Mensaje del XV Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña en México

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Viernes, 28 de octubre 2022
Del 16 al 20 de octubre ha tenido lugar en la diócesis de Puerto Escondido, en el estado de Oaxaca (México), la edición 15 del Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña (EPA), que en esta ocasión van en pos de tejer un sueño eclesial y presencia profética. El encuentro tenía como finalidad reconocer, profundizar y valorar la cultura afro a través de un espacio de diálogo. Los Misioneros Combonianos de Colombia abrieron una página web toda dedicada a este evento (haga
clic aquí).

Entre los participantes se contaba también con la presencia de misioneras y misioneros combonianos, y de religiosas, religiosos y sacerdotes procedentes de Mozambique, Togo y Kenia, así como de Italia e Indonesia, que realizan su servicio pastoral en países latinoamericanos y caribeños. Entre otros temas se ha hablado sobre la realidad de los pueblos negros en México y en el continente, la sinodalidad desde la perspectiva afro y el movimiento de las mujeres negras en México. A continuación, publicamos el Mensaje final del XV EPA 2022.

MENSAJE DEL XV ENCUENTRO DE LA PASTORAL AFROAMERICANA Y CARIBEÑA

Los más de 170 participantes del XV Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña (EPA), delegados de Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Panamá y Perú entre los que estamos laicas, laicos, religiosos, religiosas, sacerdotes religiosos y diocesanos, obispos reunidos en la Diócesis de Puerto Escondido, México, del 16 al 20 de octubre de 2022, compartimos nuestros sueños pastorales y sociales en clave sinodal.

Reconocemos que la Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios, nacido de la Nueva Alianza, sellada con la sangre de Cristo (Concilio Vaticano II). Un pueblo de “hermanos todos”, donde se cultiva el respeto, la igualdad en la dignidad, y se valora la riqueza de la diversidad. Sin embargo, en la Iglesia y la sociedad cuando se habla de los afroamericanos, generalmente nos colocan detrás de otros grupos y pueblos.

Hay que trabajar para descolonizar las mentes y el conocimiento de los agentes de pastoral en la Iglesia; recuperar la memoria histórica; fortalecer espacios y encuentros para enriquecer las estructuras pastorales con los aportes propios de los valores y la espiritualidad afro.

Soñamos que los afroamericanos emerjan en la Iglesia y en la sociedad; donde sean visibles y reconocidos sus derechos individuales y colectivos, su catolicidad desde su cosmovisión, sus valores, sus identidades diversas.

Soñamos con una Iglesia que valore el protagonismo y liderazgo de la mujer afrodescendiente en la vida de la Iglesia y en la construcción de las Américas; ella se aferra a la esperanza que vence a la muerte; en su alegre modo de anunciar al mundo que Cristo está vivo, y ha resucitado. El Papa Francisco advirtió que las mujeres: “no pueden ser siervas de nuestro clericalismo recalcitrante”.

Parafraseando a Martin Luther King, nosotros los afroamericanos y afrodescendientes tenemos la gran meta de la igualdad y unidad. Soñamos que, a pesar de estar sofocados por el calor de la injusticia y la opresión, transformaremos esta realidad en un oasis de libertad y de justicia, confiados en la fuerza del Espíritu Santo, que nos hace caminar, resistir y aventurarnos en la lucha por mejor vida y dignidad para todos y todas.

La semilla del Verbo en los pueblos afroamericanos y caribeños, ha germinado, hoy es un bosque hermoso como los manglares del Pacífico, como la floresta del Congo, como la inmensa Amazonia, capaz de oxigenar el caminar de la Iglesia y la sociedad.

El pueblo afroamericano y caribeño, hoy está llamado a ser presencia profética dentro la iglesia y la sociedad. Esta profecía asume con estas características:

Vemos la realidad con los ojos de Dios, es decir desde los oprimidos: seguimos reconociendo el racismo estructural y sus consecuencias; la mentalidad colonialista en la Iglesia y la sociedad; la marginación de la mujer afrodescendiente; la invisibilización de nuestro pueblo afroamericano y caribeño; y el clericalismo.

Interpretamos los signos de la presencia del Espíritu, que mueve la resiliencia de los pueblos afroamericanos y caribeños: su camino de resistencia en el proceso de reconocimiento y visibilización a nivel social y político, la capacidad de autodeterminación de las mujeres afrodescendientes; los avances en el proceso de conversión pastoral que se está dando en la Iglesia desde la sinodalidad; y los caminos de inclusión que se desarrollan en la sociedad.

Transformamos el dolor y el sufrimiento por la injusticia vivida, en fuerza que nos impulsa a caminar con el corazón reconciliado hacia una “tierra sin males”, para poder “vivir sabroso”, con todos los pueblos de la tierra.

Caminamos juntos, en sinodalidad, que en nuestra cosmovisión es el vivir el Espíritu del Ubuntu: como nos recuerda papa Francisco, escuchando el grito de la tierra y de los pueblos, “o nos salvamos todos o no se salva nadie”. Tenemos que escucharnos, entendernos e incomodarnos, ante los desafíos que presentan las realidades del pueblo afroamericano y caribeño.

Con la Iglesia toda, inspirados en la Exhortación del Papa Francisco “Querida Amazonia”, en la Encíclica “Fratelli Tutti” y en el sueño de una Iglesia sinodal (comunión-participación-misión) con los pueblos afroamericanos y caribeños nos comprometemos a:

  • Profundizar la cultura, historia, espiritualidad de los pueblos afrodescendientes para identificar sus aportes y hacerla dialogar con la Iglesia, para que sean incorporada como eje transversal en la acción pastoral, en la formación de los seminaristas, en la catequesis.
  • Fortalecer el Secretariado de la pastoral afroamericana y caribeña (SEPAC), para que pueda acompañar, animar y promover en las conferencias episcopales la inculturación con los pueblos afrodescendientes.
  • Visibilizar la pastoral afro en los organigramas eclesiales, en el CELAM, en la CLAR, en las CRC, en las Conferencias Episcopales, en las Diócesis, dándole impulso con un personal especifico y con presupuestos.
  • Visibilizar el liderazgo de la mujer afrodescendiente, con su designación en puestos de toma de decisión en la estructura eclesial.
  • Fomentar el encuentro intergeneracional entre los adultos, adultos mayores, con la niñez y juventud afrodescendientes.
  • Vincularnos a las redes de defensa de la Ecología Integral (REPAM, REMAM, Iglesia y Minería, RENAPE) de la casa común y en la defensa de nuestros territorios ancestrales.
  • Caminar de la mano, en el espíritu de la sinodalidad, con los movimientos sociales afrodescendientes del continente latinoamericano y caribeño.

Los participantes

Vea también:

XV EPA – PUERTO ESCONDIDO (MÉXICO) OCTUBRE 2022:
“Pastoral Afroamericana y caribeña: un sueño eclesial y presencia profética”