


[2202]
Alabado sea el Señor, que mortificat et vivificat, etc. Le deseo muchas felicidades en estas santas fiestas pascuales, también al dignísimo P. Tomelleri y a todos, y al hermano Bonzanini, a quien corrí a saludar a S. Vicente y S. Anastasio, encontrando en cambio que era el hermano Bonomini el que estaba de sacristán en Paradiso.


[2203]
El hermano Bertoli se encuentra en Roma. Nosotros, por nuestra parte, lo aceptamos en El Cairo; pero se requiere la aprobación del Obispo, que está dudoso. Monseñor Cavriani me hace grandes elogios de él, y me lo ha recomendado; pero a mí me gustaría conocer la opinión de usted. Si aprueba Ud. su vocación al apostolado, yo me encargo de resolver el asunto. Por tanto le ruego que me exponga concienzudamente su pensamiento al respecto, para saber a qué atenerme.

El viernes fui a ver al Papa con Mons. el Obispo, y me recibió como un padre. Aludió al terrible incidente del monasterio en el que estaban las negritas del ex Vicegerente y Arzpo. de Petra, etc., etc. Luego me expresó su satisfacción por lo bien que van las negritas y la Misión, y me dijo: que el Señor multiplique la santa obra; que la multiplique. Y lo repitió cuatro veces, etc., etc.


[2204]
Vino a verme el P. Zanoni, que estuvo conmigo tres horas. Hablamos de cosas indiferentes, tras lo cual se puso a hacerme proyectos de ir a Trípoli y penetrar desde allí en Africa Central, de casar a las negritas, etc. Yo le respondí que no necesitaba sus consejos, y que tengo otras personas a las que pedirlos. Después me dijo: «¿Ha recobrado la sensatez el P. Estanislao?» Yo le respondí, seco, que semejante pregunta demostraba que era él (el P. Z.) el que no había recobrado la sensatez. Me dijo a continuación: «¿Por qué no ha contestado a mis cartas?» «Porque –respondí– no debía hacerlo. Si usted supiera lo que sé yo, y estuviera en mi lugar, tampoco habría contestado». El quería continuar, pero le corté la palabra. Si tiene algo que decir, que vaya al Papa, o a Propaganda, o al Obispo de Verona, o incluso a su General, y entonces daré las respuestas necesarias. Pero con él no me digno hablar, como no sea para llevarlo al buen camino, a confesarse y a hacer penitencia por sus pecados.


[2205]
Nuestros dos misioneros de El Cairo escribieron cada uno al P. Guardi una magnífica carta de verdaderos hijos y religiosos. Enseguida la puse en manos del interesado, que la leyó con impaciencia. Pero, a decir verdad, el otro día el Obispo lo encontró frío, frío. Por lo cual no entiendo nada. El P. Guardi y el P. Tezza tienen buenas palabras, pero yo no garantizo su sinceridad; y estoy en guardia, porque no veo claro en ninguno de los dos. La experiencia de muchos años me ha enseñado a conducirme con máxima cautela. No me parecen como nuestros queridos Estanislao y Franceschini: éstos sí que son dos verdaderos religiosos. Yo estoy acostumbrado a proceder con lealtad. Se me quiere hacer creer que el P. Tezza est cor unum et anima una con el P. Zanoni, el cual vive aquí aislado en la Magdalena, y va de paseo solo a menudo. Se ve también aquí emplean toda prudencia con esta gente, y hacen bien. Vino a verme Mr. Girard, redactor de Terre Sainte (a quien el Obispo hizo su representante en Francia), diciéndome que nosotros estamos desacreditados en Francia y que algunas cartas del P. Zanoni declaran que nuestra obra se ha malogrado por inmoralidad. Y dijo poderme mostrar las cartas que tiene en Grenoble. Yo le respondí que estaba loco, lo mismo que quien le escribió esas cartas.


[2206]
En Francia nos encontramos en auge, recibimos ayudas en dinero y objetos: la Obra de las Escuelas de Oriente me da dinero; la Propagación de la Fe de Lyón, después de darme diez mil francos, me escribió ayer una carta espléndida y magnífica; y espero que si pruebo en Propaganda, ésta me ofrecerá sustanciosas cantidades. Ya tiene preparado mi Informe, y escribí que llegará otro del P. Estanislao (al que ordené sacar uno del contenido de dos: del impreso en Turín y del que usted me mandó). He descubierto aquí en Roma dos nuevas maquinaciones para destruirnos. Una se la diré de palabra, la otra se la expongo aquí brevemente. El redactor de Terre Sainte (a quien en París había expresado mi opinión sobre su revista, que critica demasiado a los Franciscanos y exagera sobre los Orientales), viendo que yo le habría prohibido hablar de nuestra Obra hasta tiempo oportuno (porque la Propagación de la Fe y las Obras de las Escuelas de Oriente son contrarias a este hombre y a su Terre Sainte), quiso destruirnos. Su plan era instalar en El Cairo a los Trinitarios y las Trinitarias de Francia y echarnos a nosotros y a las Hermanas de San José (Zanoni ha hablado muy mal de éstas, diciendo que son unas inútiles, etc. Pero yo no puedo dar como real y verdadero nada de lo que en Francia haya podido escribir contra las Hermanas de San José).


[2207]
El Provincial de los Trinitarios publicó un manifiesto en el que declaraba estar unido a D. Comboni para la regeneración de Africa, y dijo: «Comboni sigue con su idea de fundar en El Cairo, etc., por eso pide limosnas para crear una Casa central en Cerfroids, cerca de París, y reconstruir el convento de San Félix de Valois –yo no sabía nada de todo esto, y sólo lo creí al leer con mis propios ojos el Programa–. Lo cierto es que el Padre ha conseguido muchas limosnas y pronto emprenderá las obras de su convento, también con dinero dado a los Institutos de negros de Egipto». Parece que Mr. Girard escribió al Obispo de Verona, diciéndole: «D. Comboni es entusiasta, lleno de empuje (??); pero su prudencia... el orden... etc. dejan que desear». Y le propuso como único hombre que poner más tarde al frente de la Obra al P. Calixto... Jefe de los Trinitarios.


[2208]
El Obispo lo tuvo en cuenta... pero cuando habló en Roma con el bueno de Mr. Girard... desmereció en su opinión, y ya no se habla de él. En cuanto al P. Calixto, fue por lana y salió trasquilado. El General de los Trinitarios le dejó hacer con tal que expusiese el nombre de quien no es Trinitario; pero tiene intención de recluirlo en un convento y que haga vida de fraile. Mr. Girard cayó de las nubes cuando le expliqué que me gusta la autonomía y no me quiero comprometer con los Trinitarios, y que además tengo dos santos y buenos Camilos... «¿Cómo? –dijo– No me han hablado muy bien de ellos». Entonces concluí que no sólo no quiero compromisos con los Trinitarios, sino tampoco con Mr. Girard, el cual es hombre de gran celo y buen corazón, pero con una cabeza peligrosa. Quedó humillado, y me rogó que indujera al Obispo a escribir una carta para su revista; pero no lo haré nunca.


[2209]
Nosotros confiamos en Dios, y estamos apegados a Propaganda. El Obispo de Verona es enormemente solícito y, como usted bien me dijo, estamos muy unidos a él. Ha hecho un buen elogio al Papa de los dos Camilos de El Cairo, y el Santo Padre ha quedado muy complacido. Pero el Obispo confía poco en el P. Guardi. Yo dejo mi juicio en suspenso y me mantengo en guardia. En cambio, estoy encantado mantener comunicación con usted, Padre mío, a quien creo más que a todos los Camilos de Roma, porque usted tiene verdadero amor a las misiones. Yo nunca he dudado de usted, por quien siento una gran veneración desde que venía a San Carlos a darnos los Ejercicios. Lo que hizo se debió a las circunstancias; pero yo he sido para usted siempre el mismo. Los veroneses somos más sinceros que los de Roma. Male más una uña del P. Estanislao que todos los padres de Roma: él es un verdadero religioso.


[2210]
Así pues, confío en Dios, y cifro grandes esperanzas en los nuestros de El Cairo y en usted. El Obispo le envía cordiales saludos, y felices fiestas también al P. Bresciani. Yo rezo por usted todos los días. Recibí ayer carta de Estanislao con fecha 1 de abril; en El Cairo están bien todos, y espero que todo. Bendiga a su pobre



Daniel






354
Don Joaquin Tomba
0
Roma
18.4.1870

N. 354 (332) - A DON JOAQUIN TOMBA

AMV, Cart «Missione Africana»

Roma, 18 de abril de 1870

Mi amadmo. D. Joaquín:


 

[2211]
Aprovecho esta propicia ocasión para saludarle atentamente y desearle a usted y a todos los miembros de los dos Institutos unas felices fiestas. He venido a Roma por asuntos de mi Obra. He preparado un Postulatum al Concilio para llamar la atención de la Iglesia sobre el modo de abrir las puertas de la Iglesia a la infeliz Nigricia, y tengo bastantes Arzobispos y Obispos dispuestos a hablar de ello a su tiempo en el Concilio. En El Cairo mis tres Institutos marchan muy bien, y tengo en mis tres casas catorce catecúmenos de edades comprendidas entre los quince y los treinta y ocho años. Recibo ahora desde El Cairo saludos de las negritas para que se los transmita a usted y a las del Instituto. Todas, abque ecceptione, van bien y están animadas del espíritu misionero y de un gran afecto por el Instituto que las educó.

Fui a ver al Papa con nuestro Obispo, el cual pidió a Su Santidad que bajo nuestros ornamentos exhibidos en la Exposición Romana se pusiese un cartel que indicase que esos estupendos trabajos fueron realizados por muchachas pobres del Instituto Mazza de Verona. Habiendo asentido el Papa, ese mismo día el Obispo llevó el cartel a la exposición, y yo di aviso a muchas Altezas reales e imperiales que hay en Roma para que fueran a admirar dichos ornamentos donados por SS. MM. de Praga.


[2212]
Como el Obispo no me ha dicho que haya recibido nada de ese Instituto (y me lo habría dicho), yo sería de la opinión, si me es lícito darle un consejo, de que usted le escribiese una línea de agradecimiento, tanto más cuanto que fue él quien dio los datos para el Catálogo de la exposición elogiando los trabajos y a sus ejecutoras. Se lo digo porque no me consta. El Obispo me mostró buena cantidad de cartas que le habían llegado de diversos Institutos de Verona felicitándole por estas Fiestas, pero nada oí del Instituto, salvo algún elogio del individuo A, B o C.


[2213]
Reciba mis afectuosos saludos. Y hágalos llegar de mi parte también a los Sacerdotes, a las Maestras y a Betta, y otros mil a D. Cavattoni. Ha habido choques tremendos entre los Padres sobre la infalibilidad, y algún comportamiento poco edificante por parte de los antiinfalibilistas. De lo cual resulta que los Obispos de Italia son los que muestran una adhesión más radical a la Santa Sede; después, los españoles; luego, los americanos; tras ellos, los irlandeses y los ingleses, etc., y por último los alemanes..., muchos de los cuales son, sin embargo, denodados defensores del Papado y la infalibilidad. El josefinismo, el cesarismo y el galicanismo están en el origen del problema.

