In Pace Christi

Ewers Paul Joseph

Ewers Paul Joseph
Fecha de nacimiento : 14/02/1937
Lugar de nacimiento : Cincinnati (USA)
Votos temporales : 09/09/1958
Votos perpetuos : 09/09/1964
Fecha de ordenación : 26/06/1965
Fecha de fallecimiento : 14/05/2023
Lugar de fallecimiento : Salem Woods – Cincinnati (USA)

Nacido el 14 de febrero de 1937 en Cincinnati (Ohio), Paul Joseph Ewers creció en el seno de una familia católica. Tuvo una infancia muy tranquila, y no se cansó de repetirlo a lo largo de su vida.

Un día, durante la escuela secundaria, un profesor pregunta a la clase: "¿Qué os gustaría ser de mayores?". Paul levanta la mano y dice: "Quiero ser artillero de la Fuerza Aérea". Más tarde explica: "Eran los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y aquellos chicos eran nuestros héroes". Pero es la respuesta de dos de sus compañeros de clase lo que impresiona profundamente a Paul. Dicen, en efecto, que quieren ser sacerdotes y Paul reflexiona: 'Seguramente, ésa es una misión más útil para el mundo que la de artillero de la fuerza aérea'. Y deja que la idea de hacerse sacerdote ocupe su mente y su corazón. Poco después, Paul encuentra una revista misionera sobre África y cambia aún más su decisión: "Seré sacerdote misionero".

Ingresa en el seminario del Sagrado Corazón que los combonianos dirigían en Cincinnati. En julio de 1956, comienza su noviciado en Monroe, Michigan. El 9 de septiembre de 1958, emite sus primeros votos religiosos y comienza el escolasticado para los estudios filosóficos.

En septiembre de 1961 estuvo en Venegono Superiore, Italia, para los cursos de teología. El 9 de septiembre de 1964 hizo su profesión perpetua y fue ordenado sacerdote el 26 de junio de 1965 por el Card. Giovanni Colombo en la catedral de Milán.

Siempre había pensado ir a África. Al mes siguiente, sin embargo, llegó su primer destino: Estados Unidos, con el encargo de promotor vocacional. El 1 de septiembre estaba en Yorkwille, Illinois, como promotor vocacional en la escuela apostólica. Al cabo de unos meses, fue trasladado a la misión india de Santa Ysabel, California, como coadjutor del padre Ugo Riva.

En septiembre de 1968, pudo finalmente partir para la misión, pero no en África, sino en Ecuador, en el Vicariato Apostólico de Esmeraldas, como vice-párroco de la cuasi-parroquia de Atacames.

Permaneció en Ecuador hasta junio de 1978, sirviendo sucesivamente en las parroquias de San José Obrero, en Esmeraldas, Nuestra Señora del Carmelo, en Rocafuerte, y Nuestra Señora del Carmelo, en Borbón. Desde Rocafuerte (1970-73), organizó una colecta de fondos con amigos y conocidos en Cincinnati para la construcción de una escuela secundaria, donde luego enseñó inglés y religión.

En julio de 1979, el padre Paul regresó a su país, destinado a la comunidad de Montclair (Nueva Jersey), como responsable de la animación misionera. Tres años más tarde, se trasladó al seminario de Monroe, Michigan, como profesor y ecónomo.

En julio de 1988, pudo regresar a Ecuador, como vicario parroquial de la parroquia de Quinindé, en la diócesis de Esmeraldas, y permaneció allí hasta junio de 1996, cuando fue llamado de nuevo a Montclair, al Centro de Animación Misionera y Pastoral de Justicia y Paz.

En enero de 2008, el P. Paul fue destinado a la comunidad de Blue Island, Illinois, asignado al ministerio en la parroquia de San Donato, en la diócesis de Chicago, donde permaneció hasta junio de 2011.

En septiembre de ese mismo año, se encuentra en La Grange Park, un centro de animación misionera y promoción vocacional, abierto también a la pastoral juvenil afroamericana. Al padre Paul se le asigna el cuidado de la vecina parroquia de San Martín de Porres. En enero de 2013, se traslada a la comunidad de Covina, California, como superior del Centro de Animación Misionera y del Centro de Hermanos Mayores.

El 1 de enero de 2019, se "jubiló" y fue a la Casa Provincial de Cincinnati, donde permaneció hasta su muerte, el 14 de mayo de 2023.

Del padre Paul, los cohermanos recuerdan especialmente su deseo de contar experiencias pasadas. Entre ellas, la que vivió en una pequeña aldea de pescadores en Ecuador, donde la comunidad católica local, a la que él animó, decidió construir una escuela de enseñanza media y secundaria. El padre Paul era también profesor de religión en ambas escuelas. Los alumnos le llamaban de buen grado "padre Gringo", en referencia a sus orígenes norteamericanos.

Un día, un hombre de aquel pequeño pueblo paró al padre Paul y le dijo: "Soy padre de 12 hijos. Como cualquier otro sostén de familia de este lugar, ya había planeado legar a mis hijos e hijas 800 dólares a cada uno, que podrían utilizar para tomarse unas copas con los amigos en mi memoria. Hoy, sin embargo, gracias a las dos escuelas que ustedes construyeron, ya no tengo dólares que dejarles, porque los utilicé todos para su escolarización. Pero estoy orgulloso de dejarles algo que nadie les puede quitar". (Lindsay Braud, y F.R.)