In Pace Christi

Benetazzo Stelvio

Benetazzo Stelvio
Fecha de nacimiento : 17/09/1927
Lugar de nacimiento : Saonara/Italia
Votos temporales : 09/09/1949
Votos perpetuos : 09/09/1953
Fecha de ordenación : 12/06/1954
Fecha de fallecimiento : 31/10/2016
Lugar de fallecimiento : Milano/Italia

P. Stelvio Benetazzo, era hijo de Giuseppe y Agnese María Lovato. Nació en Saonara, provincia de Padua, el primogénito de una familia numerosa. Frecuentaba la Iglesia y el Oratorio y crecía en un clima de fe y compromiso en los estudios. En este ambiente maduró su vocación misionera.

En la noche entre el 11 y el 12 de mayo de 1941 – escribe el P. Stelvio en su autobiografía-, una fuerte y prolongada lluvia inundó gran parte del Veneto. Stelvio frecuentaba entonces el tercer año de secundaria. En la mañana, como cada día, cogió su bicicleta para dirigirse a Brusegnana, donde estaba la escuela, distante 18 kms. En el lado izquierdo de la pista había una zanja de dimensiones considerables. Un fuerte viento lo empujó hacia allá, la bicicleta se hundió y él logró mantenerse a flote. En ese momento gritaba pidiendo auxilio, mientas que manoteando buscaba asirse a lo primero que encontrase. Recuerda que de lo hondo de su corazón brotó una oración: “Señor, sálvame y seré tuyo por siempre”. Poco tiempo después, un joven vecino, escuchando los gritos de auxilio, logró sacarlo del agua. Stelvio tenía poco más de trece años y aquella experiencia marcó el inicio de su vocación.

En septiembre de 1942 un comboniano fue a la parroquia de Saonara para una Jornada Misionera. Stelvio quedó cautivado de lo que dijo aquel misionero y se suscribió a la revista Nigrizia. El 25 de septiembre de 1947, con el permiso de sus padres, dejó su casa para entrar al noviciado de Florencia. Emitió su Primera Profesión Religiosa el 9 de septiembre de 1949 y, algunos días después, viajó a Rebbio; celebró su Profesión Perpetua el 9 de septiembre de 1953 y fue ordenado presbítero el 12 de junio de 1954 en la Cripta de la Catedral de Milán. El 17, fiesta del Corpus Domini, celebró la Primera Misa solemne en su Parroquia. Inmediatamente fue destinado a trabajar en Uganda, haciendo una escala en Inglaterra para el estudio del inglés. Los primeros seis meses los pasó en Stillington, después otros seis en Londres. A fines de agosto de 1955 regresó a Italia para estar un poco con su familia y prepararse para partir para África.

Su primera misión fue Morulem, en el distrito Karimojong, en medio de la tribu de los Labwor. Una misión fundada cinco años antes con dos mil cristianos, y muchas cosas aún por hacer. Su primera preocupación fue el estudio de la lengua local y, aunque si había poco tiempo para dedicarse a los libros, la atención a los catecúmenos y el trabajo con los obreros, le permitió ejercitarse con la nueva lengua.

A fines de diciembre de 1957 dejó Morulem para ir a Aduku, entre los Lango, donde permaneció sólo cinco meses a causa del clima poco saludable para él. Se transfirió a Kalongo, a donde llegó el 1 de mayo. El P. Giuseppe Ambrosoli le sacó una radiografía del tórax y detectó el inicio de tisis, que pudo curar inmediatamente.

El 7 de octubre de 1958 regresó a Morulem como superior y párroco. En 1963, junto a la Hna. Rosa Lucía Vinco, que había trabajado en el leprosario de Alito, y confiando en la Providencia divina, iniciaron un pequeño leprosario en pequeñas cabañas improvisadas al costado del dispensario. Después de algunos años aquello se convirtió en un leprosario modelo con capacidad para trescientos enfermos y, al lado, surgió también el reparto para Maternidad; además, los misioneros lograron obtener el permiso del Gobierno para la perforación y el uso de un pozo con agua abundante, que proveyó de excelente agua a la misión, a las escuelas y al leprosario. En septiembre de 1975 el P. Stelvio regresó a Italia para hacer vacaciones y participar en el curso de renovación en Roma.

En mayo de 1977 fue nuevamente asignado a Uganda y fue enviado a Gulu, en la parroquia de Holy Rosary, donde todo – el ambiente, la población, el trabajo y el estilo de vida- era diferente. No obstante, después de poco tiempo, el P. Stelvio se había insertado bien: dedicaba la mayor parte del tiempo al ministerio pastoral. Se tomó el compromiso de enseñar religión a las chicas de la escuela profesional, que hacía poco se había creado en la parroquia. Cada tarde visitaba a los enfermos del hospital de gobierno. Dos veces por semana iba a la cárcel: el domingo para la misa y el miércoles para la instrucción religiosa de los prisioneros. Cada mes visitaba a los enfermos y ancianos de los pueblos celebrando con ellos los sacramentos. Y después lo llamaban para asistir a los moribundos, que con el pasar de los años, fueron aumentando cada vez más debido al flagelo del SIDA que segaba muchas vidas, sobre todo, entre los jóvenes.

Al final de 1999 el P. Stelvio regresó a Italia, asignado a la Curia, como director espiritual del Colegio “Mater Ecclesiae” de Castelgandolfo. Era una obra de Propaganda Fide que acogía a catequistas provenientes del mundo misionero: Asia, África, América Latina y Oceanía. Cerca de un centenar de estudiantes, hombres y mujeres, sobre todo laicos, y algunos religiosos, cursaban allí un trienio, de nivel universitario. El P. Stelvio llegó a Castelgandolfo el 2 de mayo de 2000. “Los estudiantes lo consideraban un santo y él también los quería mucho: los recibía, los aconsejaba, los ayudaba”.

En el 2005, por motivos de salud, fue transferido a Milán, al Centro Ambrosoli, donde terminó sus días el 31 de octubre de 2016.