En los tiempos de Comboni, África estaba viviendo todavía una de las peores plagas sociales que jamás se hubiera podido pensar. Millones de africanos fueron arrancados de su propia tierra, de sus propios ambientes y transportados a tierras lejanas para ser tratados como simples mercancías. Comboni quiso implicar en esta lucha contra la esclavitud a las naciones europeas, pero no logrando suficientes resultados, decidió poner en marcha su propio Plan para rescatar a mujeres y hombres de esta situación.

DE LOS ESCRITOS DE COMBONI
“Entre tantos males como atormentan a los infelices pueblos de África Central, uno de los más deplorables, que yo mismo he presenciado a menudo en las tribus del Nilo Blanco, es el robo violento o clandestino de pobres seres humanos —que poseen un alma tan preciosa y un corazón tan noble como podamos tener nosotros— y especialmente de niños de ambos sexos. Esta tremenda aberración moral, este olvido de toda humanidad, es en parte [ ]resultado de la infame ansia de los más fuertes y poderosos por mejorar su situación mediante el comercio de esclavos.
Ahora, en el momento en que hablo de estas cosas, hay cientos de miles de personas que, a causa de la guerra y de la codicia de los traficantes, son arrancadas de su patria, expuestas a toda clase de males, y condenadas a no volver a ver a sus padres ni el lugar en que han nacido y a tener que suspirar toda su vida bajo el peso cruel de la más dura esclavitud”.
Carta a la Sociedad de Colonia, 1867. Escritos, n. 1816