In Pace Christi

Conway Dennis William

Conway Dennis William
Fecha de nacimiento : 11/01/1941
Lugar de nacimiento : Cincinnati/USA
Votos temporales : 15/08/1961
Votos perpetuos : 15/08/1967
Fecha de ordenación : 29/06/1968
Fecha de fallecimiento : 23/01/2016
Lugar de fallecimiento : Cincinnati/USA

P. Dennis nació el 11 de enero de 1941 en una familia profundamente católica que vivía en uno de los suburbios de Cincinnati, mientras que la Segunda Guerra Mundial arreciaba en Europa, pero en los Estados Unidos se vivía aún en paz. Siendo niño todavía, su familia se trasladó a Bethel, una comunidad rural a unas 30 millas al este de Cincinnati, donde el papá poseía una farmacia local. Mientras asistía la escuela primaria, Dennis entró en contacto con el seminario comboniano de Cincinnati, al que entró en 1955 para estudiar la secundaria y la escuela superior. Después de los estudios de filosofía y del noviciado, fue enviado a Verona para concluir los estudios de teología. Fue ordenado sacerdote en Verona el 29 de junio de 1968. Durante sus años de formación era conocido por todos por su disponibilidad a ayudar con la máquina de escribir y en otras actividades de oficina. Mientras estaba en Verona enseñaba también catecismo en la base de las fuerzas armadas de los Estados Unidos.

Después de la ordenación, el P. Dennis volvió a Estados Unidos, para enseñar en el seminario comboniano y colaborar en la administración de la comunidad. En ese periodo consiguió un post grado en educación en la “Xavier University” de Cincinnati. Pasó luego a Monroe como ecónomo local y para hacer animación misionera.

El año 1971 marcó su ingreso en la vida misionera en la Uganda de Amin. En sus seis años en la “perla de África”, el P. cubrió algunos encargos como profesor en la Holy Rosary de Gulu, de vicario parroquial en Madi Opei y de párroco en Anaka. Las narraciones de su ministerio y algunas de sus arriesgadas aventuras animaron sus conversaciones en los años sucesivos.

De regreso a los Estados Unidos y en su ciudad natalicia de Cincinnati, el P. Dennis trabajó en la promoción vocacional y en la formación de los futuros misioneros por 12 años. Muchos jóvenes combonianos, incluido el actual superior provincial, se beneficiaron de su sabia guía. Aunque estaba ocupado en la formación, nunca rechazó la posibilidad de trabajar en el ministerio para difundir el mensaje evangélico con celo y sencillez.

En 1989 fue llamado para trabajar en la animación misionera en la delegación de Asia, abierta recientemente. Era responsable ante todo de la difusión de la multipremiada revista World Mission. Fiel a su naturaleza precisa y metódica, en los meses que precedieron su partida, se preparó a ese trabajo encontrando los miembros de la comunidad filipina en Cincinnati e intentó estudiar el tagalog. Pero poco después de cinco años en las Filipinas, sus capacidades organizativas llamaron la atención de quien estaba buscando un bibliotecario para la Curia de Roma.

Probablemente el P. Dennis habría preferido permanecer por más tiempo en Roma, pero de regreso a la NAP, sus hermanos lo eligieron provincial. Uno de sus principales éxitos durante los seis años en ese oficio fue la reestructuración del viejo seminario del Sagrado Corazón de Cincinnati.

Después del 2005, el P. Dennis tuvo numerosos encargos administrativos y pastorales en las zonas de Chicago y Kitchener.

En los últimos tres años su salud empezó a deteriorarse por una serie de molestias que al final lo hicieron volver a Cincinnati para algo que parecía ser una simple intervención a la rodilla. En cambio fue el inicio de un largo y difícil proceso de deterioro clínico y de pérdida gradual de autonomía personal que culminó con su internamiento en una casa de cura durante los últimos seis meses de su vida. Murió serenamente el sábado 23 de enero del 2016 y fue sepultado en la zona perteneciente a los combonianos del cementerio de San José en Monroe, Michigan, ciudad donde fue novicio en su juventud.

El P. Dennis era una persona precisa y organizada, de gran inteligencia, que supo superar su carácter introvertido, afrontando la vida con agudeza y humorismo. La gente lo recuerda por su capacidad de transmitir conceptos complejos y abstractos en palabras sencillas, a menudo divertidas, para que todos pudieran entender y recordar.

Fue siempre muy devoto de la Eucaristía y, aún en las circunstancias fatigosas e incómodas, no dejaba nunca de celebrar la misa diaria.