El 20 de diciembre de 2002 ha tenido lugar, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, la promulgación del Decreto sobre el Milagro de la causa de Canonización del Beato Daniel Comboni. En presencia del Santo Padre Juan Pablo II, han sido promulgados también otros 17 decretos de otras tantas causas de santos y beatos, entre los cuales se cuenta el Beato Arnold Janssen y la Madre Teresa de Calcuta. Por parte de la Familia Comboniana han participado al acto el Superior General, P. Manuel Augusto Lopes Ferreira, la Madre General de las Hermanas Misioneras Combonianas, Hna. Adele Brambilla y, por las Misioneras Seculares Combonianas, Anna Maria Menin. Con la promulgación del Decreto sobre el Milagro, la causa de Canonización de nuestro fundador llega a un feliz término. La noticia es oficial. Falta fijar la fecha de la canonización, que esperamos sea pronto establecida oficialmente.

DIRECCION GENERAL


Notas Generales


1. La reflexión sobre los Lineamenta
Hacemos presente a los superiores provinciales / delegados la necesidad de animar a sus propias provincias / delegaciones en el proceso de reflexión sobre los Lineamenta, de manera que todos - individuos y comunidades - participen activamente en la preparación del XVI Capítulo General. Recordamos también que la fecha límite para hacer llegar al secretario general sus aportaciones, observaciones o comentarios es el último día de febrero del 2003, como ya se anunció en la carta de presentación de los Lineamenta.

2. Carta sobre la Castidad Consagrada
Recientemente hemos enviado a todas las provincias / delegaciones una Carta del Consejo General sobre nuestro renovado compromiso en la vivencia de la castidad consagrada ante el fenómeno de los abusos sexuales, que lleva como título “Testigos del Amor del Crucificado”. La Carta ha sido impresa en seis idiomas (italiano, inglés, francés, español, portugués y alemán). Pedimos a los superiores provinciales / delegados que entreguen copia de ella a cada hermano y que animen a la lectura y estudio de la misma a todos los niveles. Las recientes declaraciones de la Santa Sede y de varios episcopados al respecto hacen más oportuna esta Carta del Consejo General y más necesaria nuestra reflexión como Instituto.

3. Encuentro de los Delegados Hermanos al Capítulo
El Consejo General ha promovido un encuentro de los Delegados Hermanos al próximo Capítulo General. El encuentro tendrá lugar en la “Casa-EUR” de Roma del 28 de marzo al 4 de abril de 2003. La finalidad es la de ofrecer a los Delegados Hermanos la oportunidad de encontrarse y de estudiar algunos de los problemas que tocan más de cerca a los Hermanos, de forma que puedan llegar al Capítulo después de haberlos profundizado. Participarán también al encuentro los formadores de Hermanos en los postulantados y CIFs así como otros invitados. Pedimos a los superiores provinciales / delegados que faciliten la participación de los interesados; y pedimos a todos, en particular a los Hermanos, que oren por el éxito de esta iniciativa.


Nombramientos
P. Vargas Egüez Ramón Alberto (NAP) ha sido nombrado superior del Escolasticado de Chicago desde el 1 de diciembre de 2002.
P. Codianni Luigi Fernando (BNE) ha sido nombrado miembro del Consejo de la Economía para América, desde el 1 de enero de 2003.
P. Zolli Fernando (C) ha sido nombrado miembro del “Follow-up Committee del PISAI-DAR COMBONI” desde el 1 de enero de 2003.


P. Lorenzo Gaiga: “Sulle orme dei martiri” (Mons. Giovanni Giordani), pp.220. Pedirlo a la provincia italiana o a la parroquia, 23020 Lanzada (SO).
P. Alberto Doneda: “Misioneros Combonianos en Ecuador y Colombia”, Editorial Sin Fronteras 2002, pp. 234, con fotografías. Es una segunda edición puesta al día. Pedirlo a la provincia del Ecuador.

Votos perpetuos
Esc. Breda Rossano (I) São Paulo (BS) 21-11-2002
Esc. Ramundo Massimo (I) São Paulo (BS) 21-11-2002
Esc. Cabascango Ulcuango Félix Angel (EC)Kinshasa (RDC) 28-11-2002
Esc. Chwaliszewski Wojciech (PO) Kinshasa (RDC) 28-11-2002
Esc. João Rodrigues da Costa (P) Kinshasa (RDC) 28-11-2002
Esc. Jorge Miguel Pereira Brites (P) Kinshasa (RDC) 28-11-2002
Esc. Merletto Matteo (I) Kinshasa (RDC) 28-11-2002
Esc. Torres Cuyubamba Noé Abel (PE) Kinshasa (RDC) 28-11-2002
Esc. Vargas Vera Ernesto (PE) Kinshasa (RDC) 28-11-2002
Esc. González Rodríguez Armando (M) Elstree (GB) 29-11-2002
Esc. Kizito Dennis Ssebunya (KE) Elstree (GB) 29-11-2002
Esc. Kouande Adekoun Victor (T) Elstree (GB) 29-11-2002
Esc. Orango Clement George (KE) Elstree (GB) 29-11-2002
Esc. Bolaños Palacios Martín Adolfo (CO) Roma (I) 20-12-2002
Esc. Güitrón Torres Rafael (M) Roma (I) 20-12-2002
Esc. Joaquim José Moreira da Silva (P) Roma (I) 20-12-2002
Esc. Mitchell Sandoval Nelson Edgar (PE) Roma (I) 20-12-2002
Esc. Quiroz Alférez Prisciliano (M) Roma (I) 20-12-2002

Ordenación sacerdotal
P. Murillo Tongo Víctor Hugo (PE) Lima (PE) 14-12-2002



ASIA

Ordenación diaconal
El 7 de diciembre de 2002, en los Salesianos, el Esc. Antonio Arnaiz Carañagan fue ordenado diácono por Mons. Socrates Villegas, obispo auxiliar de Manila. En la misma celebración fueron ordenados sacerdotes cuatro Salesianos. Muchos familiares y amigos de Antonio, hermanos y amigos de las misiones participaron en la ordenación, en la parroquia de María, Auxilio de los Cristianos, en Better Living, Paranaque. Después se tuvo un pequeño refresco en nuestra nueva casa de Sucat.

Nueva diócesis
El muy esperado y discutido plan de dividir la archidiócesis de Manila en varias diócesis, se está poniendo por obra. Durante la ordenación que acabamos de recordar, Mons. Villegas anunció oficialmente la creación de dos nuevas diócesis: Novaliches y Paranaque. Esta última confiada a Mons. Jesse Mercado, es ahora la diócesis donde se encuentra nuestro nuevo Centro Misionero de Sucat. Los Misioneros Combonianos estamos ahora presentes en tres diócesis de Filipinas: en la archidiócesis de Manila, en la diócesis de San Pablo, Laguna, y ahora, en la diócesis de Paranaque.


ECUADOR

Encuentro de formación permanente para los jóvenes
El 20 y el 21 de noviembre se reunieron los jóvenes para dos días de formación permanente. El primer día, el padre Carlos Álvarez, eudista, nos dio una charla sobre el tema “El encuentro vivo con Jesucristo”, distinguiendo dos tipos de encuentro de los discípulos con Jesús, uno al inicio y otro al final del Evangelio: el primer encuentro emociona y cambia; el segundo purifica la infidelidad y compromete. Nosotros también estamos llamados a hacer este camino.
En otra charla tratamos el tema “Nuestros jóvenes, expresión de una cultura”, intentando explicar el por qué de ciertas actitudes de los jóvenes candidatos y examinando hasta qué punto estos rasgos influyen en la vida de todos nosotros.
En el segundo día nos dividimos en grupos para responder a las preguntas: ¿cuáles son las causas de la crisis de la misión y cuáles las posibles salidas? ¿En cuáles aspectos la experiencia mística del Fundador puede hoy día ser un punto de referencia válido para los jóvenes combonianos?

