En un contexto histórico en el cual el “status” de la mujer se limitaba a ser madre y esposa, Comboni intuyó la posibilidad de utilizar las cualidades femeninas en la realización de su Plan. Juntamente con los misioneros, llevó a África también las hermanas misioneras. Inicialmente encontró colaboración con diversos Institutos religiosos, mas tarde sintió la necesidad de fundar su propia familia. Era la mujer quien tenia que liberar a la propia mujer.
En la fotografía del póster vemos a las primeras misioneras combonianas en el 1891 con un grupo de mujeres como testimonio de la novedad que significada la presencia femenina en la misión.

DE LOS ESCRITOS DE COMBONI
“En cuanto a las Hermanas, el próximo lunes, 9 del corriente, empezarán las clases femeninas. Y gracias al don que Dios me ha hecho de religiosas de excelente espíritu y valía, y de buenas maestras negras, espero ver dentro de poco una floreciente escuela católica en esta capital, que nunca había visto una monja ni los portentos de caridad de las mujeres evangélicas. Gracias también al no escaso personal de enseñanza de que actualmente dispone esta misión se trabajó mucho el pasado mes en preparar a los que iban a recibir la Confirmación. Desde 1860 no se administraba este Sacramento en África Central”.
Carta al cardenal Alejandro Barnabó, 5 junio 1873, Jartum, n. 3192