"Humano y comprensivo, el P. Lino era estimado por todos por la alegría que difundía a su alrededor."
Noviciado en Gozzano (NO), de 1955 a 1957, competente en el sector de electricidad, con el otro novicio pintor, Giordano Barani, montaron durante dos años consecutivos un nuevo tipo de pesebre, bello, animado y muy educativo. La preparación de este tipo de pesebre continuó incluso durante los años del escolasticado de Venegono Superior (VA).
Licenciado en Teología en el PIF de Venegono Inferiore (VA), en los primeros años de su sacerdocio P. Lino llevó a cabo varias actividades como promotor vocacional y profesor en Barolo (CN) hasta 1967, cuando marchó para Brasil. Después de un año en el Seminario de Ibiraçu, en el estado de Espírito Santo, fue enviado al sur del estado como Rector del Seminario de Jerónimo Monteiro (ES), aún en construcción, donde permaneció cuatro años.
Con el Concilio Vaticano II, la formación de los seminaristas también pasó por una crisis de identidad. El P. Lino Cordero, rector, y el P. Enzo Santangelo, promotor vocacional, decidieron intentar una formación menos clerical de los estudiantes: el nombre "Seminario Comboniano" fue sustituido por el de "Colegio Comboniano", con la desaprobación del Provincial.
El cambio de nombre significó también un nuevo método de formación. El P. Lino amaba de corazón a los seminaristas menores y era amado por ellos porque los educaba con amor a la autodisciplina. Nunca castigó a ninguno de ellos. Nunca usó su autoridad como Rector para imponer reglas y preceptos. Se le consideraba un rector democrático porque tomaba decisiones sobre el curso de la vida del seminario sólo después de consultar a los seminaristas. Trató de formarles inculcándoles el espíritu fraterno y el respeto mutuo, la autodisciplina y la responsabilidad. Después de cuatro años de trabajo, en el "Colegio Comboniano" de Jerónimo Monteiro fue enviado a São Gabriel da Palha, al norte del estado de Espíritu Santo, para dirigir el Seminario Comboniano y ayudar en el trabajo pastoral de la parroquia.
Después, fue párroco de Ibiraçu, siempre en el estado de Espíritu Santo y, después de seis años de trabajo pastoral, fue llamado a São Paulo como responsable de la dirección del CAM y de la revista Sem Fronteiras, que tenía como objetivo formar la conciencia misionera de la Iglesia en Brasil.
De 1989 a 1995, el P. Lino fue enviado a Duque de Caxias, RJ, para formar parte de la comunidad de apostolado afro, con muchas actividades pastorales dentro y fuera de la parroquia.
En el año 2000 fue nombrado párroco de la parroquia de la Sagrada Familia de Taguatinga (Distrito Federal). A diferencia de los sacerdotes diocesanos que seguían una pastoral tradicional, los combonianos trataron de formar pequeñas comunidades, principalmente en las zonas periféricas del Riacho Fundo II, donde el crecimiento de la población aumentaba cada día, alcanzando en pocos años a unos cuarenta mil habitantes.
En 2005, el P. Lino dejó la parroquia de Taguatinga y aceptó el cargo de Ecónomo Provincial y Rector del Santuario de la Cruz y la Reconciliación en São Paulo hasta 2011.
Cansado de las múltiples actividades, en junio de 2011 fue transferido a Milán para recibir tratamiento en el CAA. Todavía activo y optimista, aceptó el cargo de ecónomo local de la Casa de Milán y, más tarde, de vicesuperior de la misma comunidad, donde, el 14 de noviembre de 2019, muy débil a causa de una metástasis, vino a visitarle la "Hermana Muerte", para llevárselo a los brazos del Padre.
(P. Enzo Santangelo, mccj).