Estas contiendas han llegado a tal punto que la definición de la infalibilidad se hace necesaria; de lo contrario nadie creería en ella.

Tenemos algunas dificultades con los Obispos orientales, los cuales se resisten a renunciar a su pretendido derecho al nombramiento de sus Obispos, que en adelante correspondería a la Santa Sede. Habrá alguna defección, porque los Consulados y las Representaciones europeas favorecen el cisma. Pero confiemos en Dios.

Suyo afmo. […]



Daniel Comboni






355
Card. Alejandro Barnabò (Informe)
0
Roma
4.1870

N. 355 (333) - AL CARD. ALEJANDRO BARNABÒ

AP SC Afr. C. v. 7, ff. 1378-1392

Roma, abril de 1870

INFORME

a la S. C. de Propaganda Fide sobre la naciente Obra

de la Regeneración de Africa por medio de Africa misma

Emmo. Príncipe:

[2214]
Si hasta ahora no he juzgado oportuno hacer a V. Em.a Rma. la exposición general sobre la evolución de la Obra presidida por el Ilmo. y Rmo. Mons. Luis Marqués de Canossa, Obispo de Verona, del cual yo, aunque indignísimo, ejerzo las funciones de Representante, fue por considerar que ante el tribunal supremo de Propaganda no es pertinente presentarse con simples proyectos, por muy laudables que sean, habiéndome enseñado la experiencia que es preciso acudir allí con hechos reales y cosas positivas. La fundación de un Instituto, su Reglamento, su acción apostólica, sus recursos, su estabilidad necesitan ser probados, experimentados, asegurados, lo cual sólo se consigue con el tiempo y con la madurez necesaria. Entonces los jefes supremos pueden calcular sobre bases sólidas, deliberar con seguridad y disponer con fundamento, sin comprometer la autoridad y dignidad de la Iglesia. Por ello, después de haber iniciado esta santa Obra, y luego de haberla experimentado y probado lo suficiente para concebir razonables esperanzas acerca de su éxito, me presento ante V. Em.a con la lógica de los hechos y con un serio fundamento.


[2215]
Lo hecho hasta ahora, se ha conseguido a través de graves obstáculos y dificultades, a pesar de los muy duros tiempos que corren, y entre la prudente reserva de Propaganda, que en su sabiduría consideró oportuno no prestarnos su apoyo moral y formal, por hallarse la Obra sólo en vías de experimentación. La constante firmeza de los dos Prelados tan solícitos que la presiden en Verona y en Egipto, y la feliz respuesta de los miembros de los Institutos, con ayuda de la gracia sostuvieron enérgicamente la santa Obra, la cual, confío, obtendrá en adelante el tan suspirado apoyo de la S. C. de Propaganda Fide.


[2216]
Para dar una idea de la evolución de esta Obra, que tiene como fin implantar establemente la Fe en Africa Central y conducir al redil de Cristo la infeliz Nigricia, hablaré:

I. Sobre sus nacientes Institutos de Egipto, que surgieron bajo los próvidos auspicios de Mons. Ciurcia.

II. Sobre las pequeñas Obras de Verona, presididas por Monseñor Canossa.

III. Sobre la necesidad de que las nacientes Obras de Egipto y de Verona caminen y prosperen simultáneamente, a fin de alcanzar poco a poco el objeto a que aspiran.



I. Los Institutos de Negros de Egipto




[2217]
Ante todo debo declarar que, después de formalmente obtenida la autorización, mediante carta escrita de su puño y letra por el Obispo de Verona con fecha 2 de agosto de 1867, de establecer en Egipto Institutos de negros, hubiera sido conveniente, como era mi primera intención, que antes de llevar a Egipto misioneros, hermanas y negritas fuese yo solo allá para conseguir dos casas, y que luego, ya de vuelta en Europa, condujese la expedición a Egipto e instalase a sus componentes en las dos casas preparadas. Pero el inesperado episodio con el antiguo Vicegerente Mons. Castellacci y las apremiantes vicisitudes que del asunto se derivaron, y que bien conoce V. Em.a por haberme evitado las funestas consecuencias que habrían podido comprometer para siempre a mi persona y la obra misma, me obligaron a echarme en brazos de la Providencia y conducir toda la expedición a Egipto. Gastos extraordinarios que tuve que realizar tanto en Roma, por no haber podido recibir a su debido tiempo todas las negritas del monasterio de las Viperescas, como en Marsella, por tener que mantener allí durante cuarenta días parte de la expedición que había sido conducida a esa ciudad, me impidieron tomar en El Cairo dos casas situadas a considerable distancia.


[2218]
En cambio, a ejemplo de muchos Institutos de Francia, tomé en arriendo el convento de los Maronitas del Viejo Cairo, que está compuesto de tres casas separadas. Allí instalé en una a los hombres y en otra a las mujeres, habiendo reservado la tercera para sí los Padres Maronitas. Di severo y oportuno reglamento a las dos Casas, que, aunque probadas por largas y temibles enfermedades, marcharon bastante bien. Nada hubiera habido que decir respecto a ellas, de no producirse el doloroso incidente del quincuagenario P. Zanoni, Camilo, a quien por graves y prudentes motivos, que expliqué a V. Em.a con mi carta del 22 de septiembre de 1868 desde París, había confiado la inspección inmediata del Insto. femenino. La Providencia veló con amorosa solicitud por los pobres Institutos, ya que merced a la divina gracia, a una vigilancia estrechísima, y a la muy firme y arraigada virtud de las negritas, no ocurrió ninguno de los inconvenientes que había provocado aquel incauto religioso. Antes bien, fue para nosotros una solemne lección, un saludable aviso para guardarnos bien de nosotros mismos, desconfiar de todo y andar con suma cautela en el futuro.


[2219]
Habiendo S. E. Mons. el Vicario Apostólico elegido en su sabiduría como representante suyo ante nosotros al M. R. Párroco del Viejo Cairo, el P. Pedro de Taggia, viejo y experto misionero franciscano de singular piedad y celo apostólico, encargándole de supervisarnos y asistirnos con su sensatez y autoridad, de acuerdo con él tome un gran caserón cerca del Nilo, y hecha con aprobación suya y ante sus ojos una conveniente división, instalé en ella, en dos departamentos separados, los dos pequeños Institutos, y establecí un oportuno reglamento, que se practicó diligentemente. Tal instalación sólo sería provisional, porque a mi regreso de Europa, adonde había ido con autorización del Vicario Aplico., busqué una nueva casa para los misioneros. A pesar del humillante y reiterado rechazo que encontré en los turcos y herejes, que, o me la negaban, o me pedían por ella hasta nueve mil francos de renta anual, no paré hasta que encontré una situada a doce minutos de la anterior; y en ella instalé el Insto. masculino. Entonces establecí el Reglamento Anexo A, que en sustancia era bastante observado desde los comienzos de la fundación.


[2220]
Las Reglas fijas de un Instituto son siempre fruto de largas observaciones de la experiencia. Las normas por mí estipuladas no son más que el resumen sustancial de la forma como deben conducirse los misioneros, teniendo yo la norma y la determinación de madurar con la práctica y larga experiencia el más adecuado Reglamento del Instituto, con vistas a someterlo a la S. C. para la suprema sanción de la Santa Sede.

Desde el principio percibí perfectamente mi delicada situación, tanto con respecto al exterior como al interior de mis pequeños Institutos.


[2221]
En cuanto al exterior, me contemplé a mí mismo y a los Institutos bajo la paternal mirada y las providentes observaciones del sagacísimo Representante de la Santa Sede, cuya delicada posición en aquel difícil e importante apostolado, que abarca tantos y tan diversos elementos, entreví y penetré bien. Me contemplé también frente a los Reverendos Padres Franciscanos y a los otros cuerpos morales de la Misión, e igualmente frente al Gobierno egipcio, las autoridades consulares de Francia, Austria e Italia, el Clero de los diversos ritos orientales, las sectas protestantes y heréticas, los musulmanes y la poderosa masonería. El jefe de un nuevo Establecimiento debe tener el ojo vigilante y atento sobre todo esto y andar con pies de plomo.


[2222]
No tardé en comprender además mi delicada posición frente a las personas que integraban los Institutos, a la cabeza de las cales me encontraba: religiosos Camilos, cuya forma de institución no es idéntica a la de los sacerdotes seculares; Hermanas francesas e italianas, y negritas rescatadas por diversos bienhechores, y educadas con normas diferentes en diversos Institutos. Todos elementos heterogéneos, que yo debía poner en perfecta armonía, y llevar con prudencia a un solo pensamiento y bajo una sola bandera. Estudié, pues, con diligente minuciosidad el carácter, las tendencias, el grado de virtudes y capacidades de cada uno a fin de dirigirlo bien y servirme de los que me pudieran valer para la buena marcha de la Obra.


[2223]
Entre éstos estudié a fondo al P. Estanislao Carcereri, y vi que era un hombre de conciencia, con carácter, ordenado y firme, profundo conocedor del Plan de la Obra, diligentísimo y capaz de gobernar bien un Instituto. Y comoquiera que toda la responsabilidad de los Establecimientos pesa sobre mí, y que la malicia del mundo es suma y la perfidia del demonio saca enemigos hasta del aire que se respira, y que yo puedo morir de un día para otro, he nombrado a este digno religioso Vicesuperior de los Institutos, y lo he elegido como testigo de mi obrar; y así he seguido la norma de comunicar todos mis asuntos de alguna importancia ya al P. Carcereri, ya al dignísimo Representante del Vicario Aplico., el M. R. P. Pedro, del consejo de los cuales me he beneficiado.


[2224]
No dejé de someter igualmente al juicio de los otros compañeros sacerdotes muchas cosas de relieve concernientes a los Institutos, también con el fin de preparar a cada uno en el conocimiento y en la práctica de los asuntos de la Obra (lo que se revelará muy útil en el futuro, cuando la Obra adquiera mayor auge); por ello cada paso, cada acción, todo lo concerniente a los Institutos fue siempre antes objeto de ponderada meditación y reflexión por mi parte, sometido diligentemente a los demás para consulta y discusión y, en nombre del Señor, maduramente resuelto y decidido por mí. A esta providente y saludable medida debo, después de a Dios y a la rectitud de mis compañeros, la unanimidad, obediencia, buen orden y armonía (comparables a las de cualquier Instituto regular de Europa) que reinan en mi establecimiento, así como la ventaja de que mis compañeros puedan ser capaces de dirigir un Instituto. Yo tengo ascendiente sobre la mente y el corazón de mis compañeros; ellos poseen toda mi estima y afecto. Todos compartimos una misma idea, ardientemente decididos a sacrificar nuestra vida por amor a Dios, a la Iglesia y a la infeliz Nigricia.


[2225]
Todos estamos dispuestos, Eminencia, a morir incluso mártires de la Fe; pero queremos morir con juicio, y con sumo juicio; es decir, obrando sabiamente para la salvación de las almas más abandonadas de la tierra, y exponiéndonos por ellas a los más grandes peligros de la vida con esa prudencia, discreción y magnanimidad que convienen a los verdaderos apóstoles y mártires de Jesucristo.

