El P. Guillermo Maffeis nació en Ponte S. Pietro (Bergamo) el 13 de febrero de 1933. Hijo de Giuseppe e Rosa Consonni, fue el segundo de 8 hijos. Su padre era obrero en la Legler y su madre trabajaba en casa cuidando la numerosa familia.
Guillermo sintió la vocación sacerdotal desde pequeño. A los 10 años terminó la primaria y después de la visita de un comboniano al oratorio de su pueblo, decidió entrar al seminario. Así, en el seminario comboniano de Crema, inició su preparación al sacerdocio.
Emitió sus primeros votos temporales el 9 de septiembre de 1952 y los perpetuos 6 años más tarde, en 1958. El 14 de marzo de 1959 fue ordenado sacerdote en Milán por el cardenal Montini (futuro papa Paolo VI) y en 1962 partió para Uganda donde transcurrió los primeros 3 años en la misión de Alanyi y Aber, en la diócesis de Lira. Teniendo que regresar a Verona para curarse. Casi 2 años después volvió a Uganda y prestó su servicio misionero en Minakulu y Aboke. El 1973-74 participó en el Curso de Renovación en Roma.
De regreso a Uganda, fue destinado primero a la misión de Katikamu (dos años) y luego a la de Kasaala, en el distrito de Luwero, al norte de Kampala (1976-1989), donde trabajó como vicario parroquial junto con el P. Fulvio Cristoforetti.
El país estaba atormentado por continuas guerras y guerrillas, enfrentamientos y ataques de los rebeldes, incendios y devastaciones de las aldeas. El 28 de septiembre de 1983, mientras visitaban algunas capillas, cayeron en una emboscada. El P. Guillermo salió milagrosamente ileso, pero el P. Fulvio fue herido gravemente y empezó para el Calvario, primero en Kampala y luego en Italia, por operaciones y curaciones.
En 1985, por todo el mes de septiembre, la misión fue saqueada por un grupo de guerrilleros del Unrf (Uganda National Reserve Front), fieles al ex presidente ugandés Idi Amin. Al inicio de octubre el P. Guglielmo y su compañero se marcharon a Italia para unas breves vacaciones, en evidente estado de shock. Se habían salvado por pura casualidad, después de una fuga nocturna de 35 kilómetros a pie, junto con un grupo de parroquianos.
Cinco años más tarde el P. Guglielmo fue cambiado de Kasaala a Iceme (1991-2006); misión a 50 kilómetros al oeste de Lira. En septiembre del 2003 rebeldes ugandeses del Ejército de Liberación del Señor (LRA) atacaron y saquearon la misión y lo maltrataron.
Pero el P. Guglielmo estaba “perdidamente enamorado de aquella tierra martirizada y estupenda, en la que el Señor lo había llamado a vivir y a trabajar por más de 50 años, y de aquella gente que se le había entrado en la sangre y de la cual registraba, con evangélica satisfacción, los progresos en la fe: el domingo anterior 50 bautismos, el anterior 18 matrimonios…” Por más de 50 años vivió como “pobre” en esta tierra donde, hasta el 2000, en su misión, no había ni agua ni luz, menos aún teléfono o internet.
Apasionado de fotografía, el único lujo que se concedía era enviar frecuentemente a su hermano Gianfranco y a su cuñada Margherita fotografías en formato postal en las cuales comentaba las imágenes de “su gente” tomadas en los momentos significativos de la jornada o durante los acontecimientos religiosos particulares.
El P. Guido Cellana, que vivió con él los últimos 10 años de su vida, primero en la misión de Aliwang y el último año en Iceme, escribe que el P. Guglielmo fue para él un gran ejemplo en aquel largo periodo, sobre todo por su dedicación al trabajo apostólico, el gran cuidado por los catecúmenos, la oración asidua, el desapego al dinero y a las cosas superfluas, la obediencia, la delicadeza en el trato con las personas, la precisión para tener en orden la oficina parroquial, donde pasó mucho tiempo a registrar y controlar el fichero de los bautizados.
A mitad de noviembre del 2015 el padre empezó a manifestar cansancio. Se le llevó al hospital de Lacor (Gulu) pero los médicos no lograron diagnosticar su mal. De regreso a casa no lograba aferrar las cosas con la mano derecha. Se le llevó entonces al hospital de Nsambya (Kampala) donde se le detectó un tumor en el cerebro y se le aconsejó ir a Italia. Se le acompañó a Milán y de inmediato fue hospitalizado. Se le dio de alta y permaneció tres meses en el CAA de Milán donde murió el 31 de marzo del 2016.