In Pace Christi

El padre Ezio nació en Albiano (Trento) el 10 de abril de 1933. Hizo el noviciado en Florencia y continuó sus estudios en Verona y Venegono. Tras su ordenación sacerdotal, el 14 de marzo de 1959, permaneció dos años en Italia y en 1961 fue destinado a Uganda, donde desarrolló su largo servicio misionero hasta su regreso a Italia.

Una carta del padre Ezio, escrita en abril de 2022 a la revista Comunión y Misión, del Centro Misionero Diocesano de Trento, nos ayuda a recorrer brevemente su "historia ugandesa" y sus años de juventud.

"Queridos amigos, os escribo para enviaros algunas noticias sobre mi larga vida misionera de 59 años ya transcurridos en esta tierra de Uganda, tierra de 24 mártires. Estoy contento, muy contento, de haber imitado un poco a nuestro santo fundador, Daniel Comboni... para la evangelización de nuestros queridos africanos: Jesús murió y resucitó también por ellos... Imitando un poco a los primeros apóstoles y a San Pablo en la primera evangelización del mundo, después de Pentecostés, he podido fundar dos parroquias y trabajar en otras cinco misiones. He bautizado a unos 25.000 catecúmenos y niños; bendecido a cientos de parejas en su matrimonio; dado el perdón, a través del ministerio de la reconciliación, a decenas de miles de cristianos; animado varias horas de adoración antes de la Eucaristía...".

En 2023, el padre Ezio regresó a Italia para hacerse un chequeo médico. El padre Renzo Piazza recuerda: "Como buen comboniano, quería un chequeo rápido para volver a Uganda a pesar de sus 90 años. Pero bastaron unos días en Brescia para darse cuenta de que su estado físico requería cuidados y atenciones especiales, por lo que fue derivado a la comunidad de Castel d'Azzano, donde llegó la mañana del viernes 6 de octubre. Nos reunimos en su habitación para hablar con él... Nos contó un viaje de Kampala a Kalongo en el que había perdido el control del coche pero que, tras invocar a la Virgen, había terminado bien. Añadió otros episodios ocurridos durante la guerra, con los rebeldes aterrorizando a la población, saqueando la misión, quemando coches y llevándose por la fuerza a los chicos... Incluso de las serpientes se sentía protegido, porque en medio de las hierbas altas a veces se escondía la cobra. "Siempre he sido ayudado", fue su comentario. El padre Ezio no permaneció mucho tiempo en Castel d'Azzano, ni siquiera 24 horas. El sábado 7 de octubre por la mañana lo llevaron a urgencias, donde permaneció poco más de 24 horas. El domingo por la mañana le encontraron una plaza en la sala y por la tarde, después de la fiesta con los familiares, pude visitarle. Fue el segundo y último encuentro que tuve con él. Me sorprendió su serenidad". Murió el 10 de octubre en el hospital Borgo Roma de Verona. Sobre una situación cardiovascular, ya muy comprometida, se vio afectado por un ataque de paludismo, que resultó mortal. El jueves 12 de octubre se celebró el funeral en la comunidad de Castel d'Azzano. Tras el funeral, el cuerpo fue trasladado a su ciudad natal.