Expuestas estas nociones generales, paso ahora a los datos menudos de los Institutos y a sus medios de subsistencia.

Tres son las pequeñas Casas de la Obra en Egipto:

1.o El Instituto masculino.

2.o El Instituto femenino.

3.o La Escuela femenina del Viejo Cairo.




[2226]
1.o El Instituto del Sdo. Corazón de Jesús

para la Regeneración de Africa



Así he llamado al Instituto masculino, cuyo Horario está expuesto en el Anexo B.

Objeto primario de este Instituto es el siguiente:

1.o Educación religiosa, moral, intelectual y artesanal de los negros, a fin de formarlos en la fe, la moral, las ciencias y los trabajos manuales que son necesarios en Africa Central, con objeto de que, completada su educación, vuelvan junto a las tribus de la Nigricia para ser apóstoles de fe y civilización entre los pueblos negros, bajo la dirección de los misioneros europeos.


[2227]
2.o Aclimatar a los misioneros y a los hermanos coadjutores europeos, con vistas a que se hagan más capaces de soportar el clima y las fatigas apostólicas en la Nigricia.


[2228]
3.o Los misioneros europeos estudian el árabe, las lenguas de los negros y los otros idiomas necesarios para la misión; adquieren conocimientos de las costumbres orientales y de los hábitos de los musulmanes, con los que tendrán que tratar siempre, incluso en la Nigricia; se adiestran en la manera de relacionarse con el mundo deteriorado y corrompido, y con las autoridades gubernativas y consulares; aprenden un poco de medicina y a realizar algunos trabajos de primera necesidad, y sobre todo estudian los medios más apropiados y la práctica de ganar almas para Dios. En una palabra, el Instituto es para el Sacerdote una escuela de experimentación y de prueba para aprender bien el oficio de misionero, con objeto de ejercer convenientemente esas funciones y ese ministerio en Africa Central.


[2229]
4.o El Instituto constituye una especie de aprendizaje para asegurarse de que los misioneros y los hermanos colaboradores, antes de ser enviados a la Nigricia, están provistos en alto grado de una castidad a toda prueba, de esa fe, humildad, abnegación, constancia, caridad y de esas virtudes apostólicas que son necesarias para aventurarse en las arduas y peligrosas misiones de Africa Central, a fin de que no corran el riesgo de ser convertidos... en vez de convertir... ne cum aliis praedicaverint, ipsi reprobi efficiantur.


[2230]
Objeto secundario del Instituto es la evangelización de la raza negra residente en Egipto, que, según el Anuario Oficial 1869-1870 de Levernay, comprende sólo en El Cairo 25.000 individuos. Además, según la autorización y facultades que recibe del Vicario Apostólico, el Instituto ejerce su ministerio en Egipto en favor de la colonia europea o de los indígenas de cualquier rito o creencia.


[2231]
En cuanto a los negros de Egipto, hasta el momento nos hemos limitado a favorecer la conversión de los que están en familias católicas, dejando de lado por ahora a los negros de los herejes y de los musulmanes, a los que no hemos buscado; pero hemos ayudado a aquellos que la Providencia ha guiado hasta nuestros Establecimientos, ya sea por estar abandonados o por encontrarse enfermos.


[2232]
Los negros existentes en las familias católicas son casi todos musulmanes o paganos. El motivo de esta plaga que en Egipto azota a la raza africana incluso a la sombra del catolicismo es la secular y tradicional negligencia de los amos católicos, los cuales, o no se cuidan en absoluto de la eterna salvación de su servidumbre negra, a la que miran como cosa, o no quieren de ningún modo que se haga católica. Y esto por dos principales motivos: 1.o, porque los negros al hacerse católicos se vuelven libres, y por tanto temen perderlos como servidores (si bien nosotros podemos probar con los hechos que los negros católicos se vuelven más fieles a sus señores); 2.o, porque, convertidos al catolicismo, si los amos deciden deshacerse de ellos por cualquier motivo, ya no pueden venderlos a los musulmanes y obtener dinero por ellos. Pero sobre este apostolado complementario que realiza nuestro Instituto me haré un deber presentarle dentro de poco un especial y concienzudo Informe, por el cual verá V. Em.a la desdichada situación de la raza africana en Egipto, incluso de los negros de las familias católicas de cualquier rito; comprenderá las dificultades y obstáculos que allí encuentra el más diligente y cuidadoso ministerio sacerdotal, cuánta prudencia y discreción se necesita para conseguir allí algo, y qué resultados positivos puede obtener la Iglesia; y llegará a la conclusión, en fin, de que el apostolado de los negros de Egipto, que no es más que el objeto secundario del Instituto, constituye por sí solo una importante misión.


[2233]
El Insto. masculino, en detalle, comprende:

1.o El Cuerpo de misioneros.

2.o El Cuerpo de los hermanos coadjutores.

3.o El catecumenado y el alumnado de los negros.

4.o Una pequeña enfermería para los negros.


[2234]
He aquí brevemente el modo como viven los misioneros. La vida del misionero que ha roto de modo absoluto y terminante todas las relaciones con el mundo y con las cosas más queridas por naturaleza, debe ser una vida de espíritu y de fe. Consagrado por sentimiento de fe y de caridad a la conversión de las almas, es preciso que en él, aparte de sólido y verdadero celo, puro amor y temor de Dios y control bien seguro de las propias pasiones, predomine claramente el fervor por las cosas espirituales y el estudio de la vida interior y de la perfección. Por lo cual se prescribe a los misioneros del Instituto de negros las siguientes prácticas para alcanzar la propia santificación:

1.o Puntual observancia del Reglamento y Horario.

2.o Misa y oficio divino diarios, y Confesión semanal.

3.o Rezos orales mañana y noche, en común, y Rosario.

4.o Meditación matinal en común. Una hora.

5.o Examen de conciencia, Lección espiritual, Visita al Smo. Sacramento o a la capilla, y Comunión espiritual en privado.

6.o Acto de Consagración ad Iesum Apostolum de las propias fatigas y de la propia vida, que se hace en común mañana y noche.

7.o Lección diaria, estando a la mesa, del Nuevo Testamento y de las vidas de los Mártires y de los Santos, o de célebres y distinguidos misioneros.

8.o Ejercicios espirituales anuales de diez días en Cuaresma, y retiro mensual el viernes después del primer domingo de cada mes.

9.o Meses de marzo y de mayo con prácticas de piedad cada noche, Novenas, Octavarios, Triduos, a menudo con predicaciones y panegíricos al Smo. Sacramento, al Niño Jesús, al Sdo. Corazón de Jesús, a la Sda. Familia, a la Inmaculada Concepción, a los Siete Dolores, al Sdo. Corazón de María, a los SS. Apóstoles y Mártires, a los SS. Pedro y Pablo, a S. José, a S. Francisco Javier, a S. Francisco de Asís, a S. Antonio de Padua, a S. Luis Gonzaga, a S. Camilo, a Sta. Teresa, a los Santos Africanos, a la B. Alacoque, por la Iglesia, por el Sumo Pontífice, por la Propagación de la Fe, y sobre todo por la Regeneración de Africa.

10.o Ejercicios particulares de piedad de cada uno.


[2235]
Sobre el estudio de la santificación de las almas, se prescribe a los misioneros lo siguiente:

1.o Estudio frecuente de la Sda. Escritura, Teología Dogmática, Moral, Canónica, Catecismo, Historia de la Iglesia y de las Misiones, y Controversia.

La Controversia constituye un estudio especial de los misioneros, y versa:

a) sobre cosas de primera necesidad y actualidad de su ministerio sacerdotal;

b) sobre los errores y supersticiones paganos de Africa Central;

c) sobre los errores y supersticiones del islamismo en general, y sobre aquellos propios de los musulmanes de Egipto y de Nubia, y de los árabes nómadas de Africa Central;

d) sobre los errores de los herejes y cismáticos de todas clases y ritos, en general, y sobre aquellos que en particular existen entre los herejes y cismáticos de Egipto, es decir, coptos, griegos, armenios, anglicanos y protestantes, etc.;

e) sobre los perniciosos prejuicios que predominan entre los católicos de Egipto, incluso Monjes orientales, prejuicios que pueden obstaculizar el progreso del verdadero catolicismo de Roma;

f) sobre las tendencias perniciosas y sobre los vicios predominantes entre los católicos de Egipto.

Mediante este estudio minucioso y concienzudo se determina y establece poco a poco un sistema práctico para buscar, con la gracia de Dios y con toda prudencia, la salvación de las almas.

2.o Estudio esmerado de las lenguas árabe, francés y denka, que es la más extendida de Africa Central.

3.o Estudio de la historia, geografía, agricultura y costumbres de la Nigricia.

4.o Estudios de medicina, flebotomía, botánica, farmacia y otras ciencias y artes necesarias para la Nigricia.

5.o Práctica de asistencia corporal y espiritual a los enfermos.

6.o Ejercicio de predicación y administración de los Sacramentos en los Institutos de negros.


[2236]
La dirección general de los Institutos in omnibus et quoad omnia, la gestión de los asuntos externos, especialmente con los Consulados y con el Gobierno Egipcio, y la correspondencia con Europa y las Sociedades benefactoras, me los he reservado en exclusiva. La supervisión inmediata del del Insto. masculino, en mi ausencia, corresponde al P. Carcereri, a quien he confiado además el gobierno particular de las tres Casas, y la administración de los Sacramentos a las Hermanas y a las negritas, que saben italiano. Don Bartolomé Rolleri, hombre de gran piedad, minuciosidad, orden, sólido criterio y gran espíritu, está encargado de la escuela en las cuatro horas de clase al día que reciben los negritas, cuya vigilancia fuera de la escuela se reparte entre él, el P. Franceschini, el hermano Rossi y el excelente negro cuarentón Domingo. Al P. Franceschini le corresponde el cuidado de la capilla, la pequeña administración del Insto. masculino, las compras generales y la escuela de artes y oficios de los negritos. Franceschini es un joven misionero que hace concebir buenas esperanzas. A él le da clases de Teología el P. Carcereri. El P. Pedro, el Párroco, enseña árabe a los misioneros, y yo les enseño francés y denka.


[2237]
El Instituto masculino asiste a la parroquia del Viejo Cairo en todas las cosas que ordena el muy digno Representante de nuestro veneradísimo Vicario Apostólico, el P. Pedro de Taggia, al que somos deudores de la más benévola y paternal solicitud. Los caritativos y buenos Padres de Tierra Santa también tienen muchas atenciones con nosotros, especialmente el Guardián de El Cairo, hombre perspicaz, muy sensato y prudente; y el de Alejandría es pródigo con nosotros en caridad y en generoso afecto.


[2238]
La Casa del Insto. masculino es el entero convento de los Maronitas, compuesto de tres partes separadas y una Iglesia, la más amplia y hermosa del Viejo Cairo. Lo he tomado en alquiler por tres años, al precio de setecientos francos anuales, con obligación de efectuar alguna reparación. Dista unos diez minutos de los dos Institutos femeninos, que a su vez están situados a diez minutos de distancia uno del otro.




[2239]
2.o Instituto del Sdo. Corazón de María



Así he llamado al Insto. de las negritas, confiado a las Hermanas de San José de la Aparición, cuyo Horario figura en el Anexo C.

