Roma: jueves, 10 de marzo de 2011

La Dirección General de los misioneros Combonianos se encuentra reunida con los superiores de circunscripción en Roma, desde el pasado 20 de febrero. Objetivo del encuentro, que termina hoy por la noche, miraba a aumentar entre los superiores participantes el conocimiento mutuo, la formación, la reflexión y el compartir experiencias en el gobierno del Instituto.

La agenda de trabajo de esta última semana de reunión de los superiores comenzó con las actualizaciones del Código de Conducta (CD) que está en vigor en el Instituto. Los padres Arnaldo Baritussio y Danilo Cimitan presentaron las últimas novedades sobre los delitos más graves a la luz de los documentos recientes de la Iglesia. Los superiores compartieron ideas y experiencias sobre el modo como puede mejorar el CD y cómo proceder en los casos que exigen la aplicación del Derecho Canónico. Los padres Sylvester Hategek’Imana, de Uganda, Alcides Costa, Brasil Sur, y Josef Altemburger, de Alemania, dieron testimonio sobre la situación actual de sus respectivas provincias. Algunos puntos que habría que destacar son: la reducción gradual de las comunidades de los misioneros, la dificultad de encontrar personal preparado y disponible para las actividades de las provincias y el número elevado de los hermanos ancianos.

Los Combonianos Daniele Moschetti, Paul Annis y Angelo Giorgetti (en la foto), que participaron en el Forum Social Mundial y Forum Social Comboniano en Dakar, del 3 al 12 de febrero pasado, contaron sus experiencias y reflexiones hechas durante los días del evento. “Para mí fue una óptima oportunidad para ser evangelizado y tomar conciencia de los problemas sociales del mundo actual y, a la vez,  para evangelizar y hacer animación misionera en un ambiente multicultural e interreligioso”, dijo el padre Paul.

El padre Raffaello Savoia habló sobre el trabajo pastoral de los combonianos con los afrodescendientes y la contribución que dan las publicaciones “Iglesia sin Fronteras” a la promoción de los derechos de los pueblos afroamericanos en Colombia y Ecuador. La actualidad del tema se relaciona con el hecho que las Naciones Unidas declararon el año 1011 el Año Internacional de los Pueblos Afrodescendientes. En esta línea proyectó el video “Los pacificadores del Pacífico” que cuenta la vida amenazada de las poblaciones desalojadas y apiñadas en la ciudad portuaria de Buenaventura, en la región del Pacífico colombiano: lugar de violencia, terror y violación de los derechos humanos.

El vicario general, el P. Alberto Pelucchi, hizo una lectura de los datos estadísticos del número de las comunidades y de los Combonianos del 2000 al 2011 y concluyó con una reflexión comparativa entre los compromisos y el personal misionero del Instituto. El número de los Misioneros Combonianos se redujo de 154 miembros entre los años 2000 y 2011. De los 1470 Combonianos que hay en la actualidad, 526 tienen más de 70 años y 252 más de 61 años. Según el P. Pelucchi, “Esta realidad condiciona sin duda el gobierno del Instituto en la planeación y movilización del personal”.

El Hermano Daniele Giusti. A su vez, presentó las experiencias de procesos de reorganización y sistematización hechas por tres congregaciones religiosas que pasaron por situaciones parecidas a los Combonianos.

El Miércoles de Ceniza, los superiores combonianos vivieron un día de retiro en reflexión y oración. Iniciaron así el camino de la Cuaresma que conduce al misterio pascual de Cristo. El padre Manuel Joao Correia, que predicó el retiro, invitó a los misioneros a vivir la Cuaresma como un tiempo" para dar a la Palabra de Dios una morada segura y para purificar el templo del corazón, para conocer y acoger al Señor y hablar con él cara a cara, para dejarse desinstalar y tener siempre abierta la puerta del corazón a los hermanos, para tomar conciencia de los caminos falsos o equivocados y salir a la claridad de la Luz Pascual”.

“Os invito a vivir la Cuaresma como un camino ‘de las cenizas sobre la cabeza al agua sobre los pies” /Don Tonino Bello), o sea un camino – de la cabeza a los pies –, de humildad, de servicio, y de amor a Dios y al prójimo”,  exhortó el misionero.