Encuentro de formación permanente para los de mediana edad
En la casa provincial se desarrolló el encuentro de F.P. para los de media edad, los días 25-27 de noviembre, animados por el P. Luis Bayas, S.J., con el tema “Importancia de la auto-estima para los sacerdotes y religiosos”.
Presentándonos las “Características de la Okeidad y de la Nookeidad”, nos estimuló para mantenernos siempre con alta auto-estima, insistiendo en el valor de los estímulos, caricias. Terminamos realizando un “Feedback” o “Retroinformación”, acerca de las cualidades que veíamos en cada uno de los compañeros presentes.
El P. Enea nos presentó un folleto sobre “Animación Misionera”, partiendo de nuestra realidad Latinoamericana, como parte esencial de nuestra Evangelización y de nuestro Carisma, para concluir con las “Mociones Finales de la Asamblea de Animación Misionera, en Bogotá 2002”.
El día 27 de Noviembre, lo dedicamos a la preparación al Capítulo General y propuestas de trabajo.

Revista “Spiritus”
Como todos los años las seis Congregaciones comprometidas en el proyecto de la revista “Spiritus” nos hemos reunido en Asamblea General bajo la presidencia del P. Enea para evaluar el camino recorrido en estos primeros cinco años y programar el futuro. Hemos subrayado la positividad de ésta que es la única revista de misionologia en español, hemos evidenciado que hay que darle un mayor toque latinoamericano y hemos trazado los temas para los números de los próximos dos años: la alteridad: ¿quien es el otro? el diálogo, las heridas, el fundamentalismo; la misión: actores, lugares, ¿qué Dios estamos anunciando?
Ojalá que este servicio que unos Institutos hemos asumido con entusiasmo y espíritu de servicio, sirva para provocar una reflexión más profunda sobre la misión y nos estimule en nuestro trabajo misionero.


EGITTO

50 aniversario de la parroquia de S. José de Zamalek, Cairo
Para la celebración se pintó todo el exterior de la iglesia que se terminó en 1939, en el lugar donde la presencia comboniana se remonta a la Colonia antiesclavista León XIII, iniciada en 1888. La parroquia fue erigida en noviembre de 1952, dependiente del Vicariato Apostólico Latino de Alejandría, que ahora es el único para todo Egipto. La fiesta se ha celebrado solemnemente el domingo de Cristo Rey, con una solemne concelebración, presidida por el obispo de los latinos y con la participación de quince sacerdotes. La liturgia y los cantos fueron en diversas lenguas y, en el ofertorio, señoras africanas de diversas nacionalidades realizaron una hermosa danza. Al final, los niños de las distintas sesiones del catecismo (italiano, francés, inglés, español) se reunieron delante del altar y cantaron un himno suyo agitando en el aire los foulard de seda con el nombre impreso de la parroquia y la imagen de la Sagda. Familia.
Durante la Misa se administraron también dos confirmaciones. Para esta ocasión se ha impreso un calendario con las fotografías de la iglesia y las de sus capillas internas. También se ha celebrado el 25 aniversario de sacerdocio del P. Pierino Landonio, actual vice-párroco. El coro estuvo dirigido por el P. Angelo Anzioli. A la celebración siguió un refresco para todos. Estuvo presente también el embajador de Italia con su mujer, frecuentadores asiduos de la iglesia.


ETIOPIA

Sequía y escasez
El gobierno y muchas organizaciones humanitarias piden ayudas, a causa de gran sequía que otra vez ha sufrido Etiopía. Al menos la sexta parte de la cosecha principal se ha destruido. Se prevé que, dentro de un mes o dos, catorce millones de personas tendrán necesidad de asistencia alimenticia. En muchas zonas falta también el agua, porque los pozos se han secado. Las regiones más afectadas son: Wollo, Tigray, Afar e Bale.
Tampoco el Sidamo, donde se encuentra el Vicariato de Awasa, se ha librado de la sequía y en alguna de nuestras misiones la gente ya sufre el hambre. Se han organizado programas de asistencia, a través de las clínicas. Después de haber estudiado la situación junto a las autoridades civiles y las otras iglesias, se ha llegado a la decisión de dividir la responsabilidad de asistencia en las áreas afligidas por la sequedad, entre las diversas iglesias, las organizaciones humanitarias y las otras agencias para el desarrollo. El Vicariato de Awasa, en cooperación con los Misioneros Combonianos, busca ayudas para financiar un programa de asistencia de cinco meses para los 46.000 habitantes de Boricha Wereda, donde se encuentra nuestra misión de Fullasa.

Encuentro de Eclesiología
Del 5 al 7 de noviembre, los Misioneros Combonianos organizaron en Awasa un encuentro de reflexión, abierto también a todos los otros agentes de pastoral. El encuentro fue dirigido por el P. Francesco Pierli que condujo la reflexión sobre la situación y sobre los desafíos que nos esperan, ya sea como Misioneros Combonianos en Etiopía, ya como miembros de la Iglesia en Awasa. La cuidada lectura realizada por el P. Pierli de la situación social etiópica y de la evangelización en el vicariato, fue compartida entre unos cuarenta sacerdotes, Hermanos, Hermanas y laicos que participaron en el encuentro. Reuniones de este género a nivel diocesano son una preciosa ocasión para crecer en unidad, con los diversos Institutos religiosos presentes para trabajar en el Vicariato de Awasa. Sirven también de estímulo y es signo de crecimiento eclesial el hecho de que los Misioneros Combonianos, que fundaron la iglesia local del Vicariato de Awasa y que todavía rigen la mayoría de las parroquias, compartan cada vez más las responsabilidades pastorales con otros Institutos religiosos, tanto masculinos como femeninos y con el clero local.
Después del encuentro, los Combonianos nos detuvimos con el P. Pierli para reflexionar sobre los Lineamenta, para enfocar la atención sobre las instancias principales que presentaremos al próximo Capítulo General.

Compromiso en la educación
La promoción humana está profundamente unida a la educación. Desde los comienzos de las misiones en el Sidamo, los Combonianos se comprometieron con fuerza en la educación, invirtiendo todas las posibles energías. Actualmente, más de 14.000 reciben la educación primaria y secundaria en las escuelas católicas del Vicariato de Awasa. Es una importante contribución al desarrollo de una nación en la que todavía la mayoría de la población es analfabeta. Después de repetidas peticiones de la gente y de las autoridades locales y, después de un serio discernimiento se decidió promover algunas de las escuelas, de elementales a medias, hasta el octavo curso.
Una nueva escuela elemental fue inaugurada, el 28 de octubre, por Mons. Lorenzo Ceresoli en Sintaro, en la parroquia de Tullo. La nueva escuela acogerá a los niños de Sintaro y los alrededores, una zona remota de las colinas que rodean el lago Awasa.
En la misión de Teticha, Mons. Ceresoli bendijo, el 4, nuevas aulas necesarias para que la escuela existente pueda llegar a los cursos séptimo y octavo. Dos de las nuevas aulas, servirán, una como biblioteca y la otra como laboratorio. Para la visita a la escuela se mostraba a los invitados el material didáctico: libros de historia de Etiopía, libros en inglés y audiovisuales. Las autoridades locales han expresado su satisfacción por la contribución de la gente a la construcción de las nuevas aulas y esperan que la escuela de Teticha sea un modelo a seguir por las otras escuelas de la zona.

