Noticiario mensual de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús

DIRECCIÓN GENERAL

Postulación general

El 15 de diciembre de 2004, con Decreto (Prot. 2042/04/L) de la Congregación para el Culto y la Disciplina de los Sacramentos ha sido aprobado el Calendario Propio de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, presentado al Dicasterio por el Superior General.
He aquí el Calendario aprobado: Sta. Josefina Bakhita, virgen (8 febrero, memoria obligatoria); Nuestra Sra. del Sagrado Corazón (último sábado de mayo, memoria obligatoria); Sagrado Corazón, titular (viernes sucesivo al segundo domingo después de Pentecostés, solemnidad); S. Pedro Claver, patrón (9 septiembre, solemni-dad); Sta. Teresita del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, patrona de las misiones (1 octubre, fiesta); S. Daniel Comboni, obispo y fundador (10 octubre, solemnidad); Los beatos David Okelo y Gildo Irwa, mártires (20 octubre, memoria facultativa); Conmemoración de los hermanos, familiares y bienhechores difuntos (noviembre: proponer fecha); S. Francisco Javier, presbítero-patrón de las misiones (3 diciembre).
Por las investigaciones realizadas en el Archivo de la Congregación del Culto en el 2003, ha resultado que había un Calendario propio de 1961, aprobado por la Sagrada Congregación de Ritos (Prot. N. C. 240/961), que comprendía: Fiesta de S. Pedro Claver, patrón del Instituto (9 septiembre); Fiesta de Sta. Teresita del Niño Je-sús, patrona de las misiones (1ª clase para las misiones y 2ª clase para el Instituto); Fiesta de S. Francisco Ja-vier, patrón de las misiones (1ª clase para las misiones, 2ª clase para el Instituto); María, Reina de los Apóstoles (fiesta de 2ª clase, sábado después de la Ascensión). En este calendario los textos no eran “propios”, sino to-mados exclusivamente del común.
Ahora, después de la canonización de nuestro Fundador, al recoger el Calendario, hemos podido evidenciar más el carácter misionero y comboniano, tanto en la elección de las solemnidades, fiestas, memorias obligato-rias y memorias facultativas, como en la elaboración de los textos. En tiempo oportuno se entregarán a todos los hermanos los textos completos en las diversas lenguas del Instituto.

Nombramientos
Mons. Paulino Lukudu Loro, Arzobispo de Juba (Sudan) ha sido nombrado Miembro de la Congregación pa-ra el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el 3 de febrero de 2005.

Obra del Redentor
Abril 01 – 15 DSP 16 – 30 E
Mayo 01 – 07 ET 08 – 15 ER 16 – 31 IT

Intenciones de oración
Abril
– Para que el Plano de Comboni y su estilo de vida nos estimulen a compartir nuestra fe con los pue-blos a los que servimos, para que se conviertan en una comunidad nueva según el Evangelio de Cristo. Ore-mos.

Mayo – Para que, fieles al Evangelio de Cristo y a la Regla de Vida, fuentes de inspiración de nuestras opciones, podamos crecer en el sentido de la pertenencia al Instituto, liberándonos del individualismo en la vi-vencia de la consagración y la misión. Oremos.

ASIA

En el corazón de la ciudad

Rodeada de edificios de oficinas y apartamentos, de una autopista con seis carriles y del ferrocarril del cen-tro de Taipei (Taiwan), la iglesia parroquial de Jen Ai Road (que se pronuncia Ren Ai) es la sede de la más re-ciente comunidad de la Delegación de Asia. Los dos primeros hermanos establecieron aquí su residencia el 17 de marzo de 2002. Hoy la comunidad está compuesta por cuatro sacerdotes de otras tantas nacionalidades, y provenientes de tres continentes diversos. El P. Paolo Consonni (Italia), P. Daniel Cerezo Ruiz (España), P. Víc-tor Alejandro Mejía Domínguez (Méjico) y P. Estacio Moisés Dela Cruz (Filipinas). Todos están comprometidos, de diversas maneras, en el misterio pastoral, en las fronteras de la misión.
La comunidad parroquial, en un típico contexto urbano moderno, atrae a sus miembros de varias partes de la capital de Taiwan e intenta crear un clima de familia, aspecto de vital importancia en esta particular cultura. Hay signos de esperanza. Algunos no cristianos, por ejemplo, empiezan a frecuentar la eucaristía dominical, invita-dos por sus amigos cristianos, o bien ha habido iniciativas organizadas por miembros de la comunidad parro-quial para niños y estudiantes universitarios, para dar a conocer el significado de la Navidad y de la Pascua.
La comunidad de Jen Ai es también sede del proyecto Fen Xiang (Compartir) de la delegación, con el que in-tenta expresar su solidaridad con la Iglesia de China continental. Se visitan obispos, seminarios, centros de for-mación de religiosas y se dan pequeñas ayudas, según las ocasiones. El Noticiario Fen Xiang quiere hacer de puente entre la Iglesia y las diócesis de China continental y el resto del mundo.
Taipei ofrece también buena oportunidad para el estudio del mandarín, la lengua oficial de China. Con sus cuatro tonos (tres menos que el cantonés, hablado por los hermanos que trabajan en Macao) y el número apa-rentemente infinito de caracteres, es un reto no indiferente para cualquiera que quiera seriamente comprome-terse en la misión en China.

