Combonianos de Lima: Carta de Solidaridad con el pueblo de Cajamarca

Immagine

Roma, lunes 9 de julio 2012
Con ocasión de las Fiestas Patrias, el boletín Chasqui de la parroquia comboniana Cristo Misionero del Padre de Lima publica una carta sobre los conflictos que asolan el país, incluida la capital, ocasionados por la explotación minera que en poco beneficia al pueblo peruano y se ha convertido en una auténtica amenaza al medio ambiente. El texto es firmado por los padres Florentino Hernández, Renzo Pallaro, Lorenzo Diez y Juan Goicochea. Es la respuesta de la preocupación pastoral de los misioneros ante una situación que continua a cobrar víctimas mortales y a maltratar la naturaleza, don de Dios para todos sus hijos.

Queridos/as hermanos/as.
Estamos celebrando el mes patrio en medio de un clima de confusión y desorientación a raiz de los constantes conflictos sociales y políticos que estamos viviendo en nuestro país. A un ano del nuevo gobierno hay que reconocer los esfuerzos de su gobierno, como también sus desaciertos y las preocupaciones de la población. Positivo es la creación del Ministerio de Inclusión Social, sin olvidar que ello significa inclusión económica, social, cultural, étnica y geográfica. En el sector de la Economía vemos que tanto el inversionista nacional como internacional, ha recobrado la confianza y sus temores iniciales han desaparecido. Hay buenas relaciones internacionales, el Perú sigue creciendo, además claro está, que inclusión social, no se puede lograr sin dinero. En el campo de la Educación se está luchando por la igualdad en la educación, sobre todo en provincias y en las zonas rurales. El esfuerzo de erradicar el narcotráfico y el terrorismo, empezando desde el Vrae, es válido, aunque clara está la necesidad de una estrategia adecuada para luchar en una zona desconocida y ante enemigos fuera y dentro de las mismas Instituciones y Fuerzas Armadas.

Preocupante es, sin embargo, la criminalización de las protestas utilizando el poder judicial. Tanto en el campo de la corrupción, como en Derechos Humanos y seguridad nacional hay una parálisis total y cero en iniciativas. El Estado sigue protegiendo a la empresa, más no al ciudadano de a pié. Se quiere lograr una inclusión social degradando la naturaleza y explotando nuestros recursos minerales sin medida. Inclusión tiene que suponer una minería responsable, empezando por un ordenamiento territorial, dialogando con las autoridades locales, regionales y con su población, evaluando dónde se puede, dónde no se puede y qué tipo de minería se puede realizar en tal o cual territorio. El punto no es si Conga va o no va, no miremos “sólo el árbol, sino el bosque”, es decir, los países que demandan nuestros recursos minerales, demográficamente siguen creciendo, por tanto, nos preguntamos: Tenemos que seguir abasteciendo su demanda cada vez mayor a base de la explotación irracional de nuestros recursos minerales? Tendremos que seguir destruyendo el Amazonas para abastecer la ambición de otros? Los ecosistemas si tienen un límite. Tendríamos que preguntarnos qué política necesitamos para asegurar nuestra sobrevivencia? Existe otra posibilidad de desarrollo? Para ello habrá que invertir más en la formación de una conciencia crítica y ecológica, en lugar de invertir en “parquesitos”.

Además de dar una miradita a nivel nacional, esta fiesta es oportuna para preguntarnos y qué estoy hacienda yo por mejorar a mi país. No podemos cantar emocionados “Contigo Perú” mientras seguimos robando, evitando pagar impuestos, discriminándonos entre peruanos, faltándonos en la propia familia, contaminando nuestra tierra, matándonos los unos a los otros, etc. Cantar “contigo Perú” es un compromiso y responsabilidad; significa estar dispuesto a sumar y no restar, significa trabajar y no vivir a costas de los demás, significa ponerme la camiseta de mi país haciendo sencillamente bien lo que tengo hacer, es decir, como diría Gabriel Mistral en uno de sus poemas, donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú, donde haya un esfuerzo que realizar, realízalo tú.

Como parroquia, queremos celebrar nuestra “Fiesta de Solidaridad” como signo de lo que buscamos vivir durante el ano, trabajando por la fraternidad a ejemplo de Jesús y de una verdadera comunidad que vive a Cristo, apostando por una fe sólida y comprometida y celebrando las maravillas que Dios viene haciendo entre nosotros. Que esta fiesta renueve nuestras fuerzas y entusiasmo para construyendo una comunidad cada vez más viva.
Felices fiestas patrias. Viva el Perú!