Nueva iglesia dedicada a la Bienaventurada Virgen María
El 30 de noviembre, la comunidad de Teticha celebró la inauguración y bendición de una nueva iglesia en Mattana Murshano, una de las 59 sucursales de la parroquia. El Hno. Fernando García Acedo ha realizado la construcción, con la colaboración y el sostén financiero incluso de la gente de Mattana Murshano. Con este motivo fueron invitados también el provincial de los Combonianos y la provincial de las Religiosas Combonianas. Mons. Lorenzo Ceresoli bendijo la nueva iglesia, rodeado por la comunidad cristiana que expresó su alegría en una vivaz y gozosa celebración eucarística.


ITALIA

Asamblea de los Superiores
Del 2 al 6 de diciembre de 2002 se desarrolló en Pesaro la Asamblea de los superiores, en la que participaron también los responsables de los secretariados y de las comisiones provinciales. El desarrollo de las cuatro jornadas de intenso trabajo fue facilitado por las intervenciones del P. Venanzio Milani, vicario general. El próximo Capítulo y la Canonización de Comboni orientaron a los superiores a una relectura atenta de la vida de la provincia y, al mismo tiempo, al esbozo de un programa concreto para el futuro, individuando prioridades, selecciones y criterios de actuación. Buscando una respuesta al cómo ser misioneros hoy en Italia, se apuntó hacia un mayor compromiso en el sector de justicia y paz, a una mejor colaboración con la iglesia local en la pastoral de los emigrados y, particularmente, a un trabajo más sentido y participado en la pastoral vocacional. Un clima de apertura y sinceridad permitió a la asamblea reconocer los puntos débiles de la provincia e indicar las posibles soluciones.

El P. Antonio Piacentini y sus veinte mil
Milán, 12 de diciembre de 2002: misa de “agradecimiento” a Dios por la vida y la persona del P. Antonio Piacentini, Misionero Comboniano y Fundador del Movimiento de los Pequeños Hermanos y Pequeñas Hermanas de María. Los numerosos participantes a los funerales pensaron representar a los cerca de veinte mil adherentes al Movimiento, hoy presentes en ¡17 naciones! El P. Rafael González Ponce, asistente general, al trazar un cuadro de su presencia en México, describió al P. Antonio como el hombre sencillo, humilde y gozoso que siempre dejó trabajar al Espíritu, particularmente al fundar su Movimiento. No es ciertamente una coincidencia que el P. Antonio, devotísimo de la Virgen, haya muerto, de repente, el día de la Inmaculada Concepción y haya sido sepultado el 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.

Nota para provinciales y delegados
Para un mejor servicio a los hermanos ancianos/enfermos y para una programación más eficaz de los C.A.A., se ruega a todos los provinciales y delegados interesados que se dirijan al encargado del sector, es decir, al P. Teresino Serra, vice-provincial de Italia: combopes@libero.it Como alternativa, al secretario provincial: provibl@tin.it Se recuerda que no es correcto dirigirse directamente a los hermanos que trabajan en los CAA, a no ser que se trate de una emergencia, y que para nosotros es bastante molesto encontrarnos ante hermanos que llegan sin previo aviso. Todos son bienvenidos, pero sólo con una buena colaboración y comunicación es posible asegurarles una asistencia adecuada.

Pequeños Proyectos
La Onlus (Organización no lucrativa de Utilidad Social) “Mondo Aperto”, puede presentar a instituciones bancarias, ayuntamientos, empresas, bienhechores, etc. “Pequeños Proyectos” (desde 2.500,00 a 10.000,00 Euros) presentados por los Combonianos en campo de misión. Los proyectos deberían enfocar los múltiples problemas de orden educativo, formativo, de salud (Sida), huérfanos, ayudas humanitarias, religiosos, situaciones de emergencia y otras situaciones concretas. El proyecto debe ser presentado brevemente y con claridad (una media página o poco más), enumerando: 1) objetivo general del proyecto; 2) los fines y objetivos específicos que el proyecto deberá alcanzar; 3) los resultados esperados, es decir, cuáles son los efectos tangibles y los beneficios de la acción y qué modificaciones y mejoras se producirán con el proyecto; 4) cuáles son los medios necesarios para el desarrollo de las actividades: personal, equipo, formación, estudios, abastecimiento, enseres; 5) valor total del proyecto (que es la suma de las diversas voces).
Las peticiones deben mandarse al P. Walter Borghesi, Missionari Comboniani, Vicolo Pozzo 1, 37129 Verona (Italia). Fax 39-45/803.1455. E-mail: walter.borghesi@comboniani.org


KENYA

Asamblea sub-continental de Animación Misionera
Del 11 al 15 de noviembre de 2002 se tuvo en Nairobi, en la casa provincial de los Misioneros Combonianos la asamblea sub-continental de Animación Misionera. Participaron once sacerdotes, un Hermano, ocho Religiosas y, de las Direcciones Generales, la Hna. Maria Grazia Campostrini y el P. Jaime Calvera Pi. El encuentro fue preparado por el P. Paulino Twesigye y la Hna. Teresa Raimondo, con el coordinador P. Umberto Pescantini. Las intervenciones fueron muy apreciadas, especialmente la del P. Francesco Pierli y las discusiones fueron vivaces al buscar cómo proceder, para promover la misión en la Iglesia Africana. Los participantes apreciaron el encuentro con varias comunidades de la zona, como el CIF, la comunidad de Sudan Sur y la casa provincial de las religiosas Combonianas.

Elecciones gubernativas
Kenia está viviendo un momento muy delicado de su historia de nación joven. El presidente Moi se retira después de veinticuatro años de poder, y el 27 de diciembre habrá elecciones de un nuevo gobierno. La campaña electoral es entre dos principales oponentes: el KANU, partido en el gobierno desde la independencia, y el NARC, una coalición de partidos en la oposición. Hasta ahora no ha habido episodios de intransigencia y se espera que la confrontación pacífica perdure hasta la conclusión de las elecciones. Se desea también que el nuevo gobierno tenga verdaderamente interés en el bien de la gente, especialmente de las áreas olvidadas, como aquellas en las que nosotros prestamos nuestro servicio misionero.

Nuevo curso en el Tangaza College
En el contexto del diálogo cristiano-musulmán, el Tangaza College de Nairobi ofrecerá, desde agosto de 2003, un curso de un año sobre: Encuentro Cristiano-Musulmán. El P. Guy Vuillemin, antes director de este curso en el PISAI de Roma, será también el responsable del curso en el Tangaza College. Estamos seguros de que este es un buen paso adelante y nos esperamos una buena participación. El curso se propone: 1) ayudar a los cristianos, católicos y de otras Iglesias, a resolver, en un clima de diálogo, los problemas pastorales y sociales que se derivan de la coexistencia cristiano-musulmana; 2) hacer conocer al Islam y a los musulmanes. El curso presupone una cierta experiencia de trabajo pastoral, pero no exige el conocimiento de la lengua árabe.


