In Pace Christi

Agostini Germano

Agostini Germano
Fecha de nacimiento : 16/02/1925
Lugar de nacimiento : Fai della Paganella/Italia
Votos temporales : 07/10/1943
Votos perpetuos : 24/09/1948
Fecha de ordenación : 11/06/1949
Fecha de fallecimiento : 27/05/2020
Lugar de fallecimiento : Castel d’Azzano/Italia

P. Germano nació en Fai della Paganella, en la provincia de Trento, el 16 de febrero de 1925. Entró en el Noviciado de Florencia, donde emitió sus primeros votos el 7 de octubre de 1943. Hizo su Escolasticado en Venegono, luego en Verona y de nuevo en Venegono, donde el 24 de septiembre de 1948 hizo su profesión perpetua y el 11 de junio del año siguiente fue ordenado sacerdote. Inmediatamente después fue enviado a Inglaterra para aprender el idioma inglés. En 1951 fue enviado a Uganda, donde pasó casi 50 años en las misiones de Maracha, Aber (2 períodos), Matany, Lira-Ngeta (3 períodos) y Minakulu. Recordamos algunos testimonios que nos ayudan a reconstruir la actividad del P. Germano en este largo período ugandés. El Hno. Fernando Cesaro nos cuenta que estuvo dos años con el Padre Agostini en la misma misión, en Lira-Ngeta, de 1962 a 1964. Lo acompañaba los martes a la capilla para ir de safari, y los domingos volvía a recogerlo. El padre Germano hizo el trabajo  de evangelización: visitas a los cristianos, a las familias, preparación para los bautismos y el matrimonio. Pasaba una semana en la misión y otra en safari. Él llevó a cabo este trabajo de evangelización en los primeros años. Más tarde, durante 25 años, se dedicó a la labor de traducción al Lango de los libros litúrgicos y catecismos, con la colaboración de un hermano y algunos profesores. Al final del Concilio comenzó la traducción de toda la Biblia, un trabajo enorme. "Era una persona tranquila y pacífica", subraya el Hno. Cesaro, "pero lo más importante es que era fácil vivir con él.

P. Riccardo Bolzonella ha recordado en particular el sufrimiento físico del Padre Germano. Desde joven, mientras estaba en Lira, en la Casa Comboni, había empezado a sufrir fuertes dolores en el trigémino y esto lo había bloqueado: se quejaba mucho y a veces se alejaba por el dolor. Su sufrimiento no fue bien comprendido por los demás y esto lo llevó a una cierta tristeza, al aislamiento, se sintió un poco marginado. En aquel momento, en la diócesis de Lira, "sintió la necesidad de hacer traducir la Palabra de Dios al idioma local, el lango, porque hasta entonces la gente rezaba a Dios y le escuchaba en un idioma "extranjero" (aunque muy similar), es decir, el acioli. Había una necesidad y deseo de una traducción de los textos de la liturgia al idioma local. Las dificultades de salud llevaron al P. Germano a comprometerse con el proyecto de traducción de la diócesis. El trabajo se realizó en condiciones difíciles: fue necesario mecanografiar todos los textos, estando en Lira, y luego trasladarse a 300 km a Kampala y Kisubi, para la imprenta. Allí, había que preparar el trabajo, llevar los borradores a casa para ser corregidos y luego volver a la imprenta".

En el año 2000 el P. Germano fue destinado definitivamente a Italia por razones de salud. Pasó veinte años en Arco, Verona y Castel d'Azzano, donde murió, a la edad de 95 años, el 27 de mayo de 2020. El funeral se celebró el viernes 29 de mayo. Dado que la comunidad se encontraba todavía en un estado de aislamiento debido al coronavirus, no fue posible participar físicamente en la celebración, presidida por el P. Renzo Piazza. El entierro tuvo lugar en el cementerio monumental de Verona.

En su homilía, el P. Renzo comparó la vida y la figura del P. Germano con la de Pedro que, en el Evangelio de ese día, se encontró con Jesús resucitado en el lago de Galilea.

"Tres veces Jesús llama a Pedro por su nombre: Simón, hijo de Juan. Germano, incluso a una edad tardía, siempre llamaba por su nombre a las personas que le rodeaban: sus hermanos, el personal de servicio, los jóvenes escolásticos, incluidos los extranjeros, que pasaban fugazmente por el Centro Fiorini. Una señal de respeto, de cordialidad, de profunda humanidad. Apacienta mis ovejas", le repitió el Señor a Pedro tres veces. Con su trabajo como traductor, el padre Germano dio la Palabra de Dios en Lango, alimentó al rebaño con el pan de la Palabra.

Hizo un verdadero trabajo de misionero. Cuando seas viejo, extenderás tus manos": el P. Germano ha tenido el don de una larga vida y también de un largo período de antigüedad. A la vejez se añadió la ancianidad, con sus achaques, molestias, límites y necesidades crecientes. Recordaré su mano extendida a cualquiera que pasase delante de su silla de ruedas, para pedir un poco de atención, un poco de afecto, un pequeño paseo por los pasillos, un poco de información. No siempre se cumplió su deseo... "Otro te llevará a donde no quieras ir": quizás soñaba con una vida misionera en contacto con la gente, un trabajo pastoral gratificante, la satisfacción de dar muchos bautismos... Los problemas de salud lo llevaron en cambio a donde probablemente no quería, a un despacho, para conocer y colaborar con gente difícil. No se echó atrás, no se rindió, no pidió volver. Se quedó tanto tiempo como las fuerzas le permitieron. "¡Sígueme! P. Germano trató de caminar detrás de su Señor. Recibió la cruz como herencia y la ha llevado durante mucho tiempo, sobre todo en los últimos años, rica en dolores y fragilidad".