In Pace Christi

Marzocca Vittorio

Marzocca Vittorio
Fecha de nacimiento : 16/03/1924
Lugar de nacimiento : Barletta/Italia
Votos temporales : 07/10/1943
Votos perpetuos : 24/09/1948
Fecha de ordenación : 11/06/1949
Fecha de fallecimiento : 01/01/2015
Lugar de fallecimiento : Milano/Italia

El P. Vittorio Marzocca nació en Barletta el 16 de marzo de 1924. Conoció a los combonianos como muchacho en Barletta y en Troia. Frecuentó el seminario comboniano de Brescia e hizo el noviciado en Florencia, en plena guerra (1941-1943), haciendo los primeros votos el 7 de octubre de 1943, Fiesta del S. Rosario, que en aquel tiempo era el día tradicional de los combonianos para la consagración a Dios. No pudiendo ir a Verona a causa de la guerra, fue enviado a Rebbio de Como por dos años, como estudiante de teología y prefecto de los jóvenes seminaristas del seminario menor.

De 1945 a 1947 frecuentó el escolasticado de Verona y de 1947 a 1948 el de Venegono, donde completó los estudios. Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1949 por el Card. Ildefonso Schuster, en la catedral de Milán.

Después de la ordenación, fue enviado a Inglaterra, a Sunningdale, para el estudio del inglés. Después partió para Uganda, en la diócesis de Gulu. Después de un breve período en la catedral de Gulu, fue enviado a la parroquia de Kitgum, de noviembre de 1950 a julio de 1953.

Después de un brevísimo período en Verona dedicado al ministerio, regresó a Uganda, esta vez, en el West Nile, como capellán del colegio de Nyapea. De 1955 a 1959 permaneció en Lodonga, como director espiritual en la joven congregación de los Marian Brothers, un Instituto de Hermanos cuyo apostolado principal era la enseñanza en las escuelas.

En agosto de 1959 fue destinado al noviciado de Gozzano (Novara) como socio del padre maestro, y de 1960 a 1961 al noviciado de Florencia. De 1961 a 1962 fue nombrado director espiritual de los estudiantes de la casa madre en Verona. Finalmente, en julio de 1962, logró volver a Uganda, como capellán del gran hospital de Lacor, Gulu; después, en 1965, se transfirió a algunos centenares de metros de distancia, la catedral de Gulu, para el ministerio pastoral.

En 1971 fue enviado a Kalongo, donde había un gran hospital, para el ministerio con los enfermos y moribundos, además de la pastoral en la capilla de la misión. En 1978 fue nombrado párroco de Namokora, siempre en la diócesis de Gulu; y en 1980 pasó a la parroquia de Awach. En 1986 fue destinado a la parroquia de Gulu Town (en el centro de la ciudad), para el ministerio pastoral y como ecónomo local.

En 1999 se preparó a su 50° de sacerdocio siguiendo el curso de renovación en Roma. En julio del año siguiente ya estaba de retorno en Uganda. Trabajó en Kalongo, en el ministerio y en el hospital, y después en Layibi, en el postulantado de Hermanos.

Hacia finales del 2004, por motivos de edad y de salud, fue destinado a Troia, donde ayudaba en el ministerio parroquial y en la animación misionera.

En 20011 estaba en Milán para curas médicas, después de un ictus que le había dañado las cuerdas vocales. Fue un tiempo muy duro para el P. Vittorio, que buscaba, con la ayuda de la logopeda, volver a aprender a hablar. Desafortunadamente, tuvo una recaída, con daños más extendidos, y ya no le fue posible traducir en sonidos lo que tenía claro en la mente.

Pero, junto a esta imagen marcada por el sufrimiento y la amargura, el P. Lino Spezia, en la homilía del funeral, ha querido recordar al P. Vittorio que ha vivido por más de 50 años en Uganda, anunciando el Evangelio a muchísima gente. Un hombre combativo y animado, signo de esperanza para todos los enfermos del hospital de Lacor, probablemente el único sacerdote que se acercaba a cada lecho para visitar a los enfermos de Ébola, cuando la epidemia se manifestó al mundo por primera vez en modo preocupante. El Hno. Elio Croce recordaba bien estas visitas a los enfermos, la unción de los enfermos que daba o el acompañamiento de los muertos al cementerio para ofrecer por cada uno una última oración. El Ébola no le daba miedo y aquella situación de emergencia era la ocasión para él de expresar la ternura de Dios para con sus hijos.