La vida y obra de Daniel Comboni se concretizan hoy en una familia misionera que está extendida por África, América, Asia y Europa. Los componentes de esta familia son los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús (MCCJ); las Misioneras Combonianas “Pías Madres de la Nigrizia” (SMC); Instituto Secular de las Misioneras Combonianas (ISMC) y los Laicos Misioneros Combonianos (LMC). En la actualidad los Misioneros Combonianos son 1796, presentes en 40 países. Las Misioneras Combonianas son 1708, presentes en 30 países. Las Misioneras Seculares Combonianas son 146, presentes en 7 países y los Laicos Misioneros Combonianos que con un total de casi 150, están presentes en 15 países.
El Plan actualizado de Comboni integra hoy a mujeres y hombres de todo el mundo: personas consagradas y laicas, para hacer causa común con las situaciones más urgentes y necesitadas.
La Familia Comboniana tiene un pasado “Santo” en la figura de Daniel Comboni y de tantos misioneros y misioneras que han encarnado su carisma; un presente abierto a situaciones nuevas de “misión”, y un futuro esperanzador donde el Reino de Dios se instaure en todas las razas, pueblos y culturas. Este futuro depende de ti.....

DE LOS ESCRITOS DE COMBONI
“El plan gustó al Papa y al Card. Barnabó; pero su realización habrá de chocar con innumerables obstáculos, porque el espíritu del amor de Jesucristo falta en muchas clases e instituciones, especialmente a causa de la política.
La Obra debe ser católica, no ya española, francesa, alemana o italiana. Todos los católicos deben ayudar a los pobres negros, porque una nación sola no puede socorrer a toda la estirpe negra. [ ]Con nuestro plan, nosotros aspiramos a abrir la vía de entrada de la fe católica en todas las tribus de todo el territorio en que viven los negros. Y para obtener esto, me parece, se deben unir todas las obras hasta ahora existentes, las cuales, teniendo desinteresadamente ante los ojos el noble fin, deberán dejar a un lado sus intereses particulares”.
Carta a Don Godofredo Noecker, 9 noviembre 1864, Bressanone, Escritos nn. 943-944.