CENTRAFRICA

Inauguración de la escuela “Daniele Comboni”

El sábado, 26 de febrero de 2005, en presencia de las autoridades de la región, de Mons. Juan José Aguirre Muñoz, obispo de Bangassou, y de los alumnos con sus padres, tuvo lugar la inauguración del nuevo complejo escolar de la escuela “Daniele Comboni”, junto a la parroquia de Cristo Rey, dirigida por los Misioneros Combo-nianos en el barrio de Tokoyo en Bangassou. “La escuela Daniel Comboni – como ha expresado Mons. Aguirre en su discurso – forma parte de un amplio proyecto diocesano de promoción humana y de lucha contra todo lo que crea pobreza y atenta contra la dignidad humana. Un proyecto que comprende ya diversas escuelas, es-parcidas por todo el territorio de la diócesis. Otras están destinadas a nacer en breve tiempo”.
El prefecto de la región, felicitándose con los presentes por esta nueva obra social, invitó a los padres de los alumnos a colaborar eficazmente y de forma adecuada al funcionamiento y a la vida de esta escuela que perte-nece a ellos. La escuela “Daniele Comboni”, que cuenta actualmente con 500 alumnos de 6 a 12 años, subdivi-didos en ocho clases, ha sido, en efecto, ideada, querida y realizada por la población local para suplir las faltas de la escuela del estado y ofrecer a los propios hijos una formación adecuada. Todo tuvo inicio en 2003, en las comunidades eclesiales de base (CEB) de la parroquia, donde los cristianos, frente al bajo porcentaje de mu-chachos inscritos en la escuela primaria (37%), de los cuales sólo el 1,4% llega al final, se convencieron de la necesidad de un compromiso más personal y profundo para el futuro de sus propios hijos. La escuela “Daniele Comboni” fue abierta el 1 de octubre de 2003.

CENTRAMERICA

Expo-Misión en Guatemala

A un año de haberse terminado el Congreso Americano Misionero (CAM2), celebrado en la Ciudad de Gua-temala (Diciembre 2003), la actividad de animación misionera de la Casa Comboni continúa siendo grandemen-te solicitada. Mientras que el P. Juan María Piu continúa colaborando activamente con la comisión del Post Congreso como "experto" en catequesis misionera, el P. Vicente Turri se dedica a acompañar la exposición mi-sionera en todas las ciudades del país, pues es muy solicitada por los obispos y directores diocesanos. La Ex-po-Misión es un buen instrumento para fomentar en todo el país el conocimiento y el aprecio por la Iglesia mi-sionera y dar a conocer las resonancias del Congreso.
La Expo-Misión ha tenido ya muchas ediciones a pesar de las dificultades para transportarla y, sobretodo, pa-ra encontrar lugares suficientemente amplios y apropiados para montarla. Dondequiera ha suscitado mucha aceptación e impacto. En algunas ciudades ha servido para preparar encuentros o asambleas diocesanas sobre el tema de la Misión. Durante los próximos meses la Expo-Misión estará en la arquidiócesis de Quetzaltenango, donde se está preparando el Congreso Nacional Misionero a celebrarse en el mes de mayo 2005.
La Expo-Misión fue asumida por los organizadores del CAM2 como parte integrante del gran evento america-no, y fue inaugurada por el mismo Cardenal Crescencio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangeliza-ción de los Pueblos, y por los obispos latinoamericanos que participaban en el Congreso.
Se trata de un delicado trabajo, tanto en su investigación como en el montaje y en la ornamentación, realizado sobre unas 250 telas vinílicas con gráficas, fotografías y datos históricos. Partiendo del llamado misionero de Jesús a los apóstoles, pretende trazar la historia de la Iglesia misionera en los cinco continentes ilustrando las figuras más destacadas de los hombres y de las mujeres que dieron vida a las comunidades cristianas en los distintos continentes. En cada lugar, antes de la inauguración, el P. Vicente Turri imparte un pequeño cursillo a los catequistas o agentes de pastoral que se harán cargo de acompañar a los visitantes y promover la literatura. Para todos, la visita a la Expo-Misión no debe ser únicamente ocasional, sino que debe ser el inicio de un pro-ceso de formación y una oportunidad para que los jóvenes descubran el llamado a la vida misionera.

