Junio 2019
“La solemnidad del Sagrado Corazón este año coincide con el período en el que estamos orando para elegir a los nuevos superiores de nuestras circunscripciones: pidamos al Señor el don de superiores que sean según Su Corazón. Pidámosle también, en este año en que reflexionamos sobre la interculturalidad, la gracia de poder reconocernos como hijos y hermanos que comparten la misma fe, el mismo bautismo, la misma consagración y la misma misión.” [El Consejo General]

Feliz fiesta del Sagrado Corazón
El Consejo General
Roma, 28 de junio de 2019

Y se decían el uno al otro: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino, y nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24,32).

“Entonces, llevado por el ímpetu de aquella caridad encendida con divina llamarada en la falda del Gólgota, y salida del costado del Crucificado para abrazar a toda la familia humana, sintió que se hacían más frecuentes los latidos de su corazón” (S. Daniel Comboni E 2742).

Queridos hermanos,
El encuentro verdadero y profundo con el Señor Jesucristo siempre abrasa el corazón de quien experimenta Su presencia cercana, disponiéndolo a escuchar Su Palabra.

Esto produce un doble movimiento en nuestras vidas: por un lado, nos hace amar cada vez más al Padre y nos invita a vivir como hijos, y por otro, nos pone en camino para encontrar a nuestros hermanos y hermanas, exhortándonos a vivir como hermanos. El encuentro con Cristo nos introduce a la presencia del Padre y nos estimula a vivir como hijos y hermanos.

Cada uno de nosotros, Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús, hemos vivido este encuentro personal con Cristo hasta el punto de convertirlo en el momento decisivo de nuestra vida y de nuestra vocación (cf. RV 21.1). Hemos hecho nuestro el plan de Dios para la humanidad de hoy, y por eso nos esforzamos por revestirnos de los mismos sentimientos del Señor Jesús (cf. Fil 2,5) y así llegar a ser presencia del amor y de la misericordia de Dios en el mundo. En esta solemnidad del Sagrado Corazón, estamos llamados, como cada año, a renovar nuestra consagración a Dios y a la misión que Él nos confía. Estamos llamados a conformarnos cada vez más con él y hacer latir nuestro corazón al mismo ritmo que el corazón de Dios y arder de amor por cada hombre y mujer del planeta, especialmente por los más pobres y abandonados.

Somos discípulos misioneros, enviados a testimoniar y hacer visible con nuestra vida el corazón de Dios que arde de amor por todas sus criaturas, llamados a compartir un amor que salva y da vida. El amor incondicional de Comboni por los pueblos de África tenía su origen y modelo en el amor salvífico del Buen Pastor, que ofreció su vida por la humanidad en la cruz: “Y fiándome de aquel Corazón Sacratísimo... me siento mucho más dispuesto a sufrir... y a morir por Jesucristo y por la salvación de los pueblos infelices del África Central” (RV 3).

La solemnidad del Sagrado Corazón este año coincide con el período en el que estamos orando para elegir a los nuevos superiores de nuestras circunscripciones: pidamos al Señor el don de superiores que sean según Su Corazón. Pidámosle también, en este año en que reflexionamos sobre la interculturalidad, la gracia de poder reconocernos como hijos y hermanos que comparten la misma fe, el mismo bautismo, la misma consagración y la misma misión.

Feliz fiesta del Sagrado Corazón
El Consejo General