Lunes, 3 de noviembre 2025
Por primera vez, un grupo de mujeres beduinas se encontró frente a tantos hombres que no eran de su familia, ni compartían su lengua, su fe o su tierra. Todo parecía separarlas… y, sin embargo, algo invisible y profundo las unió. Desde su humilde choza de láminas y zinc —convertida en sala de encuentro y corazón del poblado [Abu Nawar]— se prepararon con cuidado para el tan esperado momento.