Tanto el objeto primario de este Instituto como el secundario concuerdan con el del Insto. masculino, aparte de las variaciones que corresponden a la naturaleza y a la misión especial de la mujer católica destinada a colaborar en el Apostolado de las pobres negritas lo mismo en Egipto que en la Nigricia.


[2240]
Este Insto. comprende:

1.o El Cuerpo de las Hermanas.

2.o El Cuerpo de las negritas misioneras.

3.o. El Cuerpo de las negritas aspirantes a misioneras y ayudantes.

4.o Catecumenado.

5.o Pequeño hospital para las negras.

Dado que para llevar a cabo su apostolado nuestras Hermanas y las misioneras negras están expuestas a grandes peligros, tengo el firme propósito de poner todo cuidado en que su espíritu albergue cuantas virtudes son propias de cada clase de Orden regular de perfecta observancia. Así, para la actividad, deben ser como perfectas hijas de San Vicente de Paúl; para la oración y el desapego, como Salesianas; para la enseñanza, como Ursulinas e Hijas del Sdo. Corazón. Poco a poco se logrará esto.


[2241]
A fin de que obtengan su propia santificación, las Hermanas, de las que yo soy el Superior ordinario, están sujetas a observar exactamente las Reglas de su Instituto.

Aparte de lo cual dirigen y asisten a las negritas de cualquier clase, y especialmente a las misioneras, en los siguientes actos, que tienden a facilitar la propia santificación:

1.o Observancia exacta del Reglamento.

2.o Rezos orales (parte de los cuales los componemos nosotros en orden a la misión) en común, por la mañana, durante el día y por la noche.

3.o Meditación en común por la mañana. Media hora.

4.o Examen de conciencia, Visita al Smo. Sacramento o a la capilla, Comunión espiritual, Lección espiritual durante el día, y a la mesa, en desayuno, comida y cena. Todo en común. Luego, el Silencio a ciertas horas concretas.

5.o Confesión semanal, y Comunión al arbitrio del Confesor.

6.o Explicación del Evangelio en la iglesia por la mañana, y Catecismo las tardes de los domingos y fiestas de todo el año, a cargo de un Sacerdote.

7.o Una hora de pública adoración al Smo. Sacramento cada miércoles, con misa pro conversione Nigritiae.

8.o Ejercicios espirituales anuales desde el 10 de marzo hasta la Fiesta de San José, y retiro mensual el último jueves del mes.

9.o Celebración de los meses de marzo y de mayo, con sermón todas las noches, oraciones especiales y exposición de la Píxide.

10.o Celebración de la Guardia de Honor del Sdo. Corazón de Jesús, con predicación, los primeros viernes de mes.

11.o Novenas, Octavarios y Triduos al divino Salvador, a la Sda. Familia, a la Sma. Virgen María, etc., y a los Santos de especial devoción de la Obra, como anteriormente he indicado.

12.o Actos de piedad de cada una según su particular devoción.


[2242]
Las hermanas y las negritas buscan la salvación de las almas y se preparan para el apostolado de la Nigricia con las siguientes prácticas:

1.o Amplio estudio del Catecismo. Esta clase la dirige de cuando en cuando un misionero, que expone las ideas y los argumentos de prueba, que han sido ya discutidos y triturados en el Insto. masculino. Según las materias, hay unos ejercicios de pequeña controversia, en los que se enseña a las Hermanas y a las negritas misioneras la manera más eficaz de convertir a las negritas de cualquier creencia, y se señalan los razonamientos y ejemplos más prácticos y fáciles para combatir y destruir los errores y las supersticiones de las mujeres paganas y musulmanas.

2.o Las negritas misioneras instruyen a las ayudantes y a las enfermas en las cosas de la fe y de la moral cristiana, y preparan a las catecúmenas para el santo bautismo.

3.o Estudio de las lenguas árabe y denka.

4.o Ejercicio práctico sobre el modo de asistir espiritual y corporalmente a las enfermas, y un poco de enseñanza sobre medicina, farmacia, aplicación de remedios, preparación de medicamentos, etc.

5.o Clase sobre labores femeninas de primera necesidad, coser, tejer, prácticas de ropero, etc., etc.

6.o Prácticas de cocina, hacer pan, preparar comidas con elementos y productos que se pueden hallar en la Nigricia merced a la agricultura local, o que se pueden introducir allí.


[2243]
Por otra parte, las Hermanas dirigen a las negritas en las labores finas y de valor encargadas de fuera, y especialmente de almacenes europeos, como también en las relativas a los vestidos y lencería de los Institutos. Los trabajos de cocina, lavado y enfermería corren a cargo de las negritas, que los desempeñan semanalmente por turno.

La instrucción a domicilio en familias católicas de probada reputación donde hay alguna catecúmena, se efectúa siempre por dos negritas acompañadas de una Hermana.

Tanto el médico como el misionero visitan a las enfermas del pequeño Hospital del Insto. siempre acompañados de la negrita enfermera, de la Superiora o de una Hermana.

El pequeño Hospital está provisto de una pequeña farmacia por valor de dos mil francos, que suministra medicamentos a las otras Casas y a los pobres.


[2244]
Entre las negras misioneras hay diez de probada moralidad y capacidad, que estarían dispuestas a ejercer convenientemente su ministerio en Africa Central, y se encontrarían maduras para el apostolado de la Nigricia. Además, todas las negritas misioneras son habilísimas en el arte y manera de atraer negras, tanto paganas como musulmanas, al catolicismo. Un gran número de paganas y musulmanas podrían haber sido ganadas para la fe, si la prudencia no nos hubiese recomendado mostrarnos cautos con los amos, que son contrarios a la conversión de los negros.


[2245]
La experiencia nos ha convencido de que la presencia de un Instituto de negras es un importante elemento de apostolado en favor de la raza africana en Egipto. De conversar con nuestras negritas, verlas rezar y oírlas cantar, muchísimas otras, paganas y musulmanas, sintieron ganas de hacerse católicas. Todas las negritas –y los negritos– que se han convertido hasta ahora, se mantienen fieles a la fe, sin ninguna excepción, tanto las que han permanecido en el Insto. como las que han sido colocadas en honestas familias católicas. Alguna ha conservado, se puede decir, la inocencia bautismal como para servir de hermoso ejemplo a las otras.


[2246]
Las Hermanas son de probado espíritu y moralidad. Nada se ha dejado de lado por nuestra parte por hacerlas tales y uniformarlas en el espíritu de nuestra ardua e importante misión. La Superiora es Sor Verónica Pettinati, que verdaderamente está a la altura de su cometido.


[2247]
Hasta ahora he llevado yo la administración de este Insto., disponiendo lo necesario en todo, y dejando a la Superiora la gestión de la pequeña economía de la Casa. Ha sido una experiencia orientada a constatar las necesidades del Instituto, y la marcha económica de la Obra. Desde el pasado enero tengo acordado con Sor Eufrasia, la Asistente General, desembarazarme de esta carga y ceder la administración total a las Hermanas, sobre las bases del Contrato del Anexo D; esto servirá de mayor estímulo a la Congregación de San José para ayudar a la Obra. La Madre General no se ha pronunciado hasta ahora, en espera de venir a Roma para el cierre del acuerdo. Este Insto. está ubicado en una amplia casa con pequeño jardín y capilla, que tomé en arriendo al Sr. Bahhari Abut, griego católico, al precio de mil seiscientos francos al año. Está a diez pasos del Nilo.




[2248]
3.o Casa de la Sagrada Familia,

o Escuela femenina de la Parroquia del Viejo Cairo



Esta pequeña Casa fue abierta en junio de 1869 según disposición especial de S. E. el Vicario Aplico., que me encargó hacerlo mediante el siguiente Documento expedido en Alejandría el 23 de mayo anterior, en respuesta a mi petición y al deseo de ese M. R. Párroco.

N. 110

«M. R. D. Comboni:

Tras considerar cuanto Ud. me exponía con su escrito del 10 del corriente, le autorizo a abrir experimentalmente una Escuela sucursal en el Viejo Cairo, confiando la dirección de la misma a Sor María Catalina Rosa Valerio, Terciaria Franciscana de Verona, de modo que siempre queden a salvo los derechos de ese M. R. Párroco, al cual escribo al mismo tiempo para invitarle a tomarse el máximo interés, de modo que se obtengan los efectos deseados.

No pudiendo, al menos por ahora, estar disponibles los locales de la antigua escuela, deberá encargarse Ud. de buscar otros que a ser posible reúnan las condiciones requeridas.

† F. Luis Arzpo. Vicario. Aplico.»




[2249]
Esta Escuela es llevada exclusivamente por las negritas misioneras bajo la dirección de Sor Valerio, a la que yo traje de Verona, donde fue Maestra de Novicias en el suprimido Monasterio de las Terciarias Franciscanas. En ella se enseña la Fe y la Moral católica, los elementos de instrucción primaria, los idiomas árabe, italiano, francés y alemán, aparte de las labores femeninas de todo género, desde la calceta al bordado en seda y oro.


[2250]
El Horario especial queda expuesto en el Anexo E. Asisten ordinariamente a la Escuela de veinte a treinta alumnas orientales y tres europeas alemanas. Causa de número tan limitado es la prohibición que el recientemente fallecido Patriarca Copto Cismático hizo a sus jóvenes correligionarios de frecuentar las escuelas católicas. Son muchas las familias coptas heréticas del Viejo Cairo.

Esta Casa es como un pequeño noviciado para las negritas misioneras. Está situada junto a la Iglesia Parroquial.


[2251]
La Casa de la Sda. Familia, o Escuela, la he tomado en alquiler a Tierra Santa, por tres años, al precio de trescientos sesenta francos anuales.

La lista del personal de los tres pequeños Institutos de negros de Egipto, desde la época de su fundación en diciembre de 1867 hasta marzo de 1870, figura en el Anexo F.

Resulta de esto que:

1.o Los Neófitos de los Instos. son 19

2.o Los Catecúmenos actuales son 15

3.o Total del personal 72



El personal actual de los Instos. es el siguiente:

1.o Insto. del Sdo. C. de J 11

2.o Insto. del Sdo. C. de M. 26

3.o Casa de la S. Familia 9

__

Total 36




[2252]
Economía y medios de subsistencia

de los Instos. de Egipto



Pasando ahora a los medios pecuniarios y materiales para sostener los nacientes Instos. de Egipto, tengo mil motivos para dar gracias a la Providencia, porque a pesar de los tiempos tan duros que corren, y de las tremendas dificultades que por disposición adorable de la Providencia ha tenido que soportar la Obra, si bien las necesidades económicas han sido reducidas al mínimo, los Institutos no han carecido nunca de lo preciso, y en muchos aspectos han sido provistos también de lo útil y de lo cómodo.


[2253]
Un grave inconveniente de la Obra en Egipto es el no poseer al menos una casa propia. Pero con la ayuda de Dios, y en caso de contar con el apoyo de Propaganda, no tardaré en comprar una casa en El Cairo. A este objeto la Sociedad de Colonia me asignó diez mil francos, con una carta (Anexo G) cuyo contenido muestra hasta qué punto esta pía Asociación está empeñada en ayudar con generosos donativos a las pequeñas obras actuales de Egipto y a las futuras de Africa Central.