USA-Canada

Provinciales de las Américas en Chicago
Del 4 al 9 de noviembre, los provinciales/delegados de Colombia, Ecuador, Brasil Sud, Brasil Nordeste, México, Perú y de la NAP se reunieron en La Grange Park con el asistente general, P. Rafael González Ponce, para tratar de muchas cosas del pasado y del futuro. Pudieron visitar los diversos lugares en los que tenemos compromisos pastorales y sociales en la zona. Visitaron la Catholic Theological Union, donde estudian nuestros escolásticos y donde enseñan los PP. Archimede Fornasari y Charles Walter. El P. Walter hizo una hermosa presentación de la escuela y los huéspedes tuvieron un interesante encuentro con el director P. Senior. Durante la visita al escolasticado, participaron en una hermosa liturgia. También tomaron parte en el dinner-dance anual de la comunidad de La Grange y en la eucaristía dominical en una parroquia Afro-Americana.
Los más animosos subieron a la Sears Tower, el más alto edificio de América. La única nota triste fue la falta del P. Jean Pierre Legonou al que se le negó el visado para venir a los USA. Hemos sentido su falta, pero intentar resolver el problema con la burocracia gubernativa ha sido una pérdida de tiempo. Nos volveremos a ver en el próximo encuentro en agosto de 2003.

Oficina misiones
A finales de octubre, el P. Giuseppe Bragotti participó en el encuentro anual de la Asociación Católica Misionera de los Estados Unidos, una organización que reúne personas y Institutos que se dedican a las misiones. Cerca de 180 misioneros de toda la nación participaron en el encuentro que se tuvo en Raleigh, en Carolina del Norte. El tema de este año era: “Diálogo Inter-religioso”, y varios presentadores de fe diferente contribuyeron al éxito en una docta y devota atmósfera. Algunos de los participantes tomaron parte en la oración del viernes en la mezquita local, mientras la liturgia dominical se tuvo en una gran parroquia, multirracial, en la periferia de la ciudad. Los católicos de Carolina del Norte son una pequeña minoría y nuestra presencia misionera ha servido, al menos un poco, para hacer más significativa la presencia de la Iglesia.

Comboni Mission Center – Cincinnati
Por la cincuenta y tres vez ofrecemos nuestra contribución al tiempo natalicio con el “nacimiento”. El de Cincinnati fue una de las primeras cosas ofrecidas al público por nuestros hermanos, a finales de los años 40. Los abuelos que lo visitaron, cuando eran niños, llevan ahora a sus nietecitos a participar en esta tradición natalicia de Cincinnati. Los visitantes pueden encontrar a la comunidad, visitar el museo misionero y la Comboni Hospitality Room, gestionada por el personal y las Comboni Ladies Auxiliary.


PERU - CHILE

Parque en honor de Mons. Daniel Comboni
La mañana del domingo, 24 de noviembre, la comunidad cristiana de “Los Doce Apóstoles” de Chorillos, en la periferia de Lima, quiso honrar la memoria de sus fundadores, los misioneros combonianos, dedicando el parque que se extiende delante de la iglesia parroquial, a Mons. Daniel Comboni. La ceremonia comenzó con una emocionante celebración eucarística, presidida por el superior provincial, P. Conrado Franco, acompañado por el párroco, P. Fidel Zavaleta, por el clero diocesano y una representación de las comunidades combonianas de la ciudad de Lima y de otras localidades de la provincia, de las Religiosas Misioneras Combonianas y de algunos laicos misioneros combonianos. La iglesia estaba llena de amigos, colaboradores, miembros de la parroquia que de diversos modos (además de en sus discursos) expresaron de nuevo gratitud y simpatía por los Misioneros Combonianos, en particular por los compañeros de un camino parroquial de veinticinco años. Inmediatamente después de la celebración eucarística, se procedió a la bendición de un busto del beato Daniel Comboni, en el mismo parque. Las demostraciones de afecto y reconocimiento, la alegría del encuentro y el deseo de hacer una foto con los “padrecitos” delante del busto de Comboni, hicieron de la ceremonia un momento emocionante de convivencia familiar. La parroquia de “Los doce Apóstoles” fue fundada por los Combonianos en 1970, y en 1995 la parte más urbanizada de ésta fue entregada al clero local.

Ordenación sacerdotal del diácono Víctor Hugo Murillo Tongo
El 14 de diciembre de 2002, se tuvo la ordenación de otro comboniano peruano. Para preparar el acontecimiento, en el barrio se realizó un “bingo” para recoger fondos. El día de la ordenación, la capilla “Virgen de Lourdes” de la parroquia de “Nuestra Señora de la Esperanza”, estaba llena como no lo había estado nunca antes. Entre los presentes, no podían faltar las Religiosas Combonianas que, por más de un decenio, habían trabajado en la zona: una de ellas, Hna. Pía, inició a Victor Hugo en su vocación misionera. Estaban presente también, además de sus padres, familiares y amigos, sus padrinos de bautismo. La ceremonia fue presidida por Mons. José Ramón Gurruchaga, obispo de Lurín, acompañado del P. Conrado Franco, algunos Combonianos y otros sacerdotes de la diócesis. Mons. Gurruchaga, en su homilía, elogió a los Combonianos, subrayando el hecho de que un misionero de su diócesis será enviado al continente africano a anunciar el Evangelio. Terminada la ceremonia todos se felicitaron con el neo-sacerdote y con la sencilla “comida de participación” que habían preparado con mucho cuidado.


