In Pace Christi

Belotti Giuseppe Eugenio

Belotti Giuseppe Eugenio
Fecha de nacimiento : 29/12/1942
Lugar de nacimiento : Capriolo
Votos temporales : 18/03/1967
Votos perpetuos : 04/06/1972
Fecha de fallecimiento : 14/05/2007
Lugar de fallecimiento : Milano

Hno. Giuseppe Eugenio Belotti (29.12.1942 – 14.05.2007)
La muerte del Hno. Giuseppe Eugenio Belotti, en nuestra casa de Milán, nos ha cogido de sorpresa a todos los que le conocíamos. Se sabía que no estaba bien y que por esto se había retirado a una casa de reposo a su pueblo natal, pero sus condiciones no dejaban presagiar mínimamente un fin tan rápido.
El Hno. Giuseppe había nacido el 29 de diciembre de 1942, en Capriolo (BS), último de numerosos hermanos y hermanas. Muy pequeño todavía perdió a la madre. Esta pérdida debió señalar de modo indeleble su existencia. Se podía intuir la nostalgia de la madre, cuando se definía “huérfano de madre”. Aprendió pronto el oficio de sastre de su cuñado Gigi, en cuya sastrería trabajó hasta los 18 años, cuando comenzó a ayudar al padre que era cartero. Giuseppe siempre manifestó mucha estima por su padre, casi devoción: hablaba de él con respeto, como de un hombre bueno y prudente. El orgullo de trabajar junto al padre que amaba, le hizo apreciar este trabajo que siempre recordará con satisfacción.
El Hno. Giuseppe era de carácter reflexivo y su caso personal, le había hecho particularmente sensible a los sufrimientos de los demás. Un día que, en la misa dominical, había sentido al párroco decir que había que acordarse de los menos afortunados que nosotros, tomó como dirigida a él esta invitación. Habló con su párroco, don Lino Tominelli, con el que empezó una dirección espiritual.
Algún mes después, se presentó a la puerta del seminario de las Misiones Africanas de Brescia. La vocación hacia los que eran “menos afortunados” que él se precisaba. En septiembre de 1964, a los 22 años, era admitido como postulante en Gozzano y el 18 de marzo de 1967 hacía la primera profesión religiosa. El Hno. Belotti recordaba siempre con gran reconocimiento este su primer “sí”: Incluso a tantos años de distancia quería que en la santa Misa de la comunidad, se recordase este aniversario.
Destinado a la Casa Madre de Verona, su primera tarea, que duró hasta 1972, fue la de ocuparse de la ropería. Llegaban todavía numerosas peticiones de sotanas negras para las primeras profesiones y de hábitos blancos para la misión. Era también el tiempo en que el Hno. Angelo Viviani estaba cada vez más agobiado por la exigencia de asistir a los hermanos enfermos y el Hno. Giuseppe se prestaba con gusto a ayudar en la enfermería. Más aún, como era muy meticuloso, pidió a los superiores realizar un curso de enfermería en el hospital de la ciudad, obteniendo el diploma.
Finalmente, también para él se había abierto la tan suspirada puerta de la misión en Africa. En 1972 hizo un curso de inglés en Londres y después uno de kiswahili en Tanzania. Destinado a la provincia de Kenia, trabajó en las misiones combonianas de Kapenguria y Makindu. Aquí fue feliz de ejercer su diploma de enfermero: junto a una religiosa Comboniana, cada día se cuidaba de cerca de 150 niños que llenaban el dispensario. En la misión había abierto también una pequeña escuela artesanal donde enseñaba costura y carpintería. Pero, sobre todo, estaba orgulloso de ser “el Hermano de la misión”.
Después de un período de reposo bastante largo en Italia, en 1979 volvió a África. Esta vez fue destinado a la misión de Morulem, en Uganda, donde había una leprosería. Para mejor asistir a los enfermos de la enfermedad de Hansen, consiguió el diploma de “leprosy assistant”. En Morulem pasó ocho años entre los enfermos de lepra, años que recordará siempre con particular orgullo.
Comenzó después un período de permanencia en varias comunidades combonianas, con cambios bastante frecuentes, debidos quizás también a una insatisfacción más profunda. Lo encontramos en Inglaterra (Londres, Leeds), en Italia (Arco, Verona), en Kenia (Ongata Rongai), de nuevo en Italia (Brescia) y por último en Uganda.
En el 2002 llegó a Rebbio, una de las casas para misioneros ancianos. Aquí el Hno. Giuseppe habría deseado ocuparse personalmente de todos los hermanos de la casa, pero no era posible a causa de los achaques que acusaba ya hacía tiempo. Se sometió, entre otras cosas, a una larga estancia en el hospital, en Génova, para exámenes y curas de la enfermedad de Hansen. Aceptó humilde y serenamente ser “el Hermano de casa”, atendiendo a la portería. En esta actividad fue apreciado por su bondad y prudencia por tantas personas que por diversas circunstancias se presentaban en portería.
Cuando se apercibió de que también el trabajo de la portería era demasiado pesado para sus precarias condiciones de salud, pidió al provincial permiso de poder retirarse a su pueblo en una casa de reposo para ancianos. Aquí pasaba las jornadas acompañando a los otros hospedados de la casa y haciendo pequeños trabajos que le hacían más alegre la convivencia.
A primeros de mayo fue llevado al hospital de Brescia para ulteriores exámenes. Después que los médicos le habían pronosticado que la enfermedad se había agravado, el Hno. Giuseppe fue trasladado a nuestra casa de Milán. Expiró sólo una semana después de su llegada, serenamente, al alba del 14 de mayo.
En los funerales, la iglesia estaba abarrotada de fieles. Sus amigos de la Casa de Ancianos y la parroquia de Capriolo con el párroco, además de sus familiares y parientes, se habían organizado con coches y autobuses para venir a testimoniar, con un último gesto de afecto, la estima por su paisano. Sus restos reposan en nuestra tumba de familia en el cementerio de Bruzzano.