[2254]
El gasto necesario para mantener las tres pequeñas Casas de Egipto con el número de personas que tienen actualmente, como resulta de la experiencia de los dos primeros años, es aproximadamente de quince mil a dieciséis mil francos.


[2255]
La renta anual disponible de los Instos. sobrepasa la cantidad de 20.000 francos, ingresos que proceden de las fuentes siguientes:

1.o Sociedad de Colonia para los negros Fr. 10.000

2.o Propagación de la Fe de L. " 7.000

3.o Limosnas de misas de los misioneros " 2.000

4.o Obra de las Escuelas de Oriente " 500

5.o Ofertas a los Instos. y trabajos de las negras " 3.000

—————

Total 22.500

Las tres Casas están dotadas actualmente de ropa de cama, mobiliario, medicinas, objetos de culto, enseres domésticos, materiales y herramientas de artes y oficios, etc., por un valor de más de 25.000 francos. Puedo exhibir factura de todos los diferentes objetos, a petición de V. Eminencia.



Recursos y activo de los Instos.

en los primeros años de su fundación



En dinero:

1.o Sociedad de Colonia para los negros Fr. 28.300

2.o Propagación de la F. de Lyón y París " 12.000

3.o Ludwigverein de Munich " 1.500

4.o Sociedad de la Inmac. Concepción de Viena " 1.000

5.o Obra de las Escuelas de Oriente " 700

6.o Sociedad del S. Sepulcro de Colonia " 500

7.o Insto. de las Cistercienses de Landshut " 2.000

8.o Insto. de las Salesianas de Beueberg " 1.260

9.o Duque de Módena " 800

10.o Obtenido de los trabajos de las negras

y de las ofertas en los Instos. de El Cairo " 3.000

11.o Limosnas de Misas a los Misioneros " 4.000

12.o Limosnas de insignes y ordinarios benefactores

privados de la Obra, entre ellos de Majestades

y Altezas, etc., como SS. MM. Imperiales Fernando

y la Emp. María Ana de Austria, el Príncipe

Jorge de Sajonia, el Príncipe de Löwenstein, el Barón

de Havelt; predicaciones, etc. en Francia, etc. " 17.000

———

72.060

Suma y sigue: Fr. 72.060

En objetos y provisiones:

1.o Mme. Maurin Bié, Dephies, Berthod, etc.

en Lyón, en camisas, vestidos, etc., por valor Fr. 500

2.o Familia del Misionero Rolleri

en grano, comestibles, etc. " 350

3.o Mi padre Luis Comboni, 9 barriles de aceite " 750

4.o De muchos, en queso, vino, azúcar

y comestibles diversos " 3.500

Ahorros extraordinarios obtenidos con industria

y relaciones particulares:

1.o Por viajes hasta El Cairo de negritas y hermanos

laicos y transporte gratuito de 274 bultos desde

Marsella hasta Alejandría (el Gobierno francés

sólo concede gratis el viaje a los Misioneros y a

las Hermanas, y esto no siempre), obtenidos del

Ministerio de Asuntos Exteriores de París y del

Gobierno Egipcio Fr. 12.000

2.o Mr. Talabot, Rotschild, Pointu, y Jefes de varias

Sociedades ferroviarias me concedieron efectuar

diversos viajes gratis en los ferrocarriles de Fran-

cia, Alemania e Italia, por valor de " 1.600

———

Total 90.760



Gastos y Pasivo de los Institutos

en los dos primeros años de su fundación



1.o Gastos de viajes de 30 personas y transportes

de bultos desde Europa hasta El Cairo Fr. 15.000

2.o Mis viajes a Europa " 2.000

3.o Alquiler de tres Casas, y pequeñas reparaciones " 5.500

4.o Correo, recibir y enviar " 1.500

5.o Gastos de culto, velas, aceite, vino, harina,

bancos, etc. " 2.000

6.o Farmacia, médicos, pequeño Hospital,

enfermería, etc. " 4.000

7.o Alimentos; ropas; portes; desplazamientos en

coches, burros, barcas, camellos, etc.; compra

de algún negro o negra; limosnas " 30.000

8.o Camas, lencería, mobiliario, enseres de artes

y oficios y de culto, etc. " 25.000

———

Total Fr. 85.000


[2256]
Tengo una deuda de 5.000 francos con la honesta familia A. Laurent de Marsella proveedora de muchas Casas Religiosas, que liquidaré poco a poco, una vez fundados los Institutos, o cuando pueda, según lo acordado.



Quedan en Caja actualmente:



1.o En poder del P. Carcereri Fr. 2.000

2.o En el mío " 1.000

3.o Sr. Zachman, mi Banquero de El Cairo " 1.500

4.o Complemento de 1869 de la Prop. de la Fe " 5.600

5.o Créditos a cobrar " 800

———

Total Fr. 10.900



Totales

Activo, ingresos Fr. 90.760



Pasivo, gastos " 85.000

Caja actual " 10.900

———

Total " 95.900

Deuda Laurent " 5.000

———

Fr. 90.900


[2257]
II. - Pequeñas Obras de Verona



A fin de que los Instos. de Egipto y las obras que se funden en la Nigricia lleven el sello de la estabilidad, S. E. Rma. Mons. Canossa abrió en Verona un pequeño Seminario para formar Sacerdotes y proveer de misioneros y hermanos colaboradores a los Institutos de Egipto y a las misiones de Africa Central, y le dio la impronta canónica por medio del Documento del Anexo M, proponiendo como su Director al pío y docto D. Alejandro Dalbosco, que ya fue compañero mío en Africa Central.


[2258]
Pero como en los tiempos que corren no se pueden hacer cálculos sobre importantes ingresos provenientes de grandes benefactores, porque las rentas de las entidades morales que pertenecen a la Iglesia están siempre amenazadas por las violencias y las confiscaciones de las autoridades laicas, se pensó apoyar el Seminario en la caridad católica y en el derecho de Asociación reconocido por todos los tipos de gobierno incluso los revolucionarios. Por eso se erigió canónicamente la pía Asociación del B. Pastor, que tiene por objeto proveer de medios pecuniarios a dicho Seminario y a los que con ayuda de Dios se funden en otros centros de la Catolicidad. Esta Obra, a la que el Obispo de Verona concedió cuarenta días de Indulgencia, fue a continuación enriquecida por Su Santidad con seis Indulgencias Plenarias (Anexo N) mediante un Rescripto de puño y letra del Papa, que tuve el honor de mostrar a V. Em.a Rma. el día después de obtener la gracia.


[2259]
Esta Obra había comenzado a ir bastante bien y contaba con el favor de muchos Obispos de Italia y de fuera, que habían aprobado su establecimiento en las respectivas Diócesis y asegurado a Mons. Canossa la protección de la misma con cartas especiales, de las que puedo presentar copia a V. Em.a. Con el producto del primer año fue posible poner en marcha el pequeño Seminario, y probar en él la vocación del P. Rolleri y del hermano laico Rossi, a los que a comienzos de 1869 llevé conmigo a El Cairo.


[2260]
Una circunstancia permitida por Dios embarrancó un tanto la santa Obra. En julio de 1868, habiéndome presentado yo en Lyón con una carta especial de recomendación del Vicario Aplico. para implorar ayudas de la Propagación de la Fe, presenté a aquel Consejo, a petición del mismo, un informe sobre las pequeñas Obras de Egipto y de Verona, entre ellas la Asociación del B. Pastor. Mr. Meynis, Secretario del Consejo de Lyón, no comprendiendo bien la Obra o mostrando no comprenderla, creyó que la Asociación del B. Pastor tenía como finalidad recoger limosnas para los Instos. de Egipto, y que por tanto era perjudicial para la Prop. de la Fe. Así las cosas, hablé a aquel Presidente de la conveniencia de escribir al respecto a la S. C. de Propaganda Fide. Como consecuencia de aquella comunicación, V. Em.a Rma. juzgó en su sabiduría que había que dar a nuestra Asociación de Verona la misma interpretación, y el 15 de septiembre de 1868 dirigió una Circular a los Obispos de Italia, en la que les prohibía que admitiesen en sus diócesis toda Asociación tendente a socorrer a una especial Misión, excepto a la Propagación de la Fe. El Obispo de Verona tuvo algún temor de que tal circular perjudicase indirectamente a la Obra del B. P.


[2261]
Ignoraba yo este hecho, y en la confianza de la aprobación pontificia traté de fundar en París un Consejo de la O.B P. Consideré que iría sobre seguro consultando primero e invocando el apoyo de la Propagación de la Fe. Por eso me dirigí a bastantes miembros del Consejo de París y les expliqué la naturaleza de la nueva Asociación, diciéndoles que tenía por objeto mantener un Seminario en Verona, y no una misión especial in partibus infidelium, y que por tanto difería de la Obra general de la Propagación de la Fe, la cual ayudaba directamente a las misiones extranjeras. Añadí que, tras una buena puesta en marcha de la Asociación, se crearía con el tiempo un Seminario en el mismo París donde formar misioneros para la Nigricia sobre las bases del de Verona. El ilustre Nicolas fue el intérprete de mis ideas en el Consejo.


[2262]
El Sr. Baudon, Presidente General de las Conferencias de San Vicente de Paúl y Consejero de la pía Asociación del B. P., me dijo: «Son cerca de cincuenta mil francos al año los que se necesitan para mantener este Seminario, en el que se formarían misioneros para Africa; doy mi nombre, y acepto ser miembro del Consejo diocesano de París de la Obra del B. P.» Sin más, emprendí con éxito la constitución de un Consejo Diocesano de la pía Asociación, consiguiendo que se integrasen en él como Consejeros doce de los más ilustres personajes de aquella capital, y entre ellos cuatro de los más activos Consejeros de la Prop. de la Fe. Con autorización del Obispo de Verona creé allí también un Comité de Damas patrocinadoras entre las más ricas e ilustres de París.


[2263]
Sin embargo, unos días antes de celebrar la primera asamblea del Consejo Diocesano, ya convocada en los salones del Barón de Havelt, recibí de Verona el anuncio de la Circular de V. Em.a Rma. Aunque esta Circular no se refería en absoluto a las Asociaciones especiales que tenían por objeto un bien local de una diócesis de Italia, y en consecuencia no afectaba a la Obra del B. P. destinada a ayudar al pequeño Seminario de Verona, con todo, leyendo en el corazón de V. Em.a , por sumisión y respeto al Jefe supremo de las Santas Misiones decidí suspenderlo todo hasta nueva orden. Con rubor me despedí de los miembros del nuevo Consejo de París, anunciándoles que, por tener que marchar a Egipto, había decidido suspender ad tempus la actividad de la Obra del B. Pastor en París; y esto después de haber expuesto francamente a los miembros más importantes el hecho y sus verdaderos motivos.


[2264]
Así que dejé Francia resignado a las disposiciones de la Providencia, pero lleno de confianza en que más tarde el Señor podría en marcha la santa Obra. Doblando la frente ante las veneradas intenciones de V. Em.a, se procedió con paso mesurado también en Italia. Mons. Canossa juzgó prudente no admitir nuevos alumnos en el pequeño Seminario, y la Obra en Verona permaneció estacionaria.


