VI Asamblea Internacional de los Laicos Misioneros Combonianos en Roma

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Jueves, 13 de diciembre de 2018
Del 11 al 17 de diciembre se está celebrando en la Casa General de los  Misioneros Combonianos en Roma, la VI Asamblea Internacional de los Laicos Misioneros Combonianos (LMC), un evento que tiene lugar cada seis años. En total, son 51 participantes. Además de los representantes de los LMC y de los combonianos que los acompañan en sus respectivos países, venidos de 20 países de África, Europa y América, participan también la hermana Ida Colombo, del consejo general de las Misioneras Combonianas y Maria Pia Dal Zovo, del consejo central de las Seculares Misioneras Combonianas.

La Asamblea se inició con las palabras de bienvenida pronunciadas por el Alberto de la Portilla, coordinador del Comité Central de los LMC, y el P. Pietro Ciuciulla, en nombre del Consejo General de los Misioneros Combonianos [ver adjunto en italiano y español].

La mañana del primer día, 11 de diciembre, se dedicó a la oración, la reflexión y el compartir, guiados por los Gonzalo Violero García y María Carmen Polanco Delgado, ambos LMC de España. Por la tarde, los participantes estuvieron reunidos por continentes.

El segundo día cada continente presentó el informe de las actividades realizadas durante los últimos seis años y presentaron sus principales desafíos en relación al futuro. En la misma línea, se siguió la presentación del informe del Comité Central y el informe económico de 2012 a 2018.

Por la tarde, se inició la reflexión del primer tema de la Asamblea, que está relacionado con la organización de los LMC (composición, estructura, comunidades internacionales y economía).

Hoy y en los próximos días, se debatirán otros tres grandes temas: formación y espiritualidad, la misión de los laicos y los documentos fundamentales de los LMC. Se dará tiempo para hablar de un modo especial sobre las comunidades internacionales para compartir las experiencias de la vida de los LMC en los diversos contextos continentales e informar sobre la actual relación de los LMC con la Familia Comboniana.

En los momentos de oración y en la Eucaristía también están presentes todas y todos los LMC y, en especial, los que se encuentran trabajando en contextos difíciles como, por ejemplo, en la República Centroafricana.

Que la luz del Espíritu Santo sea el faro que ilumine a los participantes en esta Asamblea y a los LMC en general, para que sean capaces de dar continuidad a la obra y al carisma iniciados por San Daniel Comboni.

Palabras de bienvenida por el P. Pietro Ciuciulla,
en nombre del Consejo General de los Misioneros Combonianos

P. Pietro Ciuciulla, del Consejo General de los Misioneros Combonianos.

Asamblea General de los LMC
Roma, 11-17 de diciembre de 2018

En nombre del P. Tesfaye, Padre General de los Misioneros Combonianos, de los otros Asistentes Generales, P. Jeremías, P. Alcides y Hno. Alberto, y en mi nombre, os doy la bienvenida a esta casa y os saludo con alegría en el Señor Jesús, "misionero del Padre", que nos asocia a su misión y nos envía al mundo a anunciar el Evangelio y a compartir la vida con los más pobres y empobrecidos de la historia, o como amaba decir San Daniel Comboni, a los más pobres y abandonados.

Si hoy estamos aquí es porque en un momento de la historia de la humanidad y de la Iglesia, Dios decidió hacernos un nuevo regalo de amor a través del carisma comboniano. El carisma concedido a San Daniel Comboni, que, gracias a los muchos hombres y mujeres que lo han vivido y compartido, ha llegado hasta nosotros hoy. Debemos estar agradecidos a todos aquellos que, viviendo el carisma y del carisma, nos lo han transmitido y nos lo han confiado. Somos hoy herederos de este don de Dios a la humanidad y a la Iglesia.

El carisma que hemos heredado no es una realidad estática; al contrario, crece y se desarrolla, revelándonos riquezas insospechadas contenidas ya en él, pero aún no conocidas. Cuanto más vivimos el carisma, más lo profundizamos y más se nos revela. Y así, por ejemplo, la familia comboniana se ha enriquecido y ahora está formada por MCCJ, SMC, Combonianas seculares y LMC. Pero en realidad los laicos no son los últimos en llegar, al contrario, han formado parte del carisma desde el comienzo de la historia comboniana, de hecho, entre los primeros misioneros de Comboni había varios laicos.

Por lo tanto, es maravilloso veros reunidos aquí hoy y pensar que hay otros muchos LMC que vosotros representáis y que están dispersos en diferentes partes del mundo.

Un encuentro como el de hoy es sin duda un momento importante en la vida de los LMC. Un momento para mirar al pasado y descubrir la fidelidad de Dios a vosotros y a los pueblos con los que compartís vida y misión. La fidelidad de Dios a aquel carisma suscitado hace más de 150 años, pero que todavía hoy sigue vivo con un mensaje fuerte para comunicar al mundo de hoy. Es también un momento para mirar hacia el futuro, para programar, pero también para arraigarse cada vez más en la confianza en Dios que nunca nos abandona y nunca abandona a esta humanidad que parece tener cada vez más dificultades para abandonarse en los brazos del Padre como lo hizo el Señor Jesús. Pero es ciertamente un momento para vivir el presente como un don de Dios para cada uno de nosotros y para el mundo en el que vivimos.

Estoy cada vez más convencido de que el carisma comboniano sigue siendo válido hoy y es un mensaje del amor de Dios a nuestro mundo cada vez más globalizado e indiferente a los sufrimientos de millones de hermanos y hermanas empobrecidos en una sociedad incapaz de compartir la riqueza entre todos, pero que desecha y elimina, para que unos pocos sean cada vez más ricos y muchos cada vez más pobres.

Os agradezco por permitirnos descubrir siempre nuevas riquezas contenidas en el carisma que compartimos y porque nos mostráis la misión hoy, vivida como laicos combonianos con toda la variada riqueza que aportáis en vuestro movimiento. No subestiméis la variedad de vuestras experiencias de "misión" y la forma de hacer misión hoy. La globalización cambia el mundo, pero al mismo tiempo cambia la misión. El paradigma misionero ha cambiado y sigue cambiando. ¿Qué significa ser y hacer misión hoy?  ¿Cuál es la fidelidad al carisma que nos pide ser tan audaces como lo fue nuestro Daniel Comboni? Fidelidad no significa permanecer atado al pasado, sino atreverse a hacer cosas nuevas iluminadas por la experiencia de la fidelidad de Dios a su pueblo.

Os deseo una asamblea que os haga experimentar ante todo la presencia de Dios en vuestra vida y en la vida de las personas con las que compartís la vida y la misión.

Os deseo una asamblea que os haga descubrir la actualidad del carisma comboniano y os haga osar por la misión.

Os deseo una asamblea que os ayude a trazar el camino para los próximos años con la audacia y la fe de San Daniel Comboni.

Toda la familia comboniana os acompaña con la oración. Buena asamblea!

P. Pietro Ciuciulla, mccj
Roma, 11.12.2018

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