“Los vivísimos recuerdos de mis primeros años – escribe el P. Galli en sus memorias autobiográficas – vividos en un pueblito lombardo, poblado por buenos campesinos, orientados a la industria textil, son los de una familia ideal. Pobre pero unida en la fe y en el trabajo. Parroquia dirigida por dos sacerdotes fervorosos, celosos, y verdadera ‘comunidad’ de dos mil almas, cuna de muchas vocaciones. A los siete años, el recuerdo de mi primera percepción de la llamada al sacerdocio, era ya entonces la percepción de un ideal cierto, ciertísimo… A los once años, en 1931, entré el Seminario de San Pedro Mártir, Seveso, donde frecuenté el gimnasio, y después pasé al Seminario (archivesovil) Pío XI en Venegono Inferior para estudiar el liceo. Estaba feliz y contento por la educación lineal, disciplinada y seria… óptimos superiores y los padres espirituales con larga experiencia formativa. Fueron días y años felices. A los 25 años fui ordenado sacerdote en Como en la fiesta de los santos Pedro y Pablo. Mis primeros tres años de vida sacerdotal los pasé en Crema, encargado de la economía de la Escuela Apostólica, donde había 120 muchachos. En el otoño de 1947, el Superior General, el P. Antonio Todesco, me destinó a Estados Unidos. No estaba muy entusiasmado, pero preparé todos los documentos necesarios. En la primavera de 1948, el mismo padre me envió una postal pidiéndome si no tenía objeciones de ir a Jartum para estudiar el árabe. La propuesta del Padre General me gusto y acepté de buena gana. Las misiones de Jartum eran las parroquias de la catedral y de Omdurman. En Jartum norte había sólo la Procura. Partí de Génova el 2 de octubre de 1948 junto con el P. Antonio Calaveso, destinado también a Jartum, el P, Giazzi, que volvía a Uganda, y el P. Binda que retomaba su lugar en Egipto. A la llegada a Alejandría sentí de inmediato la necesidad de afrontar el mundo nuevo con el impenetrable idioma del árabe”.
El P. Galli, sin embargo, fue enviado un año a Zahle (Líbano) para estudiar el árabe; luego, en 1951, volvió a Jartum donde se le encargó iniciar la Escuela Técnica de San José. La escuela fue inaugurada el 12 de enero de 1952 y el padre le dedicó todas sus energías hasta el verano de 1955, es decir el final del Condominium Anglo-egipcio en Sudán.
En julio de 1955, después de siete años de misión, volvió a aItalia para vacaciones. Ese mismo mes comenzaron las tórbidas revueltas en Sudán meridional con los Nordistas.
A su regreso de vacaciones, un año después, fue asignado como capellán de la Escuela Secundaria Estatal de Rumbek, transferida del Sur a Jartum por motivo de los disturbios. Residía en el Welfare Centre de Jartum y enseñaba religión a estos estudiantes católicos.
De 1958 a 1968 fue secretario de Mons. Agostino Baroni del cual escribió que “fue un verdadero profeta, sobre todo por el diálogo y el respeto tenido con los musulmanes que estimaba profundamente”.
De 1970 hasta 1978 el P. Galli fue párroco en Wad Medani y después, fue trasladado al Jobar, Jartum Norte, como procurador diocesano.
En aquel periodo se construyó el Centro de Encuentro. Inicialmente se pensó como punto de encuentro para el diálogo a todos los niveles – religioso, social, etc. – pero, al momento de concluir los trabajos, la necesidad de llevar el Seminario Nacional a Jartum modificó la idea inicial. El P. Galli continuó su servicio en la administración financiera de la arquidiócesis, con el cardenal Gabriel Zubeir Wako, hasta el 2000.
En el 2003, después de cincuenta años de trabajo en Jartum, tuvo que regresar a Italia por motivos de salud. Fue primero a Rebbio, donde permaneció muchos años y luego, en el 2012, fue trasladado a Milán, al Centro P. Giuseppe Ambrosoli, donde murió el 13 de enero a la edad de 96 años.