[2265]
Estuvimos esperando con impaciencia la época del Concilio Vaticano para presentarnos ante V. Em.a y rogarle que cubriera con el escudo de su protección toda la Obra. Un Seminario en Europa que forme misioneros para la Nigricia es de absoluta necesidad, y una pía Asociación bien organizada es el medio más seguro para sostenerlo y perpetuarlo en nuestros tiempos. Por un lado esta Asociación, que tiene como único objeto ayudar al Establecimiento de Verona, no supone ningún perjuicio ni ninguna concurrencia para la Obra de la Prop. de la Fe de Lyón y París, cuyos recursos están destinados a ayudar a las misiones in partibus infidelium. De esto están convencidos los miembros de los Consejos centrales de Lyón y París, muchos de los cuales ven que la Obra del B. P. resultará incluso útil a la Prop. de la Fe, la cual cobrará mayor auge por los buenos resultados de las misiones de Africa Central, que serían las más interesantes, dicen, por regenerar pueblos nuevos.


[2266]
Si no existiese el Seminario de Misiones Extranjeras de París, ¿por ventura habría en Asia veintidós Vicariatos y dos Prefecturas Apostólicas, todo ello sostenido y dirigido por ese célebre Seminario? Pues bien, tal Asociación (del B. P.), manteniendo el Seminario de Verona para Africa Central, da misioneros a la Nigricia y promueve el incremento de la fe en esas abrasadas regiones, sobre las que aún pesa tremendo el anatema de Canaán. Por tanto suplico humildemente a la S. C. de Propaganda que secunde los santísimos deseos de Mons. el Obispo de Verona, y sea larga y generosa con su precioso apoyo en favor de esta Asociación orientada a dar apóstoles a la infeliz Nigricia.


[2267]
Después de que el Señor llamase a su lado al ferviente misionero D. Alejandro Dalbosco, Mons. el Obispo de Verona nombró Jefe del pequeño Seminario de Verona al pío y entusiasta D. Tomás Toffaloni (1), que es digno de ese importante ministerio, al que ha sido destinado hasta que podamos encontrar para el mismo alguien que haya sido ya misionero en Africa Central. Y esto porque estamos profundamente convencidos de que cuando el Seminario haya adquirido duradera consistencia, y lleve ya muchos años formando para el apostolado, es muy conveniente que el superior y los directores espirituales sean elegidos entre los mismos ex alumnos, llamando a Europa algunos de ellos con más experiencia y méritos que se hayan distinguido ejerciendo su sagrado ministerio en misión, a los cuales servirá ese cargo de digno y merecido descanso, en tanto que su trabajo servirá para mayor provecho e instrucción de los nuevos aspirantes al apostolado de la Nigricia.




[2268]
III. - Armonía de las Obras de Egipto y Verona



Como necesaria conclusión de lo expuesto se puede deducir que es de suma necesidad que los nacientes Institutos de Egipto y las pequeñas Obras de Verona se den la mano y caminen y prosperen a la par, prestándose mutuo apoyo, a fin de alcanzar el objetivo último, que es el de implantar establemente la Fe en Africa Central. Yo parto del muy verdadero principio, basado en la experiencia práctica, de que lo mismo que en el orden temporal dinero hace dinero, en el orden espiritual obra hace obra. Si las pequeñas Obras de Verona prosperan, darán a los Institutos de Egipto y de la Nigricia buenos y valiosos obreros evangélicos, que, instalados en el campo de su labor apostólica, con la ayuda de Dios realizarán conversiones y a su vez harán prosperar los Instos. de Egipto y las misiones de la Nigricia. Floreciendo éstos bajo la égida de Propaganda, se incrementará el celo de los generosos católicos de Europa, que contribuirán al desarrollo e incremento de la Obra del B. Pastor, la cual se volverá fuerte y podrá promover vocaciones y mantener mayor número de candidatos en el Seminario de Verona. De tal modo estas santas Obras alcanzarán su última meta: la implantación estable y el triunfo de la Fe en la Nigricia, donde jamás ondeó ni se enarboló la gloriosa bandera de la Cruz.




[2269]
Conclusión



En mi pequeñez e indignidad imploro encarecidamente de la apostólica caridad de V. Em.a que cubra con el escudo de su protección la naciente Obra de la Regeneración de la Nigricia. No tenga V. Em.a ningún cuidado por la constancia del que esto suscribe, ni por tantos trabajos y sacrificios como ha tenido que soportar por la Nigricia, pues éste que es y será siempre el siervo más inútil de la Iglesia no aspira a otra cosa que a la misericordia de Dios para su alma; sino preocúpese tan sólo de la desdichada situación de tantos millones de almas como van a perderse. Cuando los protestantes Baker y Livingstone, el musulmán Selim, y tantos otros, se adentran animosos en el corazón de Africa por un bien material, y quizá para embrutecerla más, ¿va a abandonarla el catolicismo, sin hacer nada para salvarla?


[2270]
Confío en que la naciente Obra de la Regeneración de la Nigricia echará firmes raíces y logrará su objetivo, siempre que cuente con el apoyo inmediato de la S. Congregación. En tanto que alguien no corra a salvar a los negros de Africa Central, éstos irán a la perdición...


[2271]
Yo sólo dispongo de una vida que consagrar a la salvación de aquellas almas: quisiera tener miles de ellas para consumirlas en ese fin. Por tanto, hasta el último suspiro, nunca dejaré de suplicar a V. Em.a y a esa Cátedra de Pedro, donde tienen su asiento la verdad, la caridad y la preciosa herencia de nuestro adorado J. C. Salvador del género humano, que dirijan piadosos la mirada hacia los cien millones de almas que pueblan las inmensas regiones de Africa Central, y sobre las que pesa todavía el terrible anatema... En caso de que hubiese omitido puntos importantes en este Informe, y V. Em.a se dignase hacer observaciones al respecto, me declaro dispuesto a responder a todo. La sabiduría y perspicacia de V. Em.a comprende bien las graves y múltiples dificultades soportadas, y la suma importancia de esta santa Obra, que se orienta al apostolado de la parte del mundo más abandonada, y cuyo éxito depende del precioso apoyo de la S. C. de Propaganda Fide.

Daniel Comboni





(1) Toffaloni introdujo en todas las diócesis del Véneto la obra de la Propagación de la Fe y educó misioneros, entre ellos el difunto Rmo. Ambrosi, Procurador de la S. C. en Hong-Kong.










356
Contrato Hnas. S. José
0
Roma
4.1870

N. 356 (334) - CONTRATO CON LAS HERMANAS DE SAN JOSE

AP SC Afr. C., V. 7, ff. 1376-1377

Anexo D, pág. 15

Roma, abril de 1870


CONTRATO

entre el Instituto Religioso de las Revdas. Hermanas

de San José de la Aparición y el M. R. Sr. D. Daniel Comboni,

Misro. Aplico. de Africa Central, fundador y Sup.

de los Instos. de negros de Egipto
 

[2272]
Después de más dos años de recíproca prueba, queriendo el M. R. Sr. D. Daniel Comboni, Misro. Ap. de Afr. Centr., Fundador y actual Superior General de los Institutos de negros existentes en Egipto, perpetuar al objeto de su «Plan para la Regeneración de Africa» la existencia de su Instituto femenino de educación de jóvenes negras, actualmente ubicado en el Viejo Cairo de Egipto, y encontrándose el Instituto Religioso de las Rvdas. Hermanas de San José de la Aparición dispuesto a asumir definitivamente su dirección responsable en todo, los abajo firmantes, por sí y por sus sucesores en la superioridad respectiva, expresan al efecto su conformidad con cada una de las Cláusulas del presente Contrato, el cual, no obstante, sólo será obligatorio para las partes cuando haya obtenido la aprobación de S. Em.a el Card. Prefecto de la S. C. de Propaganda Fide y de SS. EE. Ilmas. y Rmas. el Sr. Vicario Aplico. de Egipto y el Sr. Obispo de Verona.


[2273]
1.a El M. R. Sr. D. Daniel Comboni se obliga a proporcionar gratuitamente local de vivienda a las Hermanas Directoras y a las alumnas negras por él designadas a pertenecer a dicho Instituto de educación.


[2274]
2.a Se obliga igualmente a proporcionar gratis Capellán y Director ordinario mediante uno de los Sacerdotes Misioneros del Instituto masculino, previa aprobación y designación del mismo por parte del Ordinario Superior Eclesiástico.

3.a Cede también para uso y propiedad del personal componente pro tempore de dicho Instituto femenino de negras todos los muebles, ropas, lencería, utensilios, comestibles y combustibles, etc. actualmente existentes y destinados a su uso en la casa que en el presente ellas habitan.


[2275]
4.a De las contribuciones anuales que las Sociedades Católicas de Europa se han comprometido a aportar al objeto general de la Obra de la Regeneración de la Nigricia, asigna una pensión anual de 400 Fr. (cuatrocientos) a cada Hermana y de 200 Fr. (doscientos) a cada alumna que a designación de él esté integrada en el Instituto de negras por cualquier motivo, incluso de enfermedad o de asilo. Dado que el importe total de dicha pensión será calculado en razón de la categoría, el número y el tiempo de estancia en el Instituto de las personas pertenecientes al mismo, se hará efectiva en cuatro plazos anuales, a trimestres vencidos. Las Hermanas Directoras son libres de designar por su parte otras negras para que se integren en el Instituto, pero a condición de que los gastos resultantes corran todos a su cargo. Son igualmente libres de recurrir a otros benefactores, siempre en el entendimiento de que las limosnas deben emplearse concienzudamente en provecho del Instituto de las pobres negras, salvo cuando fuesen dadas ad personam e independientemente de la idea del Instituto que dirigen o destinadas expresamente a otro objeto determinado.


[2276]
5.a Entregadas las mencionadas aportaciones, el Superior General queda exento de cualquier otra obligación, ya se trate de viajes, medicamentos, visitas de las autoridades competentes, servicios necesarios, u otros. La asignación se hace efectiva globalmente, y las Hermanas deben atender con ella tanto a sus propias necesidades como a las de las jóvenes alumnas y pertenecientes pro tempore al Instituto –por ser tal la intención de los benefactores–, quedando a cargo del Superior General sólo los viajes de las negras que por disposición de él entren en el Instituto o salgan para otro destino.


[2277]
6.a El Instituto masculino de negros y el Instituto femenino de negras, en tanto se encuentren en la misma ciudad, se prestarán mutuamente los servicios que estén a su alcance –y que serán acordados por los respectivos Directores locales–, quedando siempre prohibida la relación particular entre los miembros de ambos Institutos.


[2278]
7.a Lo obtenido de las labores femeninas de las negras y de los donativos particulares que ellas reciban se dividirá por la mitad, constituyendo una parte el fondo de su futura dote, que custodiará el Superior General o su encargado, y la otra quedará disponible a favor de ellas en manos de la Directora local.


[2279]
8.a Las Revdas. Hermanas de San José de la Aparición se obligan a la dirección responsable del Instituto de negras, según el Plan para la Regeneración de Africa, y a la administración económica del mismo en todo.