ESPAÑA

XVI encuentro de antropología y misión
Los días 8, 9 y 10 del pasado mes de Noviembre se celebró en Madrid el 16º Encuentro de Antropología y Misión. Organizado por Mundo Negro, su tema fue “Paz y Reconciliación en Africa”.
Intervinieron varios africanos y africanistas que, a través de su experiencia y su reflexión personal, ayudaron a los participantes a descubrir los procesos de paz y de reconciliación de algunos pueblos africanos, indicando las condiciones necesarias para garantizar su realización.
El escritor periodista de Guinea Ecuatorial, Donato Ndongo Bidyongo, insistió en el hecho de que Africa necesita, más que ayudas materiales, confianza y solidaridad de parte de los otros pueblos y en particular de Occidente. De hecho, las ayudas favorecen la injerencia de las potencias extranjeras y justifican el robo de las riquezas de Africa, reduciendo a los africanos a ser espectadores y no actores de su propia liberación.
Juan Carnero, Presidente de la Fundación de S’Olivar y Candidato al Premio Nobel de la Paz, analizó los lamentables acontecimientos de 1994, que ensangrentaron Ruanda y posteriormente la guerra “llamada de liberación” en la región limítrofe del Congo (ex Zaire), que incendió toda la zona de los Grandes Lagos. Insistió en que, para un verdadero proceso de paz y de reconciliación, es necesaria la espiritualidad evangélica de no-violencia activa y la defensa de la verdad. No se puede seguir haciendo – subrayó J. Carnero - una lectura parcial del genocidio rwandés de 1994: se recuerda, sí, la muerte de numerosos Tutsi, pero se olvida sistemáticamente la aniquilación de más de dos millones de Hutu. Para llegar a una reconciliación verdadera, no se puede aceptar que una minoría monopolice la interpretación de los hechos con el objetivo de mantenerse en el poder, oprimir a la mayoría, y seguir robando impunemente las riquezas del Congo vecino, bajo la mirada benévola y cómplice de Occidente.
En la mitad del encuentro intervinieron en una mesa redonda Jesús Romero, de la Comunidad de San Egidio, el sacerdote congolés Padre Esteban Kazadi y Eduardo Tchiopolo, estudiante de Teología angolés. Los dos últimos, a partir de su experiencia personal, pusieron de relieve el papel de la Iglesia en el proceso de paz y de reconciliación, por la presencia solidaria con los más desfavorecidos en los momentos de prueba, y por el tesón en la reconstrucción y la gestión de las infraestructuras básicas, como escuelas, hospitales y explotaciones agrícolas. A causa de su testimonio profético, la Iglesia misma ha sido objeto de odio y de persecución. Lo demuestran los numerosos mártires, entre muchos otros Mgr. C. Munzihirwa, Obispo de Bukavu (Congo).
Es también fundamental la labor de mediación de la Iglesia en las áreas conflictivas; es significativo el trabajo desarrollado por la Comunidad de San Egidio en las negociaciones de paz entre los beligerantes de Mozambique, acción muy apreciada y solicitada, porque al estar la Iglesia por encima de los partidos, no tiene que defender intereses propios.
Al final del encuentro, el sacerdote comboniano, P. José Carlos Rodríguez, misionero en Uganda y secretario de la Comisión de Justicia y Paz de la diócesis de Gulu, y el Obispo anglicano emérito de Kitgum (Uganda) compartieron con la asamblea el drama olvidado del pueblo Acholi del Norte de Uganda y el trabajo de la Iglesia en la búsqueda de la paz y la reconciliación. El testimonio del P. Rodríguez y del Obispo Ochola conmovió profundamente a los participantes. En efecto, ambos han sido víctimas de la violencia y de la guerrilla desencadenada por el Ejército de Liberación del Señor en el territorio Acholi: el P. José Carlos, herido en un brazo, escapó milagrosamente de la muerte durante una incursión armada del ejército regular ugandés, mientras se preparaba a entrevistarse como mediador con un grupo rebelde. Y el Obispo Ochola sufrió profundamente por la pérdida de dos miembros de su familia: su esposa y una hija. La hija, después de haber permanecido en manos de los rebeldes y haber sido salvajemente violada, no pudo superar la tragedia y se quitó la vida. Su esposa pereció en un atentado con dinamita, perpetrado por los rebeldes. El Obispo Ochola subrayó el valor ecuménico del trabajo de la Iglesia, que dejando de lado las diferencias de credo, se presenta unida para mediar en los conflictos. La tarea de la Iglesia, decía el Obispo Ochola, es seguir las huellas del Maestro que se hizo víctima para abolir el odio y la violencia, y para hacer “de dos pueblos uno solo”: por eso, la muerte, la violencia y el sufrimiento que nos hieren, nos confirman al mismo tiempo más y más en nuestra misión de mediadores y de instrumentos de paz entre los pueblos.
En la clausura del encuentro, el P. Laureano Rojo Buxonat, provincial de los combonianos en España, ofreció al Obispo Ochola, en nombre de toda la Provincia, el premio Mundo Negro de la Fraternidad, en señal de agradecimiento por el trabajo que ha realizado en Uganda.
El domingo 10 de Noviembre, numerosos fieles participaban en la celebración eucarística en el Colegio “Stella Maris”, en la que el P. José Carlos y el Obispo Ochola renovaron la invitación a hacerse instrumentos de paz y de reconciliación entre los pueblos. El coro congolés que animó la celebración con cantos, ritmos y danzas africanos, impulsó a toda la asamblea a mantener vivo el anhelo de esperanza en un mundo nuevo y reconciliado, a pesar de las guerras y los conflictos.


UGANDA

Situación en el Norte del país
Los meses pasados han sido muy difíciles en toda la zona de Gulu-Kitgum. Los rebeldes tendieron emboscadas, mataron y raptaron personas un poco por todas partes. Las carreteras de Gulu-Atyak, Gulu-Anaka, Gulu-Kitgum y de Kitgum-Lira son más inseguras que nunca por los continuos ataques. Entre los muertos también tres estudiantes que volvían a casa al final del año escolar. En los pueblos permanecen sólo los ancianos, los niños y los jóvenes están todos en la ciudad de Gulu por miedo a que, si permanecen en los pueblos, sean raptados. Fuera de la ciudad, las escuelas están abandonadas y los campos sin cultivar. También en las capillas se encuentra poca gente y se siente el miedo y la tristeza. Cada noche centenares de personas, sobre todo madres con sus niños y los jóvenes, se refugian con sus pocas cosas, para pasar la noche, en el hospital, en la misión o en la ciudad.
Mientras todo esto ocurría aquí, en Roma, el 20 de octubre, eran beatificados Daudi Okelo y Gildo Irwa que murieron en un contexto muy semejante al que vivimos nosotros ahora, desde hace diez años. El 10 de noviembre se tuvo en la catedral de Gulu una solemne celebración de agradecimiento por su beatificación. El P. Paolo Ottolini y el P. Gino Leso llevaron en procesión las reliquias de los dos mártires. La celebración programada para el 15 de diciembre en Paimol fue aplazada a causa de la inseguridad. Se celebró en cambio en Kalongo, en una hermosa y conmovedora ceremonia, a pesar de todas las preocupaciones y miedos. Estaban presentes también el arzobispo de Gulu, Mons. John Baptist Odama, y el provincial, P. Guido Oliana que dirigieron a la gente palabras de aliento y de esperanza.