UGANDA

Signos de esperanza en una situación crítica

La situación humana y social entre los Acholi es verdaderamente difícil. No hay seguridad: hay continuos ata-ques por todas partes y la fugaz esperanza, surgida hacia finales de 2004, se ha disipado con la interrupción de las conversaciones de paz y la rendición del portavoz de los rebeldes (Sam Kolo), el 16 de febrero. Ha habido asesinatos entre los Acholi y no es posible enumerarlos todos mientras los rebeldes continúen vagabundeando buscando comida, raptando niños (siete de ellos han sido raptados a dos km. de la catedral de Gulu). El 26 de enero se ha encontrado el cadáver del catequista Fabiano Opiyo. Es el número 67 de los catequistas asesina-dos. La gente está confinada en pequeños espacios alrededor del centro de la ciudad. El SIDA se propaga ve-lozmente en los campos de prófugos donde no hay organización ni el mínimo indispensable para una vida nor-mal. La gente que ha debido abandonar las aldeas teme que los campos propios sean expropiados.
Nuestros hermanos han permanecido animosa y generosamente en sus puestos, compartiendo la vida de la gente, a pesar de la edad y la fatiga. Junto a los agentes de pastoral, son verdaderos signos de esperanza para todos. Otros signos de esperanza son: “Radio María”, cuya antena y equipo se han instalado en la parroquia de Holy Rosary en Gulu (la radio trasmite en acholi e inglés); la reunión de la juventud el domingo de Ramos en Gulu y en Kitgum; “Radio Pacis” de Arua, que se ha convertido también en un medio importante de comunica-ción y apostolado.

Una jornada cultural comboniana en Karamoja
El 7 de febrero en Karamoja se organizó una jornada cultural comboniana. Se discutió sobre el tema: “El sen-tido de culpa de los Karamajong y la necesidad de reconciliación”. Hablaron Peter Lokeris, un catequista de Namalu, y Marting Odong, del centro catequético de Zangole. Se presentaron los valores fundamentales según la mentalidad Karimojong, entre los cuales enumeramos: el sentido de adoración frente a Dios Creador; el signi-ficado de las ofrendas y de los sacrificios; el valor de la rectitud frente a Dios y a la sociedad Karimojong; el sen-tido de comunidad y solidaridad; la vida considerada como don de Dios y el valor más grande; el sentido de la comunidad y de la solidaridad extendido también a los muertos (antepasados); el respeto de la autoridad (pa-dres y ancianos). Se explicó cómo los comportamientos contrarios a estos valores fundamentales lleven a la conciencia del pecado y de sus consecuencias negativas, tales como la destrucción de las relaciones familiares y comunitarias, y el sentido de vergüenza en los individuos y en toda la comunidad. El proceso de reconcilia-ción, por tanto, se desarrolla a través de la concienciación del pecado que lleva a restablecer la relación del in-dividuo con Dios y con la comunidad.
Los Combonianos y Combonianas presentes continuaron su reflexión y participación sobre el modo de animar y evidenciar estos valores, ínsitos en la mentalidad y en la sociedad Karimojong. El encuentro, en el que partici-paron casi todos los Combonianos de la zona y cinco Combonianas, había sido organizado por el P. Chris Aleti Apalolem y la Hna. Nacha Tensae.

IN PACE CHRISTI

Hno. Catterino Basso (23-12-1923 – 12-03-2005)

