P. Peter Schmid (31.03.1933 – 21.09.2006)
Peter Schmid había nacido en Waldhausen (Härtsfeld), el 31 de marzo de 1933, no lejos de Ellwangen, en la diócesis de Rottenburg-Stuttgart. El 19 de abril de 1944, cuando aún no había terminado la guerra, entró en el seminario menor de Josefstal, de los Misioneros Combonianos, en aquel tiempo llamados Misioneros Hijos del Sagrado Corazón de Jesús (MFSC), porque la casa de Ellwangen estaba ocupada por los militares. Uno de los maestros de su pueblo, un fanático del partido nacional-socialista, hizo todo lo que pudo para hacerle la vida difícil, pero Peter se mantuvo y fue adelante por su camino. Terminados los cursos medios en 1952, entró en el noviciado de Bamberg donde, el 2 de julio de 1954 emitió los primeros votos. El 8 de diciembre de 1957 se consagró a Dios y a la misión con los votos perpetuos. El 27 de julio de 1958 fue ordenado sacerdote en la catedral de Bamberg.
Pasó los primeros años después de la ordenación como encargado de los muchachos y profesores en nuestros seminarios: 1958-1962 en Milland/Brixen, 1963-1964 en Bad Mergentheim, 1964-1967 en Ellwangen, y 1967-1970, de nuevo en Brixen. Era una persona llena de iniciativas, con una salud robusta y que le consentía practicar el deporte que amaba (fútbol, escaladas, etc.) y estas características lo hacían popular, tanto entre los ancianos, como entre los jóvenes que veían en él un ejemplo a imitar.
Prestaba siempre gran atención a la liturgia y preparaba con cuidado las celebraciones, con la ayuda de los estudiantes.
Después del período trascurrido en los seminarios menores, en 1971 llegó también para el P. Peter la oportunidad de ir a misión en Sudáfrica. Primero, en la parroquia de Mamelodi East, la ciudad habitada exclusivamente por los negros en la periferia de Pretoria, después en la misión de Waterval y más tarde en la misión de Glen Cowie, zona rural de la diócesis de Witbank. Dondequiera que fue enviado, desarrolló su ministerio en el campo pastoral.
Cuando el Superior General de la DSP fue por primera vez de visita a Sudáfrica, escribió en su diario: “El P. Peter tiene mucho que hacer, pero parece con buena salud y feliz. Tres hermanas africanas le asisten en la pastoral. El domingo, también las religiosas europeas le dan una mano. Por el momento está empeñado en hacer los planos para la construcción de la nueva iglesia. Al principio ha tenido dificultad en acostumbrarse a la nueva situación y a la lengua. Mamelodi East es una parroquia amplia. He quedado maravillado del coro parroquial”.
El P. Peter transcurrió en Sudáfrica más de quince años. Le impresionaba el entusiasmo de los africanos por el servicio litúrgico que también a él le gustaba de modo particular, por lo que se sentía a gusto en las celebraciones. En la misión de Waterval tuvo que afrontar el problema de los prófugos que huían de Mozambique, devastado por la guerra. En la huída, los prófugos debían atravesar la famosa reserva natural del Krüger National Park, que al P. Peter le gustaba visitar con frecuencia, pero que terminó por representar para él un significado bien diverso. En efecto, en el parque, los animales feroces vivían en estado libre y muchos prófugos perdían la vida.
En 1983, durante sus vacaciones en Alemania, pudo celebrar el 25 aniversario de ordenación sacerdotal en su pueblo natal de Waldhausen. Mons. Anton Reiterer, su obispo en Sudáfrica, participó en esta celebración, encontrándose él de vacaciones en su casa en el Tirol sur. En 1998 el P. Peter celebró también el cuarenta aniversario de ordenación sacerdotal en su pueblo natal. En efecto, en 1986 había sido obligado a dejar Sudáfrica y volver a Alemania por motivos de salud. Aquí prestó asistencia en el campo pastoral durante dos años en Brixen y, a continuación, durante un período más largo, en Ellwangen, pero su salud empeoró hasta el punto que tuvo que ser trasladado a la Casa para ancianos y enfermos de Ellwangen. En los últimos dieciocho meses de su vida, estuvo internado en la clínica de Waldkrankenhaus en Dalkingen, cerca de Ellwangen.
(P. George Klose)