El P. Gonzalo nació en Vigo (España), perteneciente a la diócesis de Tui-Vigo, el 25 de julio de 1962. Ingresó en el noviciado de Moncada, donde hizo su primera profesión religiosa el 25 de mayo de 1985. Los estudios de teología los realizó primero en Elstree, donde también hizo su profesión perpetua el 2 de junio de 1989, posteriormente en Roma donde fue ordenado sacerdote el 7 de julio de 1990 y donde permaneció hasta mediados de 1993 para completar su licencia.
En julio de ese mismo año fue destinado a la provincia de Togo-Ghana-Benín donde trabajó desde 1993 hasta el 2010: diecisiete años de entrega total y de trabajo misionero. La gente le conocía por el sobrenombre de “fada Koku”, dado que había nacido en un miércoles, lo cual demuestra lo mucho que había calado en la vida de la gente, en su lengua y en su cultura.
En esos diecisiete años, podemos distinguir tres fases distintas: la primera fase (1993-2001) más de trabajo pastoral, entre Ghana (Sogakope, Abor y Accra) y en Togo (Kouvé); en la segunda fase se dedicó a la promoción vocacional y a la animación misionera. En la tercera fase, su foco de atención fue la economía.
En el trabajo pastoral, el P. Antonio Gonzalo desarrolló su trabajo pastoral en Sogakope y en Kouvé (1993-1996) en medio de una religiosidad tradicional muy arraigada, el vudú, y donde el anuncio de la Buena Nueva requería de los misioneros que estuvieran entre la gente como humildes servidores del Evangelio, siguiendo las pequeñas comunidades dispersas por las aldeas. Joven y de buen carácter, el P. Gonzalo se metió de lleno en el ministerio pastoral con entusiasmo. Su relación con los jóvenes, fácil y amigable, hizo que los superiores se fijaran en él para encomendarle otra misión distinta: la promoción vocacional y la animación misionera en Ghana.
Así comenzó su segunda fase en la provincia. En aquel año se buscaba hacer crecer la presencia misionera comboniana, tras la beatificación de Daniel Comboni, dando prioridad a dos aspectos del carisma: promoción y animación. El P. Antonio regresó a Abor (1996) para dar los primeros pasos en la promoción vocacional, siguiendo a un pequeño grupo de jóvenes con inquietudes misioneras. Sin embargo, dado que los jóvenes se encuentran en mayor número en las grandes urbes, se dedujo que había que trasladarse a la capital. Los combonianos ya tenían una casa en Kaneshie, comprada por el P. Angelo Confalonieri, y que podría servir como una sede comboniana. El P. Gonzalo fue el primer superior de aquella comunidad (1999) y así pudo ampliar su trabajo con los jóvenes. El CAM, Centro de Animación Misionera, nació precisamente en Kaneshie y el P. Gonzalo fue su primer animador. Se intentaba, con la ayuda de los cohermanos, de dar a conocer la labor de los Combonianos en la archidiócesis de Accra, y de tener encuentros periódicos con los sacerdotes y con los jóvenes. El P. Gonzalo dio lo mejor de sí mismo en aquellos años de juventud que le llevaron, junto al P. Francisco Machado, a la creación de la parroquia comboniana “Nuestra Señora de la Asunción” de la zona New Achimota de Accra.
Por aquel entonces, en el 2001-2002, el P. Gonzalo participó en el Año Comboniano en Sudáfrica y al concluir ese año regresó de nuevo al TGB y abrió una nueva página en su experiencia misionera. Fue la tercera fase de su servicio misionero: tuvo que ejercer como ecónomo provincial. Tras un periodo de aprendizaje con su maestro, el P. Antonio Arbor, a la sazón ecónomo provincial saliente, durante ocho años el P. Gonzalo fue hasta el año 2010 el administrador provincial y el animador de la vida económica en la provincia. Aquellos eran los días en los que a nivel del Instituto se intentaba llegar a la creación del Fondo Común Total, como medio de autofinanciación de las provincias. El P. Antonio se entregó de lleno con competencia y seriedad y con atención a los cohermanos para recorrer juntos ese nuevo camino. Tan apreciado fue su trabajo a nivel de todo el Instituto que entró a formar parte del Consejo General de la Economía en representación del África francófona. Junto a estas tareas, los días del P. Gonzalo transcurrían con dedicación a las tareas pastorales: el número de cristianos que cada domingo acudía a la iglesia seguía en aumento. También hacían acto de presencia los pobres a los cuales Gonzalo ayudaba, y seguí con interés y amor a los enfermos de Sida. “El P. Gonzalo era un hombre de oración y de acción”, así ha escrito el P. Victor Kouandé en su testimonio. “A pesar de sus múltiples tareas, siempre sacaba tiempo para la oración personal y comunitaria. Como ecónomo era muy preciso y meticuloso. Amaba a San Daniel Comboni y se sentía muy identificado con su vocación misionera que vivía con serenidad y humildad. Era cercano a la gente y sabía escuchar los problemas de las familias”.
En marzo de 2011, con el nombramiento de un nuevo ecónomo provincial, el P. Antonio salió de Togo para regresar a su provincia de origen. Ya en España fue destinado a la comunidad de Madrid donde le fue encomendada la tarea de administrador provincial. Como ya se ha mencionado formaba parte del Consejo General de la Economía.
El P Gonzalo falleció el 29 de marzo a causa del Coronavirus. “Unos días antes – escribe el P. Pedro Andrés, superior provincial- durante el Consejo Provincial para discutir sobre cuestiones económicas, el P. Gonzalo tosía mucho y se auto confinó en su habitación para seguir trabajo telemáticamente desde allí. Le gustaba tanto su trabajo que a menudo no pensaba en sí mismo y hubo que recordarle que era mejor que se auto confinara. Los cohermanos contactaron con el centro de salud para requerir sus servicios sanitarios y dedujeron que el P. Gonzalo presentaba “síntomas compatibles con la infección del Coronavirus Covid19’ y que debería guardar reposo. En los días siguientes, parecía que su situación se había estabilizado y el P. Gonzalo aseguraba sentirse mejor: nadie se podía imaginar que el Coronavirus le hubiera golpeado a traición y con tanta rapidez”.