Mario nace en Lecco, diócesis de Milán, el 9 de febrero de 1928. Siendo todavía muchacho, entra en el seminario diocesano de Venegono Inferiore. Allí termina la secundaria con muy buenas notas. Antes de iniciar el bachillerato, el 12 de septiembre de 1945, escribe al superior de la comunidad comboniana de Venegono Superiore una carta en la que dice: «Hace tiempo que siento un fuerte impulso a ser misionero de Mons. Comboni. Ahora, por fin, con la aprobación de mis superiores, de mis padres y también del Card. Ildefonso Schuster, presento mi solicitud de admisión».
El 14 de octubre de 1945, Mario entra en el noviciado comboniano de Venegono Superiore. «Mario es un joven muy activo y lleno de vida. Vivaz, activo, bueno, generoso. Buena piedad y gran generosidad. Querido y amado pro todos», así se expresan los superiores.
El 9 de septiembre de 1947, hace los primeros votos religiosos y se le destina al escolasticado filosófico de Rebbio (Como). En 1948 va a la Escuela Apostólica de Crema como prefecto: se encarga de los jóvenes seminaristas y estudia teología en el seminario mayor diocesano.
En 1951 es prefecto en la Escuela Apostólica de Brescia y hace el tercer año de teología en el seminario diocesano de Brescia. Para el cuarto año de teología irá al escolasticado de Venegono Superiore, donde el 20 de septiembre de 1951 hace la profesión perpetua. El 7 de junio de 1952 recibe la ordenación sacerdotal en la catedral de Milán de manos del Card. Ildefonso Schuster.
Después de la ordenación, es destinado a la comunidad de Trento como promotor vocacional (“reclutador” se dice en aquellos años). Trabajo que hace por dos años. En julio de 1954 es destinado a Sudán del Sur, en la misión de Mbili, en la circunscripción de Bahr-El-Ghazal. En 1957 es enviado a la misión de Nyamlel, tres años más tarde a Aweil, y en 1964 a Mayen como superior de la comunidad y párroco.
En julio de 1964 vuelve a Italia, a la comunidad del noviciado de Gozzano, como ecónomo. Molesta a los superiores hasta que, un año después, se le concede regresar a la misión, esta vez en Arua (Uganda). Pasa algunos años en la Casa Comboni de la vecina Ediofe; después, en 1969, es destinado a Gulu, hasta junio de 1974, cuando lo piden de nuevo en Italia como superior de la comunidad de Bari.
Pero su “paciencia” no dura más de tres años. En 1977 logra partir de nuevo y se le asigna a Kenya. Hay un lugar para él en norte del país, Katilu, diócesis de Lodwar, en el distrito turkana. Sudán del Sur no está muy lejos y él aprovecha para hacer frecuentes escapadas allá. Cinco años después, en 1982, está de nuevo en Italia, en Nápoles, para el ministerio de la animación misionera.
En 1984 hace un año sabático en Roma y regresa al norte de Kenia, aunque visitando frecuentemente Sudán del Sur hasta que los superiores lo destinan a esta provincia. Pasa un año en Meridi, tres en Tombora, dos en Yirol, uno en Arua-Ediofe para hacerse cargo de los refugiados sudaneses en Uganda.... siempre en movimiento.
En 1990, escribe el P. Francesco Chemello, «fue asignado a la diócesis de Torit; pasó a la misión de Yirol, en la diócesis de Rumbek; después fue al campo de refugiados de Kakuma (Kenya), para hacerse cargo de decenas de miles de jóvenes Dinka y Nuer, que llegaron a ese campo después de haber estado refugiados en Etiopía. Desde Kakuma participó en numerosas iniciativas de exploración -con grandes interrogantes y peligros- buscando posibles lugares de presencia comboniana en la diócesis de Rumbek.
En julio de 1993, mientras estaba con los desplazados Dinka en el Norte de Uganda en situaciones dramáticas, fui a visitarlo con la idea de convencerlo que no se arriesgase mucho: “tu vida nos preocupa”, le decía. Pero él parecía no escuchar. Me hablaba siempre de las difíciles condiciones en las que los desplazados estaban forzados a vivir. “¿Cómo puedo abandonarlos?”, repetía. Vivía con la gente, pasaba las noches con ellos, nunca en un lugar permanente y seguro”.
En julio de 1995 está en Rumbek, Sudán de Sur, donde permanece cinco años, hasta el año 2000. En enero del 2001 está en Rebbio (Como); en julio va a Casavatore, donde permanece hasta 2004; después regresa a Rebbio por un año. En agosto del 2005 ya está en Mapuordit (Sudán del Sur), donde se hace disponible para cualquier tipo de ministerio pastoral, aunque dedicando mucho tiempo a la traducción de textos litúrgicos y escolásticos en las lenguas locales. Desde mediados de 2007 hasta el 2012 está en continuo movimiento; va donde hay un sufrimiento que aliviar o personas a las que ayudar; se le encuentra en Agang-Rial, Malwal-Kon (donde abre una nueva misión), y de nuevo Mapuordit y Rumbek.
El P. Mario regresa definitivamente a Italia en 2012, por motivos de salud. Tiene 84 años. Es recibido en las comunidades combonianas donde hay un centro para misioneros ancianos y enfermos: Mián (2012-2013), Rebbio (2013-2020) y Castel d’Azzano (Verona), desde el 1° de diciembre del 2021.
Últimamente, su salud se fue haciendo cada vez más frágil, con momentos de crisis aguda, de los que siempre se repone. Pero en la noche precedente al 12 de enero del 2024, sufre un gran deterioro general. Hacia las 8 am se va al paraíso, amorosamente atendido por los miembros de la comunidad y el personal de servicio de Castel d’Azzano.
Su funeral se celebró en la mañana del 16 de enero en Castel d’Azzano.
Por la tarde, a las 15 horas, se celebró también una misa en la iglesia parroquial de Valmadrera (Lecco).