IN PACE CHRISTI

Hno. Aldo Morandini (30-12-1919 – 23-11-2002)
El Hno. Aldo Morandini había nacido en Boscochiesanuova, Verona, el 30 de diciembre de 1919, en la tierra de la Sierva de Dios, Hna. Marietta Scandola, la primera religiosa llamada por Comboni a las Misiones Africanas. De profesión picapedrero y albañil, después del servicio militar, decidió hacerse Misionero Comboniano. Ya en su infancia demostró una fuerte inclinación a las Misiones, pero el golpe de gracia fue la “respuesta positiva de Dios” a una precisa petición suya: “Si mis dos hermanos vuelven respectivamente de Rusia y de Alemania, yo me haré misionero”. Volvieron, y él fue fiel a la palabra dada.
Entró en Gozzano en 1948, emitió la primera profesión el 25 de abril de 1951. En Gozzano tuvo modo de ejercitar su oficio de albañil (la casa tenía necesidad de urgentes trabajos de restauración) y también su espíritu artístico. En efecto, colaboró eficazmente en la construcción de la gruta de la Virgen del parque del noviciado. Después de un servicio en Italia, particularmente en Pellegrina, marchó a Brasil Nordeste.
Fue uno de los primeros y, por tanto, se le puede considerar un co-fundador de aquella misión. Los Combonianos habían llegado a Balsas en 1952. El Hno. Aldo los alcanzó un año después. Tenía entonces 35 años. Se dedicó a la construcción del aserradero, de la fábrica de ladrillos y después a la construcción de la casa del obispo, del hospital, del seminario, de la escuela, dando siempre lo mejor de sí.
En 1958 pasó a Brasil Sur donde permaneció treinta años, siempre dedicándose a la construcción. Era un gran trabajador y no perdía tiempo. Primero hacía los proyectos, los estudiaba y, alguna vez, se quedaba mal si no se realizaban como los había ideado. Construyó casas, iglesias y seminarios. Se había especializado también en trabajos en pedrisco de cemento para conseguir objetos que servían para las habitaciones de los misioneros y de la gente. Construyó también monumentos dedicados a la Virgen y al Sagrado Corazón, inspirándose en el símbolo de las dos manos casi juntas que sostenían el mundo sobre el cual se apoyaba la cruz. “Nosotros los misioneros somos las manos que sostienen el mundo, sobre el que está Cristo” solía repetir.
El Hno. Aldo era un hombre capaz de hacer amistad. En la habitación tenía centenares de cartas de personas que, todavía después de tantos años, le escribían. Tenía un corazón grande, capaz de excusar, de tener misericordia incluso con quien incurría en grandes errores. Buscaba siempre la verdad. Le gustaba mucho leer y estudiar: estudiaba astronomía, geología y otras ciencias. Otra característica era su devoción a la Virgen. En Verona, en el período de vacaciones de la misión, construyó la actual gruta y trabajó, junto al Hno. Mario Adani en el monumento de Comboni que se encuentra en el patio de la Casa madre.
En 1999 volvió definitivamente a Italia por motivos de salud, sin embargo no permaneció ocioso. Apenas podía iba a la oficina de expedición, para dar una mano en el envío de libros, cartas y revistas, y siempre con la frase alegre en los labios, como auténtico veronés.
Su calvario comenzó en septiembre de 2002, cuando tuvo que ser internado en Borgo Trento por una hemorragia. Allí permaneció cuatro días. Vuelto a casa, se le llevó a la enfermería porque se sentía débil. Por segunda vez hospitalizado en Bussolengo, desde el 1 al 15 de noviembre, se le descubrió la presencia de un tumor en los pulmones ya en fase avanzada.
Las últimas semanas fueron bastante dolorosas por la dificultad de los pulmones en recibir el oxigeno. Lo que más ha impresionado ha sido la serenidad con la que el Hno. Aldo afrontó su última enfermedad. Ya a mitad de octubre había dicho: “Siento que tengo poco tiempo de vida. Me duele tanto aquí en el costado izquierdo. Pero no tengo ningún miedo de morir. No me queda más que orar y estar preparado. Pero ¡yo ya lo estoy, sabes!” Durante la última enfermedad siempre estaba con el rosario en la mano: “No sé siquiera yo cuántos rosarios rezo cada día”, dijo al responsable del Centro Enfermos. En verdad, la serenidad en la muerte es el don que el Señor hace a quien ha dado con alegría la vida a los hermanos, por amor de Dios.
Tenemos también el testimonio de una paisana suya, Hna. Valeria, Comboniana: “Lo he conocido como una persona franca, sencilla, sin complejos, capaz de conservar las amistades. Conocía bien a las personas y las llamaba por su nombre. Tenía una memoria formidable y un sutil sentido del humor que lo hacía simpático. Cuando encontraba a las personas, les hacía fiesta. Estaba contento de su vocación misionera y estaba orgulloso de lo que había hecho en la misión. Si tenía choques los aclaraba con un sereno diálogo y, poco después, toda había pasado”.
Después de los funerales en la Casa Madre, fue sepultado en el cementerio de Verona, junto a los otros Misioneros Combonianos.


P. Alfredo Hernández Preciado (19-08-1954 – 24-11-2002)
Originario de Tarecuáto, un pueblecito en la zona Purépecha de Michoacán, el P. Alfredo provenía de una familia sencilla, profundamente religiosa. Después de haber realizado la escuela obligatoria, entró por un breve período en el seminario diocesano de Autlán. Más adelante trabajó en una fábrica de guitarras en el pueblo que lo había visto crecer, Paracho. A los 26 años entró en el postulantado de Xochimilco. En 1984, lleno de entusiasmo, pidió hacer la profesión religiosa, “porque esta experiencia de profunda fe que estoy viviendo me ha empujado a dejar todo con vistas a mi trabajo misionero y a dedicarme al servicio de mis hermanos, sobre todo de los más necesitados”.
Con esfuerzo y dedicación terminó el escolasticado en Chicago donde, poco a poco, aprendió a superar la timidez y a ser más abierto. Después de la ordenación sacerdotal, en 1989, fue destinado por un año al trabajo entre los “indios” en México, cerca del lugar de su último destino misionero. A continuación, trabajó por dos años en la parroquia de S. Albert, en California, como miembro de la NAP. Fueron años difíciles durante los cuales aprendió el valor de estar abierto a las diversas categorías de personas con las que tuvo que trabajar siendo la suya una parroquia con una población hispana y afro-americana.
Trabajó después durante siete años en la sierra andina del Perú, en Cerro de Pasco, en la parroquia de San Juan Pampa, como responsable, en particular, de las instalaciones de los mineros de Chicrín y otros. En 1999 participó en el Año Comboniano de Formación Permanente. Los encargados del curso lo recuerdan por su empeño en desarrollar aquellos aspectos de su vida que podían ayudarle más a vivir de manera plena su servicio misionero. Al final de esta experiencia, fue destinado de nuevo a la provincia de México, donde transcurrió los últimos años de su vida en la parte alta de la sierra de la Chianatla, en la parroquia de San Pedro Sochiapan de reciente fundación.
Su compañero de trabajo, el P. Enrico Cordioli, al tener noticia de la muerte de Alfredo nos expresa los sentimientos salidos de su corazón: “Me viene a la mente este pensamiento: Jesús murió a 33 años, Comboni llegó a 50 y tú, Alfredo, tenías 48. Estabas en el momento más importante de la vida, cuando una persona empieza a dar, a partir de la experiencia que ha acumulado en toda su vida. Te has ido, Sochiapan ha destruido tu físico. Te veo feliz, ahora, entre los 144.000 que llevan la túnica blanca y vienen de la gran tribulación, feliz, pero aquí has dejado un vacío. Recuerdo que eran las dos de la tarde mientras salíamos de Tuxtepec. Te han tenido que ayudar a subir a la camioneta porque ya te sentías mal. Hemos estado juntos una semana y tú escuchabas con mucha atención porque ibas a asumir la responsabilidad de una misión muy dura. Pero en aquel momento, dentro de ti, sentías solamente el deseo de dedicarte a tus hermanos “indios”. Con fatiga has caminado por esta sierra que inspira temor, donde las distancias se cuentan siempre en horas: cinco horas para Zapotitlán, cuatro para la Soledad o Quetzalapa… La sierra no ahorra, los senderos son difíciles y el físico se resiente mucho. Esta fatiga, este amor por tus hermanos, esta dedicación te han llevado a perder lo que apreciabas más: la vida. Alfredo, nos has enseñado que la vida es bella, no por su duración, sino por la intensidad con la que se vive. ¡Dios te acoja en su gloria!”
Los últimos cinco meses de vida, Alfredo los ha transcurrido entre la parroquia y Tuxtepec, con frecuentes visitas médicas, análisis y escuchando los consejos de las personas, en la esperanza de aliviar sus males: repetidas infecciones han minado su salud, causando una grave insuficiencia renal. Durante una diálisis Alfredo tuvo un primer infarto de miocardio y, una hora después, el paro cardíaco.
P. Alfredo, “El Paracho”, como lo llamábamos afectuosamente desde su entrada en el Instituto, se añade a los tres Combonianos mexicanos muertos accidentalmente en los años pasados. Su muerte ha entristecido a todos, porque ninguno piensa que se pueda morir cuando todavía se es tan joven.


