In Pace Christi

Peranzoni Luigi

Peranzoni Luigi
Fecha de nacimiento : 06/04/1916
Lugar de nacimiento : Verona
Votos temporales : 25/03/1041
Votos perpetuos : 07/10/1944
Fecha de ordenación : 29/06/1945
Fecha de fallecimiento : 12/11/2005
Lugar de fallecimiento : Verona

El P. Luigi Peranzoni había nacido en Verona en el barrio “Paradiso”, último de cuatro hermanos. El padre era un empleado estatal y la madre ama de casa. Desde joven comenzó a asistir al Centro de Espiritualidad Camiliano que tenía su sede precisamente en su barrio. Era un muchacho vivacísimo, amante del deporte, comprometido espiritualmente y capaz de arrastrar a otros jóvenes hacia el bien. En su funeral algunos “paradisinos” han dado varios testimonios conmovedores.

Después de la escuela primaria, Luigi se inscribió en el Instituto técnico y, en el concurso, después de conseguir el diploma, resultó el segundo de Italia. Esto le aseguró un buen puesto en la Alfa Romeo como dibujante mecánico. Cuando alcanzó la edad, fue llamado al ejército y enviado a Alto Adige con el grado de oficial. Aquí demostró una vez más su espiritualidad absorbida de los Camilianos. Como el párroco del pueblo rehusaba confesar a los soldados italianos, Luigi iba a otros pueblos buscando quien nutriese su alma con el sacramen-to de la reconciliación. Esto constituía un buen ejemplo para sus camaradas.

Los soldados italianos eran mirados un poco de reojo por la gente del lugar, porque eran considerados excomulgados y sin Dios. Cuál fue la sorpresa del párroco cuando, el día del Corpus Christi, al salir de la iglesia con la procesión, encontró alineado en doble fila el pelotón militar que, al paso del Santísimo Sacramento, se cuadró e hizo el saludo. Desde aquel día las relaciones entre los cristianos del lugar y los soldados mejoraron decididamente.

Al final de la guerra, Luigi volvió a casa y expuso a su padre espiritual (un Camiliano) el deseo de hacerse sacerdote misionero. Lógicamente el sacerdote lo invitó a hacerse Camiliano, pero en aquel tiempo los Camilianos de Verona no tenían misiones, mientras que Luigi insis-tía por el camino misionero. “Entonces, ve a los Combonianos”, le respondió el sacerdote.

En 1939 Luigi estaba en el noviciado de Venegono y el 29 de junio de 1945 fue ordenado sacerdote. Entre tanto, a causa de la guerra, tuvo que permanecer en Italia hasta que se abrieron los caminos de la misión. En 1946 fue uno de los primeros a embarcarse hacia el Sudán Sur. Fue enviado a la escuela técnica de Torit como profesor. Dotado de competencia, gran sentido de responsabilidad y sentido de la disciplina (que no perderá nunca durante toda la vida), dio un impulso determinante a la escuela.

Escribe el Hno. Ottorino Gelmini: “También yo he tenido la fortuna de vivir algún tiempo junto al P. Luigi. Él era el profesor de matemáticas en la escuela técnica donde trabajaba también yo. Admiré siempre su gran seriedad en la enseñanza, así como su fidelidad. Cada día preparaba con escrúpulo las lecciones. Además de ejemplo, fue para mí también de gran estímulo, expresándome el aprecio por el trabajo que estaba desarrollando. Un día, por ejemplo, me confió que encontraba verdaderamente preparados los muchachos que venían de mi clase. Tal reconocimiento fue para mí como una inyección de entusiasmo. Con la premura y la atención que tenía para los muchachos, el P. Luigi fue de gran ayuda al P. Fernando Sembiante, el director de la escuela, para mantener la disciplina y el ritmo de estudio. Cuando en 1955, con el paso del gobierno de los ingleses a los árabes, estalló en Torit una sublevación de los soldados del Sur contra los árabes del Norte que determinó la clausura provisional de las escuelas, el P. Luigi y el personal agregado a la escuela tuvieron que pasar a la misión de Isoke. Puedo decir que la permanencia del P. Luigi en Isoke representó un momento de tranquilidad, a pesar de las repetidas visitas de los ladrones. Para nuestra pequeña comunidad nos sirvió de gran compañía y de seguro sostén. Admiré también su sensibilidad humana: cuando iba de vacaciones, no dejaba nunca de visitar a mis padres y familiares”.

Después de la experiencia sudanesa, el P. Luigi estuvo diez años en Uganda, siempre dedicado a la enseñanza, y seis años con los Apóstoles de Jesús, en Kenia. Desde 1986 estaba en Italia, primero en Ve-negono, después en Limone y por último en Verona. Aquí transcurrió los últimos años de su vida en el Centro Enfermos y Ancianos, difundiendo serenidad con su optimismo. La rotura del fémur le obligó a entrar en el hospital. Fue operado, pero las molestias que ya tenía y la edad no le han consentido superar el trauma. El P. Luigi expiró a las dos de la mañana del 12 de noviembre de 2005, en el hospital de S. Bonifacio. Ahora reposa en la tumba de los Combonianos en el cementerio de Verona.
(P. Lorenzo Gaiga)