Catterino había nacido en San Giorgio delle Pertiche, en la provincia de Padua, en 1923. Cuando a los 19 años entra en el noviciado en Venegono (1942), el párroco escribe a los superiores: “El carácter de apariencia sencilla del Hno. Catterino, es fruto de la sencillez de la familia Basso, sencillez estrechamente unida a la fe que la enriquece de gran bondad de vida, bondad práctica y fuertemente cristiana”.
Las etapas esenciales de la vida del Hno. Catterino, desde el punto de vista cronológico, son las siguientes: primeros votos (1944); Rebbio, Trento y Verona, en particular como cocinero (1944-1949); durante dos años es-tá en Roma, agregado a la oficina de viajes, ACSE, y también como cocinero; en Roma emite los votos perpe-tuos (1950); en 1951 marcha para el seminario de Viseu en Portugal para aprender el portugués; después, du-rante treinta y tres años (1953-1986), trabaja en varias misiones y parroquias de Mozambique (Mutria, Lurio, Netia, Lunga, Nacaroa, Búzi), años muy difíciles de la historia del pueblo y de la Iglesia mozambiqueña: desde el período colonial a la guerra civil; de 1986 a 1992 está de nuevo en Viseu en Portugal; de 1993 a 2004 en Rebbio y, finalmente, en los tres últimos meses, es trasladado a Verona al CAA, donde muere el 12 de marzo de 2005.
Numerosas son las anécdotas sobre su vida y sus capacidades culinarias. El Hno. Aldo Benetti afirma: “Era muy amado por los escolásticos y hermanos, cuando estaba en Verona como cocinero, porque los trataba bien. Gruñía un poco, pero inmediatamente volvía con ánimo y con una sonrisa a su trabajo. Tenía mucha humani-dad. Se dice que cuando algún hermano o superior le gritaba, él, después de un poco, llegaba a la habitación con un buen caldo, diciendo, ‘se ha fatigado demasiado gritándome, anímese’.
He aquí un testimonio del P. Graciano Castellari sobre el Hno Catterino, cuando estaba en Mozambique. “Lo tuve como amigo y también como guía, mi formador para los primeros cuatro años de misión. ¡Cuántos recuer-dos! Su alegría, sus chistes originales, su modo de afrontar los problemas hacían bien a todos, creaban un buen ambiente y la voluntad de comprometerse como la tenía él. Era el clásico Hermano “para todo”, no estaba es-pecializado en nada, pero corría todo el día y tenía los ojos en todo. Estaba siempre atento: a las construccio-nes, a los hornos de ladrillos (¡cuántos hizo! La misión era nueva, ¡había que construirla toda!), a los campos, a las numerosas vacas que la misión poseía, a la carpintería, a los muchachos y muchachas que residían en la misión, alumnos y catecúmenos. En aquellos años, los catecúmenos pasaban algunos meses de preparación en la Misión, antes del bautismo. Se sentía a sus anchas en medio de aquella bandada de niños y niñas y tam-bién ellos estaban bien con él. Tenía siempre una palabra y una atención particular para cada uno”.
El Hno. Catterino era muy agradecido y apreciaba las visitas de los superiores mayores que consideraba co-mo un momento de animación y estímulo. Era esquivo a las alabanzas y felicitaciones.
Tenemos también el testimonio del P. Francesco Antonini que lo conoció en Mozambique y en Italia: “El Hno. Catterino era una persona caracterizada por la simpatía que suscitaba en todas las personas y por la extraordi-naria capacidad de mantener relaciones con todos, desde los cardenales a los obispos y a los administradores del período colonial y de la independencia, hasta las personas más humildes y pobres.
Era un hombre de gran disponibilidad y caridad que manifestaba hacia los hermanos y hacia la gente con los servicios más variados. La gente lo sentía en verdad como hermano y se dirigía a él con gran confianza.
Hermano bien identificado con el Instituto, sin especialización particular, supo servir de mil modos las diversas misiones, primero en la diócesis de Nampula, después en la de Beira. Siempre cultivó con especial cuidado las vocaciones sacerdotales y religiosas. Permanece ciertamente bendecido en el corazón de tantas personas, además de los hermanos”.
Dice también el P. Castellari: “Me he sentido feliz de llegar a Verona con tiempo para participar, al menos, en sus funerales en la Casa Madre y en su pueblo natal, San Giorgio delle Pertiche. Aquí, descubriendo la relación del Hermano con su comunidad parroquial y de ésta con su misionero, he descubierto quién era verdaderamen-te el Hno. Catterino. Han venido muchos para manifestar la profunda amistad que los unía. Catorce sacerdotes para la concelebración y muchos testimonios hermosísimos espontáneos. Varios sacerdotes diocesanos expre-saron su agradecimiento, porque recibieron de él fuerza en su vocación. Ha llegado a tiempo también para la celebración el correo electrónico del Hno. Emilio Prevedello, su paisano, que debe al Hno. Catterino su voca-ción.
Ahora el Hno. Catterino está en el cielo ejercitando, pensamos, su carisma y alegrando a los ángeles y santos con sus chistes. Pero nos lo imaginamos, sobre todo, esparciendo, como siempre hizo, sus dones al pueblo mozambiqueño al que amó tanto y del que fue fuertemente amado”.


Oremos por nuestros difuntos

La madre
: del P. Carlos Alberto Malásquez Quispe (A); del P. Jessie Ventura Dimafilis (A).
El hermano: Fulvio del P. Leonello Bettini (MO).
La hermana: Luigina del P. Lino Spagnolo (†); Luisa del P. John Maneschg (RSA); Barbara del P. Enrico Colleoni (U).
Las Misioneras Combonianas: Hnas. M. Vanna Pelizza; Florangela Zenari; Vereconda Graziato.
Familia Comboniana n. 619