In Pace Christi

El Hno. Nevio Calligaro nació en Urbignacco, sección del ayuntamiento de Buja en la provincia de Udine, el 8 de enero de 1925, en una modesta familia de agricultores con una profunda fe cristiana. Fue el tercero de seis hijos (cuatro hermanos y dos hermanas) y tenía un carácter vivo y alegre.

A los quince años decidió entrar en el postulantado de los Combonianos en Thiene, en la provincia Vicenza pero, al empezar la guerra, regresó a casa por motivos de salud. Al terminar la guerra, volvió a entrar en Thiene al final de los años cuarenta. Hizo el noviciado en Florencia y el 9 de setiembre de 1952 hizo los votos temporales.

El 9 de septiembre de 1958 hizo los votos perpetuos en Helouan y desde allí fue enviado a Assuán, en Egipto, como encargado de la casa, hasta la mitad de 1960, año en que regresó a Italia donde permaneció por tres años en la comunidad comboniana de Gozzano (Novara), donde se ocupó de diversos labores de la casa.

Durante un año fue cocinero en la casa de vía Saldini de Milán.

El 1 de julio de 1964 salió para la misión de Lomé, la capital de Togo, donde trabajó como electricista, zapatero, albañil, mecánico, jardinero, y chófer. Cuando iba de vacaciones a Italia se procuraba todo lo necesario para remendar zapatos y hacer calzado en la misión. Además de prestar todo tipo de servicios útiles a la casa, trataba también de enseñar un oficio a los jóvenes, a los que sabía testimoniar el Evangelio con la vida.

Después de cuatro años volvió a Italia y fue enviado a Roma, a la Curia Generalicia como ecónomo y, también aquí, como de costumbre, desarrolló el cargo que se le confió con gran dedicación, entusiasmo y serenidad, aunque si la nostalgia por la misión en África era grande.

Solamente 8 años más tarde, pudo regresar a África, y en concreto, a Rungu, en la región nord oriental del Congo, a no mucha distancia del confín con Uganda.

Después de algún tiempo, pasó de Rungu a la parroquia de Nangazizi, en la misma región, para pasar luego a la parroquia de Santa Anna en Isiro, donde trabajaba también su hermano menor Tarcisio, también misionero comboniano. En Congo aprendió a rebobinar los motores con gran paciencia y eficacia y se ocupó de la instalación eléctrica de la iglesia parroquial de Isiro.

Durante los últimos cinco años en Isiro empezó a sufrir de vértigo. Una mañana temprano, al levantarse de cama, cayó por tierra haciéndose contusiones. Para curarse fue a Italia, pero, regresó sin experimentar ninguna mejoría, por lo cual, en el año 2002 se vio obligado a regresar definitivamente a Italia, al Centro Ambrosoli de Milán. Después de un período de estabilidad, la salud del Hno. Nevio fue empeorando. A comienzos de enero del 2012, justo el día de su 87 cumpleaños, fue ingresado en el hospital por una fractura de fémur, luego llegaron graves complicaciones respiratorias. Después de casi un mes de hospital, volvió al Centro Ambrosoli, de donde el 21 de febrero de 2012 partió serenamente para el cielo rodeado del amor y de las oraciones de los hermanos.