El P. Luigi Parisi nació el 4 de julio de 1920 en Bleggio, en la provincia de Trento, Italia. A los once años entró en la escuela apostólica de Trento con el vivo deseo de hacerse misionero en África. En 1939 se consagró a las misiones con la profesión religiosa. Después pasó a Verona para continuar los estudios de filosofía. Al comienzo del año escolar 1941-42 fue enviado a Roma a estudiar teología en la Universidad Urbaniana. En el año 1943, después del segundo año de teología obtuvo el bachillerato. Continuó sus estudios en Verona, trasladándose luego a Rebbio a causa de la guerra. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1945 con otros 24 compañeros.
Enviado a Sulmona, en Abruzzo, como asistente de los aspirantes de la escuela apostólica, permaneció allí durante cinco años, desarrollando sucesivamente los trabajos de prefecto de los niños y profesor en la escuela. Encargado de la animación misionera tuvo la oportunidad de recorrer la región de Abruzzo y de Molise predicando en diversas parroquias. En el año 1950 el P. Luigi fue enviado a Sudán. Trabajo entre los Azande de Mupoi y de Naandi, en un tiempo en el que estas poblaciones se habían abierto a la palabra del evangelio. En una entrevista del P. Panciroli en 1980 el P. Luigi decía: “Trabajé durante doce años consecutivos, estudiando la lengua, los usos, las costumbres, el carácter y la mentalidad de aquel pueblo azande, entre los cuales la divina Providencia me había puesto. Mi trabajo consistía en el anunciar al Reino, la formación de los catequistas, la promoción de las vocaciones locales y ayudar en cuanto posible, al sector más débil, como los ancianos, los leprosos y los enfermos”. Sigue contando el P. Luigi: “El 20 de diciembre de 1963, después de haber obtenido del gobierno de Jartún el permiso de ida y vuelta para un período de vacaciones en Italia, partí para Roma. Era la primera vez que volvía a ver Italia después de casi 14 años de trabajo misionero. Desgraciadamente el permiso de regreso a Sudán fue ilusorio porque el 26 de febrero de 1964 el gobierno sudanés decretó la expulsión general de todos los misioneros extranjeros del Sudán meridional. De este modo también yo era expulsado definitivamente. O sea, sólo me ahorré las molestias sufridas por los compañeros en la expulsión”.
El P. Luigi fue enviado entonces a España donde durante diez años ininterrumpidos se empeñó a fondo en la animación misionera y en la formación. Fueron años de intenso trabajo para encontrar vocaciones y procurar el necesario sustento al noviciado que albergaba tres comunidades y 120 personas entre novicios y estudiantes de filosofía y teología. El mes de junio de 1974 finalmente tuvo la gran alegría de regresar a la misión entre los Azande, pero de esta vez en Congo. Trabajó en las misiones de Ngilima primero, y después en Duru. Esta última era la más vecina al Sudán, pero poco evangelizada. En 1977 fue reclamado en Ngilima. Su apostolado estuvo durante tres años dedicado a las visitas a las capillas de la misión y a la asistencia e instrucción de los catecúmenos. Transcurrió también algunos meses en la misión de Ndedu.
En mayo de 1981 dejó Congo y fue a Nairobi, en Kenia donde obtuvo el suspirado permiso de la embajada sudanesa para entrar en Sudán. Llegó felizmente a Nzara, acogido benévolamente por Mons. Joseph Gasi, Obispo de la diócesis de Tombura- Yambio, que le encomendó el cuidado de la parroquia. En junio de 1982 sintió un cansancio generalizado que le consumía la energía para dedicarse al apostolado. En Nairobi se descubrió que tenía el riñón izquierdo casi completamente fuera de uso. El riñón fue extraído y el P. Luigi pudo regresar a Nzara.
En 1988 fue a Italia para las vacaciones pero en Roma fue atropellado por un coche y consiguió regresar a la misión solamente en junio de 1989. La situación política del Sudán meridional no era tranquila y la guerrilla operaba en la parte oriental de la provincia de Equatoria a causa del movimiento revolucionario del SPLA. En noviembre de 1990 los guerrilleros llegaron con una rápida e improvisada incursión a Yambio. La gente se puso en fuga con todos los medios a su alcance hacia la República Centroafricana. Muy pronto también los misioneros debieron dejar la parroquia y ponerse en viaje primero hacia Tombura, luego hacia la República Centroafricana. De allí partió para Italia.
En abril de 1991 regresó al Congo, a la misión de Dungu-Bamokandi, enviado por los superiores para asistir a los prófugos sudaneses que escapaban de la guerrilla del Sudán meridional. Dos años después tuvo la satisfacción de hacer una visita a la misión de Nzara que había sido restablecida y ya bien organizada por los combonianos.
Desde Dungu pasó a Dakwa, también ésta entre los Azande. En Dakwa permaneció poco más de un año. En diciembre de 1996 graves y dolorosos desórdenes políticos en Congo lo obligaron a dejar de repente la misión para refugiarse en la República Centroafricana y luego en Kenia.
Fue destinado a la misión de Duru donde permaneció poco más de un año. En octubre de 1998 la misión fue saqueada salvajemente por los soldados, o mejor dicho, por los bandidos sudaneses. Toda la población había escapado lejos escondiéndose en el bosque. También los misioneros decidieron dejar la misión para alcanzar Sudán, evitando los peligros de la guerrilla. Después de tres días de camino por la selva, el P. Luigi llegó a la misión de Nzara. De allí en avión, llegó a Nairobi. En julio de 1999 llegó a Isiro, y finalmente Dungu-Bomokandi, donde se ocupó de los enfermos y refugiados sudaneses.
A principios de octubre de 2001, el P. Luigi sufrió una fuerte malaria cerebral, por lo que se le aconsejó de curarla en Italia. Llegó a Verona donde comenzó las curas, luego fue mandado a Arco, a nuestra casa para ancianos autosuficientes. “Ahora me encuentro en Arco y sigo siendo misionero con la oración y la aceptación diaria de la voluntad del Señor. En la paz y de buen grado, permaneciendo siempre, con el corazón y con espíritu en medio del querido pueblo azande”. En 2008 fue transferido a Verona donde murió el 14 de diciembre del año 2013.