Miércoles, 23 de julio 2025
El viernes 18 de julio de 2025, en la parroquia de San Luis IX, Petén, Guatemala, se llevó a cabo la profesión perpetua del comboniano guatemalteco David Eduardo Romero Chajón, de 31 años de edad, originario de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Villa Nueva, Guatemala. La celebración fue presidida por el superior provincial P. Juan Diego Calderón Vargas.

El día sábado 19 de julio de 2025, a las 10:00 a.m., en la misma parroquia se celebró, llenos de júbilo misionero, su ordenación diaconal, presidida por Monseñor Mario Fiandri S.D.B., Obispo del Vicariato de Petén.

“Ustedes son la sal de la tierra y la luz del mundo” (Mt 5, 13-16). Con esta invitación a la conciencia misionera, se vivieron la Profesión perpetua y la ordenación diaconal de nuestro hermano David. En ambas celebraciones participaron familiares y amigos cercanos del nuevo diácono, así como la familia parroquial de San Luis Petén, las religiosas que trabajan en la parroquia y los laicos misioneros combonianos, quienes unieron esfuerzos para realizar esta celebración misionera desde una perspectiva y práctica sinodal.

En la misa de votos perpetuos P. Juan Diego exhortó a David que imitara a Samuel, y que su vida sea una continua respuesta a Dios “habla Señor, que tu siervo escucha” y que, así como el Evangelio de las Bienaventuranzas lo enseña, pueda sentirse plenamente dichoso por consagrar su vida por los más pobres y abandonados, dando a conocer el rostro misericordioso de Dios.

En la homilía de la ordenación diaconal, Monseñor Mario Fiandri enfatizó la vida de oración y servicio que el diácono debe prestar a la Iglesia, destacando que “por ella se debe entregar total y plenamente”. Le invitó a vivir su diaconado dejando que la acción del Espíritu Santo lo ilumine y a vivir su celibato y castidad como un don de Dios y una acción fecunda tanto pastoral como espiritualmente. Señaló que no se puede sostener la castidad sin oración, y que, sin ella, el religioso misionero sería un “desdichado solterón” que no sería feliz ni haría felices a quienes lo rodean.

Asimismo, le invitó a no solo estar con el Señor, sino a permanecer enamorado de Jesús, pues un hombre enamorado se entregará plenamente. Le animó a imitar la entrega y vida de oración de San Daniel Comboni, para que también pueda exclamar como él: “El día más feliz de mi vida será el día en que pueda dar mi vida por ustedes”.

La provincia de Centroamérica está de fiesta, una fiesta de acción de gracias a Dios por la profesión perpetua y la ordenación diaconal de nuestro hermano comboniano David. Que San Daniel Comboni y nuestra Madre, la Virgen María intercedan por él, y que el corazón traspasado de Cristo Buen Pastor le conceda la gracia de ser un misionero comboniano “santo y capaz”.

David, el nuevo diácono, realizó sus estudios teológicos en Perú y actualmente se encuentra en la parroquia de San Luis, Petén, en Guatemala.

Esc. Víctor Manuel Pamal Cojolón mccj