Campo misión Jubileo de la Esperanza 2025 en Metlatónoc en México

Beatriz Sánchez escribe: «Fue una vivencia de esperanza para nosotros. La gente de las distintas zonas de la parroquia donde trabajamos nos acogió muy bien, quizá porque era la primera vez que conocían a los LMC. Al principio, todo parecía complicado. Pronto, sin embargo, las cosas cambiaron y la experiencia resultó fructífera y de gran aprendizaje para todos. Compartimos nuestra fe desde nuestra experiencia, incluso con la dificultad y la limitación de no conocer la lengua y las costumbres locales. Los cristianos nos abrieron sus corazones, prestándonos atención y participando activamente. También expresaron su gratitud a cada uno de nosotros en distintos momentos.»

«Nos encontramos con varios obstáculos, entre los que destacan la dificultad para comunicarnos como nos hubiera gustado y el desconocimiento de las costumbres y la cultura. Algunos incluso enfermamos. Afortunadamente, hubo algo que nos unió: la Fe en Jesucristo vivida y celebrada durante la Semana Santa de este año jubilar 2025, a través de procesiones, momentos de oración y celebraciones eucarísticas.»

«Hemos aprendido que hay que saber escuchar, conocer a la gente sin juzgar, aprender de las personas que nos acogen, respetar los valores en los que creen, captar y apreciar la mucha riqueza que hay en ellos, estar dispuestos a aceptar lo “nuevo”, rendir el debido respeto a los líderes locales, vivir la misión según el carisma comboniano, es decir, evangelizando a los más pobres y abandonados, aceptando sin desánimo las cruces que encontramos, y recordando siempre que estamos aquí por Cristo, a quien amamos, servimos y a quien queremos dar gloria.»

Beatriz Sánchez, con Tadeo, Felisa y Mariana (mexicanos), y Carol (costarricense)