Sábado, 28 de mayo 2016
El día 7 de Mayo tuvimos el honor de recibir en nuestra misión de Kilenso, Etiopía, al Nuncio Apostólico, Arzobispo Luigi Bianco, y al Obispo emérito de Awasa, Msgr. Lorenzo Ceresoli, para la bendición de la iglesia y de la biblioteca pública “San Daniel Comboni” en el pueblo de Adoola. En línea con las directrices de nuestro Instituto y la iglesia local, hace ocho años decidimos como comunidad religiosa enfocar nuestro atención pastoral en Adoola, el pueblo más importante de la región, a 35km de la misión, donde la Iglesia Católica era casi inexistente. La invitación de familias de diferentes lugares alrededor de la ciudad para abrir nuevos catecumenados y la situación inadecuada de vivienda para la mayoría de los estudiantes en la ciudad nos llevaron a realizar los siguientes proyectos: Obtención de un terreno al centro de la ciudad, la creación de un programa de formación de nuevos catequistas para la construcción de nuevas comunidades y la construcción de una Biblioteca Pública, un lugar adecuado y a beneficio de los más de 5 mil estudiantes en la ciudad. El impacto pastoral ahora son las 15 nuevas comunidades cristianas en la zona. La construcción de la Iglesia es tan sólo la expresión externa del trabajo interno de formación. El impacto educativo es la biblioteca que cuenta con más de 4 mil libros para los120 estudiantes que deseen atender al mismo tiempo este lugar.

La Iglesia Católica, a través de los Misioneros Combonianos, tiene 35 años de presencia en las montañas del sureste de Etiopía compartiendo el evangelizando entre los Guyi, un grupo perteneciente a la etnia Oromo, la raza más numerosa en Etiopía del Sureste de este gran país de 85 millones de habitantes.

Aquí se encuentra la pequeña misión de Kilenso que desde sus orígenes ha permanecido “pequeña” en cuanto al número de bautizados y capillas. Sin embargo de aquí han surgido otras dos misiones (parroquias), Soddu Abala y Haroo Waato, que tienen un crecimiento constante.

En el año 2008, la comunidad religiosa de Kilenso, en línea con las orientaciones del Instituto, decidió dar más énfasis a la pastoral urbana y empezó a seguir más de cerca al par de familias, al grupo pequeños de simpatizantes que se nos acercaban de diferentes lugares del alrededor y a la veintena de estudiantes católicos dentro del pueblo de Adoola, a 35km de la misión.

Inmediatamente empezamos el trabajo a nivel pastoral: asistencia sacramental a los ya bautizados y formación catequética a los líderes de las nuevas comunidades que se empezaron a acercar para abrir catecumenados en sus aldeas. Después de 8 años de constante presencia en esta zona contamos ahora con ocho comunidades bien establecidas y otras ocho formándose para ser bautizados en un futuro cercano.

Adoola tiene más de 12 mil estudiantes en la ciudad y alrededor de 4 mil son de estudios medios o altos (secundaria, técnica y preparatoria). La mayoría de estos estudiantes emigran de las aldeas o poblados alrededor. Así surgió la idea de construir una Biblioteca Pública para facilitarles un lugar adecuado para sus estudios. La biblioteca cuenta con más de 4 mil libros y 9 computadoras para su servicio.

Hace 4 años pudimos obtener un terreno en el centro del pueblo y sobre el camino principal para desarrollar el proyecto Iglesia-Biblioteca el cuál está dedicado a San Daniel Comboni. Este proyecto es la expresión de todo el trabajo que hemos estado haciendo en el pueblo de Adoola para construir la comunidad cristiana y hacer más conocido el nombre de la Iglesia Católica en la zona que era casi completamente desconocido.

Las construcciones terminaron y su bendición se realizó el 7 de Mayo. Las bendiciones, primero de la iglesia y después de la biblioteca, se realizaran en un ambiente de mucha alegría y agradecimiento a Dios por llevar a conclusión los proyectos. Ahora, así como lo mencionó el obispo en su homilía, es el momento de continuar construyendo con más empeño la comunidad cristiana sobre los cimientos que se han fundado en la corta historia de la Iglesia en este pueblo de Adoola. El trabajo más ‘arduo’, el de construir cristianos continua como nuestra tarea principal en esta misión. Dios nos fortalezca y nos bendiga siempre.
P. Hernández Jaime Pedro Pablo Leobardo


P. Hernández Jaime Pedro Pablo Leobardo y Msgr. Lorenzo Ceresoli.