[2280]
9.a Dado que el Instituto de negras tiene la doble finalidad de preparar a las jóvenes para convertirlas en un elemento de apostolado religioso y social indígena en la infeliz Nigricia, y de socorrer en todo lo posible en sus graves miserias a las pobres negras llevadas por la fuerza a Egipto, las mencionadas Hermanas se encargarán de la educación apostólica de unas y de la caritativa asistencia de las otras, y se obligan a poner en marcha paulatinamente las escuelas de instrucción literaria, religiosa y civil y de labores femeninas, que sirvan para hacer de las alumnas maestras de religión y de civilización en su país de origen, y a proveer al cuidado de las enfermas, huérfanas, expósitas, en peligro, descarriadas y abandonadas, siempre y únicamente pertenecientes a la raza negra. No obstante, estas actividades se desarrollarán gradualmente, con la aprobación y las instrucciones del Superior General de la Obra.


[2281]
10.a El número de Hermanas Directoras sólo puede determinarse, pues, a medida del desarrollo de las diversas actividades arriba expuestas. Esta es la razón por la que el Instituto Religioso de las Hermanas se obliga a atender las peticiones del Superior General de los Institutos de negros, lo mismo en cuanto a aumentar el número de Hermanas que a reducirlo, cuando prudencialmente se conozcan las necesarias para las tareas de la Obra.


[2282]
11.a Todas y cada una de las jóvenes alumnas del Instituto están a entera disposición del Superior General para las necesidades de la Misión: puede por tanto decidir su ingreso, salida y traslado cuando, como y donde crea más oportuno, sin ninguna clase de impedimento. Y las Hermanas no podrán expulsar o dejar que se vaya del Instituto ninguna y por ningún motivo, ni siquiera para meterse a monjas, sin el expreso consentimiento del mismo Superior General.


[2283]
12.a En todo lo restante, las Hermanas tienen sobre las alumnas toda la maternal autoridad. Las mantendrán ocupadas y vigiladas, y no permitirán relaciones externas; podrán servirse de ellas para las tareas domésticas y especialmente para la instrucción de sus compañeras menores, y procurarán hacerlas prácticamente hábiles, lo mejor posible y cuanto antes, para el objeto de su sublime vocación. En cuanto a la elección de su estado, las dejarán totalmente libres de aconsejarse con Dios y con su Padre espiritual, y no permitirán que vistan su hábito sin el consentimiento del Supe-rior General. Cada año harán que reciban una tanda de Ejercicios Espirituales, y todos los meses se encargarán de que tengan un día de Retiro Espiritual; y tratarán, además, de alentarlas a frecuentar asiduamente los Santísimos Sacramentos y los ejercicios de cristiana piedad, siguiendo los consejos y las órdenes del Director Espiritual ordinario. Por otra parte, cada año las someterán a un examen sobre su aprovechamiento literario y artesanal.


[2284]
13.a Sólo las pobres negras deben ser objeto de su maternal solicitud, al ser tal la finalidad del Instituto. Por ello, y también para evitar perniciosas rivalidades o celos, se obligan a prohibirse cualquier actividad caritativa con las blancas, salvo si fueren llamadas formalmente a ello por la Autoridad eclesiástica local.


[2285]
14.a Llevarán los normales libros de registro, tanto económicos como de personal, dispuestas siempre a responder sobre ellos y sobre la observación de las presentes Cláusulas en toda legítima indagación.


[2286]
15.a En la esperanza de que dicho Instituto de negras llegue un día a obtener de la caridad de los fieles o de particulares beneficencias los medios que en todo o en parte puedan satisfacer sus necesidades económicas, para no defraudar las intenciones de las Sociedades bienhechoras de Europa, que desean socorrer, no a enriquecer, a las instituciones apostólicas entre los infieles, se acuerda que de la pensión anual asignada se detraerá al principio de cada año la parte que según los libros se revele como superávit.

En esto han convenido y a tanto se obligan ambas partes, poniendo su firma y su sello en el presente Contrato.



(Daniel Comboni)






357
Don Félix Perlato
0
Roma
6. 6.1870
N. 357 (355) - A DON FELIX PERLATO

BCV, sez. Carteggi, b. 131 (Netti-Perlato)



Roma, 6 de junio de 1870



Mi muy querido Sr. Rector:



[2287]
Mañana por la noche Madame de Villeneuve se va de Roma. Por eso le encomiendo encarecidamente que mande a solicitar de D. Corsi o de su hermano las Reliquias, porque Madame irá a recibirlas de usted a la Scala. Ella llevará también un Rescripto para el Marqués Fumaroli, para las misas de la santa Navidad, valedero ad trienium.


[2288]
Le pido además el favor de hacer llegar la adjunta carta a la pía señorita María Kessler de Sajonia, mi protestante, que sirve como doncella en casa de la Condessa Ravignani y que, creo, se confiesa con el P. Pérez. Deseo que la reciba pronto, porque en ella le ruego que acompañe a mi bienhechora parisina a ver en un día la maravilla de la Reina del Adigio [Verona].

Encomiéndeme a la Sma. Virgen de los Dolores, y dé saludos de mi parte a todo su clero y a su sacristán, etc.



Suyo afmo.

Daniel






358
P. Luis Artini
0
Roma
22. 6.1870
N. 358 (336) - AL P. LUIS ARTINI

APCV, 1458/270



Roma, 22 de junio de 1870



Mi muy querido y Rmo. Padre:



[2289]
Agobiado por mil ocupaciones, no puedo escribir por ahora. Pero aprovecho esta ocasión para enviarle el Postulatum. Lo ideamos entre el P. Estanislao y yo en El Cairo. El P. Estanislao redactó la parte sustancial; fue cambiado más de veinte veces en Roma, porque no lo aceptaron en el Concilio, sino que lo devolvieron a Propaganda; y finalmente, con ayuda del Card. Barnabò, que fue mi verdadero guía, se remendó tal como está impreso. Lo han suscrito sesenta y cinco, entre Patriarcas, Obispos y Arzobispos. Como me llevaba demasiado tiempo entretenerme con los Obispos para la firma, he impreso la carta dirigida a ellos. Espero que dé resultado. Usted rece y vuelva a rezar.


[2290]
Nuestros queridos Estanislao y Beppi han estado un poco malos. Ahora se encuentran bien. Recibirá de ellos estupendas noticias. Son dos joyas. El P. Zanoni, en calidad de Superior, fue a París con el P. Vigeto a abrir una casa camila. Es lo que me dijeron en la Magdalena. Piense en esto y luego saque sus deducciones...


[2291]
Tenía usted mucha razón al pensar aquello que me escribió; pero roguemos que sea lo mejor para su alma. Quizá está en la mente del P. Guardi la conversión de ese pobre... Pues a mí no me parece convertido, y he hablado con él varias veces: el hombre es el de siempre. Me parece, en cambio, que el P. Guardi hace poco caso de las cartas del P. Estanislao, que es hombre de conciencia.

En agosto iré a Verona con el Obispo. Estoy muy agradecido a su paternal corazón, y es probable que aproveche su bondad.


[2292]
Parece que es rechazado el Postulatum de San José como Protector de la Iglesia Universal, y también el de la Asunción de la Virgen. Es lo que me dijo el otro día el Patriarca griego, que pertenece a la Comisión examinadora de los Postulatum. Los Obispos se han adelantado un poco, me han dicho, porque se le quería declarar el mayor Santo después de la Virgen. Lo llegará a ser; pero el Concilio no va a ocuparse de ello.


[2293]
Hace cuarenta días que no veo a Tezza. Fui varias veces a buscarlo... pero está ocupado.

Salude de mi parte a los PP. Tomelleri y Bonzanini y a todos. Rece por Africa y por este pobre cura que le escribe. Estoy tratando de obtener una Estación: vamos a ver al Santo Padre y también al Cardenal. Son buenos. Qué contento yo estaría de ver satisfecho nuestro deseo, que es el de desarrollar mucho más el apostolado de Africa. Habrá recibido la foto de los Camilitos negros. Ruegue por



Su afmo. y devotmo.

Daniel Comboni



Mil y mil felicidades por su Santo. Ayer la fiesta en el Colegio Romano fue verdaderamente espléndida. Se ha rezado mucho por usted.






359
Carta a los PP. Conciliares
0
Roma
24. 6.1870
N. 359 (337) - CARTA CIRCULAR A LOS PADRES CONCILIARES

AP SC Afr. C., v. 7, f. 1323v



Roma, 24 de junio de 1870



Eminentísimos y Reverendísimos Padres:



[2294]
Es un acontecimiento solemne, de buenos auspicios y de inmensa alegría, Reverendísimos Padres, el hecho de que en su actual Concilio, ciertamente más espléndido que cuantos fueron celebrados en los pasados siglos, se hallen presentes tantos Obispos provenientes de lejanas regiones del mundo, dando testimonio de la difusión del Reino de Cristo y de la maravillosa fecundidad de su Iglesia.

Como Padres y Pastores ahora se regocijan llevando exultantes sus gavillas los mismos que un día tuvieron que derramar su semilla de llanto.


[2295]
Helos aquí junto a Ustedes, como intérpretes de una gran multitud de neófitos. Mientras les anuncian que en todo el mundo naciones y pueblos se han sometido ya a Cristo, ellos manifiestan las expectativas, la devoción y la confianza de esas gentes en el Sagrado Concilio Ecuménico.


[2296]
En efecto están presentes los chinos, los indios, los japoneses, los australianos, los habitantes de las islas de todos los océanos, de las dos Américas, del Polo Sur y del Polo Norte, como también los indígenas de los cuatro extremos de la Africa.


[2297]
Casi todos esos pueblos después del Concilio tridentino se pusieron en manos de Cristo y de la Iglesia para ser instruidos y educados en los preceptos de la divina Sabiduría. Hoy, en la persona de sus propios Pastores, devotísimos a su Jefe Supremo, cada uno de ellos espera de El y de Ustedes, con devoción y alegría, palabras de vida y de felicidad eterna junto con todos sus otros hermanos que se hicieron cristianos antes que ellos.


[2298]
Pero entre todos los pueblos queda uno que está absolutamente privado de suerte tan grande y que todavía ni siquiera la conoce. Se trata del pueblo de los etíopes, o de los negros del Africa interior; es decir, de aquellas regiones del Africa llamada Central que aún se hallan casi totalmente inexploradas, las cuales suman una extensión mayor que el doble de la de toda Europa, y una población de más de cien millones de habitantes, o sea, la décima parte de todo el género humano. Sin embargo se encuentra envuelta en las tinieblas, sometida a la muerte y al dominio cruel del demonio.