P. Antonio Piacentini (05-08-1915 – 08-12-2002)
Con la muerte del P. Antonio Piacentini ha casi desaparecido el primer grupo de Combonianos (seis Padres y tres Hermanos) que, en el lejano 1948 llegaron a la Misión de la Baja California. Queda sólo el Hno. Arsenio Ferrari que, con sus 81 años, continúa trabajando en Baja California, en la misión de Bahía Asunción.
El P. Antonio nace en Trescore Cremasco, en 1915. A los trece años entra en el seminario diocesano de Crema. Terminado el quinto año, entra en el noviciado de Venegono donde, al final de los dos años prescritos, emite los primeros votos (1935). El 29 de junio de 1940 es ordenado sacerdote en Verona. Desarrolla sus primeros años de ministerio en Crema, en la animación misionera durante dos años, después en San Pancrazio-Roma, como párroco por tres años y finalmente en Bolonia durante un año. Desde primeros de enero de 1948 es destinado a la provincia de México donde trabajará durante 34 años seguidos, hasta 1982.
“El P. Antonio llegó a La Paz el 24 de julio de 1948. Después de una primera ambientación en el Vicariato de Tijuana, para aprender la lengua, permaneció en La Paz como capellán hasta noviembre de 1949, cuando lo sustituyó el P. Gino Sterza. El P. Antonio fue enviado a reabrir la Misión de La Purísima, junto con el Hno. Ferrari. Marcharon de La Paz el lunes, 14 de noviembre y, haciendo breves paradas para celebrar la Misa en donde se reuniese un poco de gente, llegaron a La Purísima la tarde del 20 de noviembre. Era domingo. Buscaron la “casa del padre”. Allí encontraron una habitación de 4 m x 4 m, con tres puertas y ninguna ventana. Tuvieron que pedir prestados dos catres para pasar la noche. Servía de iglesia un salón donde no había ni bancos ni sillas. El altar era una mesa. Con una caja de madera improvisaron el tabernáculo. Una gruesa tela hacía de cortina de la única ventana y, detrás del telón, como en un desván, había amontonadas flores de plástico y viejas imágenes. En la primera página del Diario de la Misión, el P. Antonio dejó escrito: “Si el Patrón del mundo no desdeña tanta pobreza, bien podemos nosotros acomodarnos como se pueda en una pobre habitación”. En el mes de julio de 1951, el arzobispo de México confiaba al Instituto Comboniano la Vicaría de Tepepan, cercana a Xochimilco, y el P. Pietro Vignato fue nombrado vicario. Algún mes después, en noviembre, legaba a Tepetan también el P. Piacentini con el encargo de realizar ante el gobierno las prácticas para la inmigración que requerían mucho tiempo y eran necesarias para asegurar la residencia de los misioneros en la Baja California. Durante su permanencia en Tepepan, el P. Antonio conoció a la señora Josefina Galván, viuda de Meléndez, nuestra gran bienhechora, que quiso destinar todo su patrimonio a la construcción del noviciado comboniano de Xochimilco. Durante cierto tiempo el P. Antonio fue también superior de la Escuela Apostólica para aspirantes Hermanos en Moctezuma. En septiembre de 1960 pasó con los aspirantes a San Francisco del Rincón. En 1963 volvió al trabajo pastoral en Baja California, donde trabajó sucesivamente en San Ignacio, en Guerrero Negro, en la Costa y en Todos Santos. Durante un curso de actualización en Roma, sobre cómo transmitir el evangelio al mundo, el P. Antonio tuvo una intuición profética y el 2 de julio de 1971 fundó el “Movimiento de los Pequeños Hermanos (hermanitos) y de las Pequeñas Hermanas (hermanitas) de María”, un movimiento compuesto de laicos consagrados. Veinte años más tarde, el movimiento fue aprobado incluso por la Santa Sede (2 de julio de 1991). “Para nosotros que conocíamos al P. Antonio, el extenderse de esta Obra es un hecho difícil de explicar. Todos pensábamos que, si había una persona humanamente no adapta para fundar una obra del género, era precisamente él. Y, en cambio… Señal de que era Dios el que obraba a través de él (P. Domenico Zugliani)”.
Hoy el Movimiento cuenta cerca de veinte mil miembros, de los cuales 150 consagrados por vida, y está presente en 17 naciones. El P. Antonio tuvo que sufrir por esta obra, pero siempre aceptando obedecer. De 1982 a 1985 está en España donde se ocupa de la animación misionera. De 1985 a 1989 está comprometido en el ministerio en la parroquia en San Lorenzo en Ecuador, después, durante dos años (1990-1992) en Manila, Filipinas. Destinado a Italia a principios de 1993, se ocupa en el ministerio en Rebbio.
El P. Antonio pasa los últimos años de su vida viajando para visitar los diversos grupos del movimiento. Durante el último viaje a Hong Kong tiene un infarto y está a punto de morir, pero después milagrosamente se repone.
Desde 1996 está en la casa comboniana de cura en Milán. El día de la fiesta de la Inmaculada, 8 de diciembre de 2002, expira en el hospital de Niguarda.


P. Antonio Rizzato (13-09-1923 – 19-12-2002)
Se ha apagado serenamente en el CAA de Milán, después de una vida gastada en la animación misionera para la que permanecerá como modelo en la historia del Instituto.
Algunos días antes de aquel 19 de diciembre, dos hermanos que lo conocían bien fueron a saludarlo. Cuando le recordaron los tiempos de las jornadas misioneras, su rostro se iluminó, después se conmovió. A petición de ellos, los bendijo, en silencio. Fue, simbólicamente, su adiós al Instituto.
Había entrado todavía niño en la escuela apostólica de Padua, acogido por el P. Alceste Corbelli. A aquellos primeros años, siguieron los de Brescia, con el P. Giovanni Battista Cesana. Admitido al noviciado de Florencia el 16-9-1940 tuvo como padre maestro al P. Stefano Patroni. Indudablemente su formación de base inició con grandes maestros: su testimonio y experiencia misionera que habían acumulado, era transmitida a los numerosos jóvenes que en aquellos años entraban en el Instituto.
Emitió los primeros votos el 7-10-1942. Fue escolástico en Verona, con breve permanencia en Rebbio por los acontecimientos bélicos. Su petición para ser admitido al Presbiterado comienza así: “Heme aquí a la última petición, al coronamiento de mis trece años de formación…” Fue ordenado el 6-6-1948, trece años después de su entrada en Padua en 1935, a la edad de 12 años.
Desde el 1-7-1948 está en Carrara como ecónomo. Empieza así lo específico de su servicio en el que derrochó inteligencia, espíritu de sacrificio y verdaderos ideales misioneros, según el ejemplo de Comboni. Fue sucesivamente ecónomo provincial en Verona (1954-1964) y en Roma, en la Curia generalicia (1964-1975). En los seis años siguientes permaneció siempre en la misma comunidad, pero encargado, tanto de la animación misionera, como de la procura central de las misiones. Estaba entonces en los principios de su actividad el Secretariado general de las Misiones. Su aportación fue un gran respiro ventajoso, prácticamente, para todas nuestras misiones. Parecía que tenía una energía inagotable y un entusiasmo contagioso, sobre todo con los escolásticos.
Cuando, después de tantos años, los superiores le propusieron la misión, él respondió con generosidad. Citamos dos pasajes de la carta del Superior General, P. Tarcisio Agostoni: “No es fácil encontrar quien a tu edad cambie el trabajo que siempre ha hecho, no sólo, sino también el tipo de cultura en que ha trabajado y el tipo de país. Tu aceptación gozosa de ir a México… es de gran consuelo para mí y para los miembros del Consejo… Un pensamiento de agradecimiento, especialmente por todo el trabajo que has realizado, desde tu ordenación en adelante, para Italia y para la Congregación entera esparcida en todo el mundo. Creo que esta es la voz unánime del Consejo, de todos los hermanos y de cuantos han seguido tu trabajo, en el que, según tu carácter y tus posibilidades has realizado de modo maravilloso: y esto lo has visto, no como una realización personal, sino como una contribución al desarrollo de la Congregación y de las misiones. Es un agradecimiento cordial y sincero, pienso, por parte de todos”. Es importante subrayar estas palabras porque, sucesivamente, otros tres Superiores Generales expresarán el mismo juicio en las ulteriores etapas de su vida.
Llegado a México, el P. Antonio hizo una fuerte experiencia de ministerio (1-7-76 – 30-6-81) que al final el provincial, P. Jaime Rodríguez Salazar, resumirá así: “El P. A. Rizzato va de vacaciones después de su período regular de trabajo misionero en nuestra misión urbana de “Virgencitas”, diócesis de Netzahualcoyotl, Edo. De México. Ha trabajado con entusiasmo y su presencia en el seno de la comunidad religiosa y la de los cristianos ha sido muy apreciada”. Vuelto a México después de las vacaciones, fue ecónomo provincial (1981-1984). Entre tanto su salud había manifestado preocupantes disturbios, así vuelve a Italia donde será procurador provincial (1984-1991). Tendrá la fuerza de volver a Centro América donde en la incipiente delegación será ecónomo (1991-1996). Destinado de nuevo a la Provincia de Italia para un último período de actividad, lo encontramos en Cordenons (1997-1999), comprometido en el ministerio en cuanto se lo permiten sus condiciones de salud. Transcurre los últimos años en Milán en la comunidad C.A.A. En su memoria quedan siempre presentes los años de la actividad de animación misionera, el recuerdo de muchos hermanos, los hechos de la misión: aquellos eran su horizonte ideal de referencia, sólo interrumpido por el rito vespertino del juego de cartas. Y también en esto, se empeñaba en ganar. Ahora que ha alcanzado la meta, nos deja como herencia, el ejemplo de una límpida identidad comboniana y de una fidelidad hasta el fin (P. Pietro Ravasio).


Hno. Filippo Antonio Luisi (28-12-1914 – 26-12-2002)
El Hno. Filippo Antonio había nacido en Roseto Valforte, en la diócesis de Lucera-Troia. El sacerdote que le asistió al hacer la petición de entrar en los Combonianos, escribe así: “El joven postulante, antes de dar el paso, ha querido experimentar mejor su vocación y también preparar a sus padres a la amarga separación y ayudarles un poco todavía en los trabajos del campo. Para primeros de octubre está dispuesto a marchar y dejar a los suyos. Puedo afirmar asimismo que el joven ha residido siempre en Roseto, excepto el tiempo del servicio militar”.
El Hno. Filippo Antonio entró como postulante a los 24 años. Emitió los primeros votos en 1941 y los perpetuos en 1947, después de haber hecho el noviciado en Florencia. Veinte y seis años más tarde recordaba de su P. maestro, el P. Stefano Patroni, “su exquisita y cordial caridad que tuvo conmigo en el tiempo que estuve con él en Florencia".
Su primera comunidad, los primeros años después de los votos fue la de Padua. Destinado después a Barh el Ghazal, Sudan Sur, una nota del superior (1950) dice: “Es el primer hermano en Kayango que ha enseñado a construir a los Jur”. En 1957 está en Sulmona, Italia, y en 1961 en Inglaterra, en las casas de Bradford, Allanton y Sunningdale. En 1972 marcha a Uganda donde permanece hasta 1995, primero al servicio de la misión de Palabek, después de la catedral de Gulu y por último en la misión de Patongo. En 1995 vuelve a Italia también por motivos de salud, formando parte de la comunidad de Rebbio.
En 1996 el entonces superior general, P. David Kinnear Glenday, le escribía: “Amigo tuyo desde antiguo (recuerdas nuestros días en Allanton y después en Gulu Catedral, donde éramos vecinos de habitación) te saludo con mucho afecto y te aseguro mi recuerdo agradecido y afectuoso… Durante tantos años has prestado tu servicio en mi provincia de origen y después en Uganda entre los Acholi. Gracias de corazón y que el Señor bendiga todo el bien que has hecho de forma sencilla y humilde, de verdadero hermano comboniano”.
El Hno. Filippo Antonio murió en Milán el 12 de diciembre de 2002.
El P. Gianantonio Berti escribe desde Rebbio respecto al Hno. Filippo Antonio: “De acuerdo con el proverbio, que un árbol cae de la parte a la que se inclina, creo poder saber de qué parte se inclinaba el árbol del Hno. Filippo Antonio. Eran evidentes efectivamente, tres características importantes.
La primera era el servicio. Siempre estaba dispuesto a hacer un servicio. Por la mañana pasaba a la cocina a dar una mano a las cocineras, después, cuando la Hna. Crescencia lo despedía, iba a tomar la escoba y lo encontrabas entonces limpiando el paseo y el patio. Hacía esto con tanta sencillez y gracia que casi se sentía culpable, si no se podía responder afirmativamente, cuando preguntaba si había alguna otra cosa que hacer.
La segunda era la oración: rezaba cantidad de rosarios. Por cualquier pequeño servicio o gentileza que se le hacía, prometía ofrecerte un rosario…
La tercera era la aceptación, llena de fe, del sufrimiento. Sufría mucho, sobre todo por una enfermedad en una pierna que le minaba los huesos y lo llevará a la tumba… Cuando se le decía: ‘Ánimo, Hermano, eres como Jesús en cruz y le ayudas a llevar la cruz’, entonces él se calmaba inmediatamente y se diría que ya no sentía nada.
Al Hno. Filippo Antonio a mí me gusta recordarlo así: un verdadero hermano de todos, sereno, siempre dispuesto a hacer algo que fuese útil a los demás, con el rosario en la mano, cuando no tenía la escoba o el cuchillo de cocina, que llevaba serenamente la cruz del sufrimiento detrás de Jesús. Siento no verlo ya más alrededor, en esta casa de Rebbio, pero estoy contento de que un Hermano y Amigo interceda por la misión ahora en el cielo”.


Oremos por nuestros difuntos

LA MADRE: Esc. Ahoulou René Jean Marie (T); Luigina del P. Alberto Doneda (EC); Giuseppina del P. Venanzio Milani (C); del P. Vittorio Farronato (I); Lucia del Hno. Gian Piero Smalzi (ET).

EL HERMANO: Jorge del P. Enrique Javier Rosich Vargas (E); Franco de
Mons. Lorenzo Ceresoli (ET).

LA HERMANA: Maria del Hno. Valentino Fabris (SS); Maria del P. Salvatore
Calvia (EG); Teresa del P. Marcello Panozzo (I).

LAS RELIGIOSAS MISIONERAS COMBONIANAS: Hnas. Pieranna Villa;
Mariantonia Lain; Adeliana Viale.

LA MISIONERA SECULAR COMBONIANA: Anna Loiudice.
Familia Comboniana n.594