[2299]
Sin duda, para salvar a los africanos hay que afrontar un esfuerzo grandísimo. Como todos saben, la S. Congregación para la Propagación de la Fe, inspirada por la Sabiduría y por el amor de Dios, ha tenido siempre un increíble celo en impulsar hacia esta empresa a los hijos de la Iglesia, así como en instituir nobles obras de apostolado para socorrer a los infelices pueblos de Africa. La Santa Madre Iglesia deseaba ardientemente, claro está, salvarlos y regenerarlos a una nueva vida. Sin embargo (y esto es para hacer llorar a cualquiera) vuelvan, se lo ruego, la mirada hacia esas populosas tribus que se extienden por regiones casi ilimitadas: todavía hoy están oprimidas por las profundas tinieblas del espíritu, degradándose en el culto sacrílego de los demonios y en el fango vergonzoso de los vicios. Ahora me pregunto si hay alguien en el mundo que con gran dolor trate darles a conocer los sentimientos de tantos miles de hijos de la Nigricia. ¿Hay alguien entre Ustedes que haga de padre para los negros, una voz que haga de intérprete para tantos hijos de Cam? Díganlo Ustedes, Excelentísimos Padres, y dilo también tú, Roma fiel.


[2300]
No obstante es para mí un gran consuelo pensar una y otra vez que desde hace ya dieciocho siglos ellos han sido liberados, por medio de la sangre de Cristo, de la maldición de su padre, y que con esa sangre los adquirió como propia herencia Aquel del que fue dicho: Dominará de un mar a otro, y desde el río hasta el extremo de la tierra: ante El se prosternarán los etíopes (Salmo 71).


[2301]
Pues bien, ¿por qué, entonces, Eminentísimos y Reverendísimos Padres, sólo la Nigricia del interior se encuentra aún en las tinieblas y sombras de muerte, sin Pastor, sin Apóstoles, sin Iglesia, sin Fe? ¿Por qué, entre todas las naciones del mundo, sólo ella no está aún sometida al dominio de Cristo? Jamás ninguna maldición se ha encarnizado por más tiempo y con mayor daño contra el género humano que esa tan extraordinariamente severa y triste con que los infelices pueblos de Africa han sido excluidos del beneficio de la redención. Y las causas parecen ser especialmente tres. Primero, la gravedad de las fatigas y de las dificultades que tienen que afrontar quienes emprenden esas santas expediciones a Africa, tanto por la inclemencia del clima como por los obstáculos que impíamente ponen los malvados enemigos de la Religión Católica.


[2302]
(En segundo lugar) la falta de apóstoles cuya boca tendría que difundir la verdad. En efecto, la fe viene de la escucha. La escucha por medio de la Palabra de Cristo; pero ¿cómo podrán escuchar si nadie les predica? (Rm 10)

Finalmente, la falta de dinero, que como todos comprenden, es absolutamente necesario en esas importantes empresas.


[2303]
Hace muchos que estoy consagrado a esta obra difícil y casi desesperada. Por salvar a los africanos de la esclavitud he decidido, con mis valerosos compañeros de fatigas, afrontar el hambre, la sed, el calor y los peligros de la vida. Ahora que Ustedes, Padres Eminentísimos y Reverendísimos, se hallan aquí reunidos ante el Santísimo Vicario de Cristo formando una venerable y tupida corona, estoy persuadido de haber aprovechado una ocasión maravillosa para presentarme ante Ustedes y, abrazado a sus pies, recomendarles la gravísima causa de los negros, suplicándoles a Ustedes, que son los Padres y Maestros de todos los pueblos, su protección y misericordia en favor de los pueblos africanos, que son los más desdichados de todos y de todos abandonados.


[2304]
He aquí, por tanto, ante Ustedes, Excelentísimos Padres, esta infeliz Nigricia que, inmersa en las tinieblas, cae extraviada por los precipicios, sin guía, sin luz, sin fe, sin Dios. Se trata de la salvación de toda Africa Central, la cual, como antes he dicho, comprende la décima parte de todo el género humano. Si Ustedes no deciden con gran benevolencia poner algún remedio, si pasa este momento llevándose consigo una ocasión tan propicia (sólo de pensarlo siento la opresión de la angustia), ¿cuántos siglos quizá habrán de transcurrir antes de que cese la desgracia de los africanos? Ea, pues, Santísimos Padres, por los clavos de Cristo, háganse cargo de esta obra y en su sabiduría examinen cómo y con qué medios se pueden salvar estos pueblos.


[2305]
Si se me permite expresar mi humilde deseo, les suplico que hagan resonar más fuertemente su voz apostólica en el Sacrosanto Concilio Vaticano para apoyar eficazmente la causa de los negros de Africa Central; para suscitar en la Iglesia de Dios el espíritu de apostolado; para invitar a la Nigricia a la fe, atraerla y casi obligarla con la fuerza de una elocuencia llena de bondad, y para solicitar la oportuna ayuda de todo el pueblo de Dios con vistas a conseguir su regeneración con más facilidad y prontitud. Y cuando finalizado el Concilio Ecuménico la mayor parte de Ustedes vuelvan a sus diócesis, hagan de modo que algunos de los sacerdotes más jóvenes de ellas, animados por el espíritu de Dios, se unan a nosotros en la conquista de la Nigricia para Cristo. Hagan que los fieles se sientan animados del amor a Cristo y les presten su ayuda para esta nobilísima obra de redención, con las oraciones, las obras y el dinero.


[2306]
Quien abrace el Apostolado entre aquellas gentes, ciertamente deberá afrontar grandes fatigas y graves dificultades. Sin embargo, para los que aman a Dios, el sudor y las lágrimas con que rieguen sus obras serán de alegría y de satisfacción. Desdichadamente ha habido y hay todavía hoy, para gran indignación nuestra y profundo dolor de los buenos, enemigos del nombre católico que, sin ningún temor de los peligros, recorren audazmente aquellas áridas e inmensas regiones empujados por el deseo de gloria humana y el ansia de riquezas. Cuánto más conveniente es que los obreros católicos soporten las mismas fatigas por educar en la fe de Cristo a las desventuradas tribus de aquellas tierras y proveer así a su salvación eterna.


[2307]
Por tanto les imploro, Reverendísimos Padres, que, una vez reunidos en esta sede de San Pedro para recoger a todas las gentes del mundo en el solo redil y en el solo Reino de Cristo, tengan piedad especialmente de los pueblos de Africa Central, suscitando con sus palabras y con sus votos una esperanza de redención y de vida, y consiguiendo así con su interés que se pueda decir de verdad que el Nilo ha revelado por fin sus fuentes para que los pueblos adyacentes sean purificados mediante el Santo Bautismo con sus aguas.


[2308]
Es preciso, pues, hacer todo esfuerzo para que la Nigricia se una a la Iglesia Católica. Lo demandan el honor y la gloria de Nuestro Señor Jesucristo, a cuyo imperio no se ha sometido aún Africa Central, después de tanto tiempo, y pese a haber derramado El su sangre por su regeneración. Lo exige la promesa realizada por Nuestro Señor a la Santa Madre Iglesia: «Se hará un solo rebaño bajo un solo pastor» (Jn 10). Lo requiere también la dignidad del ministerio divino confiado a Ustedes, a quienes el Espíritu Santo ha puesto como Obispos para regir la Iglesia de Dios (Hch 20). A esto, en fin, aspira la esperanza aún no realizada de este pueblo, al que ha sido dicho por medio de Sofonías: «De allende los ríos de Etiopía vendrán mis adoradores» (Sof 3).


[2309]
Por eso, Eminentísimos y Reverendísimos Padres, considerando su grandeza de ánimo y la ardiente solicitud de su Sacerdocio por la salvación de las almas, les suplico e imploro con gran fervor y humildad que se dignen firmar este Postulado en pro de los negros de Africa Central, el cual acaso sea el último en ser propuesto a este Sagrado Concilio, así como el infeliz pueblo de los negros es ciertamente la última de todas las naciones.

Humildemente postrado a sus pies, Padres de este Sacrosanto Concilio, recomienda ardientemente esta causa a V. Eminencias y Excelencias, y les besa la mano su devotísimo servidor



Daniel Comboni

Misionero Apostólico de Africa Central

Superior de los Instos. de negros de Egipto



Fiesta del Santísimo Corazón de Jesús



Original latino.

Traducción del italiano






360
Postulado
0
Roma
24. 6.1870

N. 360 (338) - POSTULADO EN FAVOR DE LOS NEGROS

DE AFRICA CENTRAL

AP SC Afr. C., v 7, f. 1324

Roma, 24 de junio de 1870

POSTULADO

AL SAGRADO CONCILIO ECUMENICO VATICANO

EN FAVOR DE LOS NEGROS DE AFRICA CENTRAL

[2310]
Los Padres abajo firmantes, con gran humildad y fervientes súplicas, imploran al Sagrado Concilio Ecuménico Vaticano que mientras contempla con atención el mundo entero, apiadado de las necesidades de todos, se digne dirigir al menos una mirada de compasión a Africa Central. Porque es víctima de gravísimos males, supera en extensión más de dos veces la superficie de toda Europa, y está habitada por más de cien millones de hijos de Cam, o sea, la décima parte de toda la humanidad.


[2311]
El apostolado católico ha hecho repetidamente en todo tiempo enormes esfuerzos por hacer entrar a Africa en la verdadera Iglesia de Jesucristo, y, en efecto, ocupan gran parte de sus costas muchos Vicariatos y Prefecturas Apostólicas y algunas Diócesis. Pero el centro de Africa permanece todavía casi totalmente inexplorado y desconocido, y, aunque la Sagrada Congregación de Propaganda Fide, sobre todo en los tiempos más recientes, ha reavivado su solicitud hacia tal causa, estas regiones de Africa Central languidecen aún casi abandonadas a su miseria, sin Pastor, sin Apóstoles, sin Iglesia y sin Fe.


[2312]
Ante esta realidad, los Padres firmantes ruegan con gran insistencia al Sagrado Concilio Ecuménico que se digne persuadir a los Obispos, con una cortés exhortación y con un acuerdo, de que proporcionen dignos obreros del Evangelio o cualquier otra ayuda a esta abandonada viña del Señor. Y que, si lo considera oportuno, invite con su solemne autoridad a todo el mundo católico a socorrerla, recomendando la celestial y santa empresa y pidiendo la ayuda eficaz de todo el pueblo cristiano para que pueda volver a florecer.



Razones del presente Postulado


[2313]
1. Sobre la desdichada cabeza de los hijos de Cam pesa aún la más antigua de las maldiciones que se hayan lanzado jamás contra un pueblo. Y las abrasadas regiones de Africa Central sienten del modo más terrible la fuerza maléfica de esta maldición. En efecto, aunque la Santa Madre Iglesia lo ha intentado todo para conjurarla, tanto por el número de esfuerzos realizados como por la grandiosidad de las empresas, la infeliz Nigricia yace todavía bajo el espantoso dominio de Satanás.


[2314]
2. Puesto que fue decretado que la solemne bendición del Nuevo Testamento debía cancelar todas las maldiciones del Antiguo, será una gloria nobilísima para el Concilio Ecuménico Vaticano haber acelerado el cumplimiento de esta realidad.

Ojalá pueda participar Africa Central de la alegría solemne del próximo triunfo de la Iglesia.

Que en la diadema ornada de celestiales gemas que ciñe la augusta cabeza de la Victoriosa e Inmaculada Madre de Dios, resplandezca el pueblo de los Negros, ya conquistado para Cristo, como una perla morena.



[Siguen las firmas de los Emmos. y Rmos. Padres Conciliares]



Original latino.

Tradución del italiano